En los últimos 15 días el dólar blue cayó de 195 a 157 pesos, casi un 20 por ciento. Este fuerte retroceso de las cotizaciones fue un efecto castigo para empresas y operadores que especularon con el dólar arriba de 200 pesos. Los que apostaron a que la brecha seguía de largo perdieron 2 de cada 10 pesos que colocaron en el mercado paralelo. La situación financiera de la Argentina es frágil, pero empiezan a tomar forma las declaraciones del ministro de Economía Martín Guzmán cuando aseguraba que la cotización de 195 pesos no era razonable con la estructura productiva local.
La pulseada por la devaluación sin embargo no se encuentra saldada. Los informes de los consultores plantean el Gobierno por ahora sólo estiró los plazos de la devaluación del tipo de cambio comercial pero que los problemas de fondo se mantienen.
Los consultores insisten en que existen dos riesgos latentes:
1) la caída de los saldos comerciales
2) la dificultad para seguir interviniendo con reservas
Pablo Goldin de Overview estimó que el saldo entre exportaciones e importaciones del balance cambiario fue cero en octubre (cuando había sido de 1057 en julio, de 366 en agosto y de 7 en septiembre). En la consultora calcularon que este mismo saldo comercial en Aduana fue de 700 millones, o sea menos de la mitad respecto de lo que era en julio.
“La brecha no solamente alteró los pagos de importación sino que también aceleró embarques. Se abre un nuevo frente de conflicto cambiario. La novedad peligrosa es que en estos meses también se está retrayendo el superávit comercial que el Indec registra en los embarques de la Aduana. Este venía siendo de más de 1000 millones mensuales y en septiembre (y posiblemente octubre) bajó a casi la mitad”, indicó.
En relación con las reservas, se asegura que la reducción de los saldos comerciales hace complejo sumar nuevas reservas para el Banco Central.
“La brecha no cedió por una descompresión de fondo, un cambio en los fundamentos económicos, un torniquete monetario o una transfusión extraordinaria a las reservas del BCRA”, planteó el informe. “Fue básicamente a fuerza de endeudarse el Tesoro con bonos atados a la evolución del dólar oficial, mayores restricciones informales a la operatoria con dólares no oficiales (legales e ilegales) y más pérdida de reservas”.
El argumento que se usa para adelantar nuevas tensiones es que “ninguno de estos instrumentos empleados son extrapolables: la emisión de bonos dólar - linked tiene techo, las restricciones informales duran poco y reservas prácticamente no hay más”.
Pero la justificación no parece completa porque el Gobierno siempre puede usar otras herramientas para evitar la devaluación. El swap con China es uno de los instrumentos no convencionales a disposición. Además, el Palacio de Hacienda avanza en la negociación con el Fondo Monetario Internacional que podría desembolsar divisas frescas.