La inflación no baja y empieza a generar nuevas preocupaciones entre los principales integrantes del equipo económico de Macri. El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, afirmó ayer que "los precios de marzo terminaron de convencer a la entidad de aplicar una política monetaria más estricta", lo que implica reforzar las altas tasas de interés. La forma unilateral de Sturzenegger de atacar el proceso inflacionario manejando sólo la tasa de interés viene provocando desde hace más de un año tensiones con otros integrantes del Gabinete, quienes le achacan la culpa por un mercado interno que no arranca. El mes pasado la economía volvió a mostrar señales de estancamiento con la desaceleración del crédito.
La inflación se ubicó en el 1,3 por ciento en enero y 2,5 por ciento en febrero, en tanto que sería del 2 por ciento en marzo. La meta de precios del Central para este año se ubica entre 12 y 17 por ciento, por lo que en sólo tres meses ya se superó la mitad del piso de la inflación esperada para este año. En la autoridad monetaria subieron la tasa de interés de las Lebacs en el mercado secundario para retirar liquidez y podrían continuar incrementando el rendimiento de las letras. Con un dólar estancado hace más de un año y tres meses, las ganancias en moneda dura para los inversores siguen siendo muy elevadas respecto de los rendimientos que ofrece el mundo.
El presidente del Central participó de un panel del Foro Económico Mundial y, además de alertar por la inflación, aseguró que el tipo de cambio no está apreciado. "El tipo de cambio real está 3 por ciento más depreciado que antes de haberse liberado los controles de cambio a fines de 2015", indicó. Agregó que la entidad defiende un sistema de flotación de la divisa. "En ese esquema algunos piensan que es demasiado (caro) y otros demasiado poco". Planteó que no hubo prácticamente intervención en el mercado de cambio en los últimos meses.
"Decidimos dejar de improvisar, vimos lo que hicieron Colombia, México, el Reino Unido, Canadá, Australia y pequeñas economías que quieren reinsertarse en el mundo, y decidieron que el mejor marco macroeconómico es el tipo de cambio flotante", indicó. Insistió en que "el tipo de cambio flotante es bueno porque permite absorber el shock y no se usa como ancla. Si algunos piensan que el tipo de cambio está barato, alguien lo va a comprar y se depreciará. No estamos inventando nada, sino copiando un modelo que funcionó muy bien para otras economías emergentes y es hora de copiar lo que funcionó en otros lugares", remarcó Sturzenegger.
No es la primera vez que el titular del Central pone de ejemplo para que imite la Argentina a países como Colombia, una economía que destina el 20 por ciento de sus gastos estatales a pagar intereses de la deuda pública, el endeudamiento externo alcanza el 50 por ciento del PBI y el 85 por ciento de los asalariados ganan menos de dos salarios mínimos, el cual su vez es uno de los más bajos de la región, al ubicarse en torno de los 250 dólares. ¿Cuál es el sentido de liberar el dólar y mantener planchados los precios si el costo es convertirse en uno de los países más desiguales de América latina? ¿Hay beneficios macroeconómicos, para quién?
Sturzenegger se refirió además al tema impositivo y aseguró que es necesario armar "una estructura de impuestos bajos, sencillos y que sean pagados". En lo que refiere a las reservas internacionales, cerraron ayer a 52.081 millones de dólares, con un aumento de 73 millones. El dólar se ubicó en 15,68 pesos, al disminuir un centavo respecto del jueves y avanzar tres centavos en relación con el miércoles.