“El poder real lo tienen otros, esos que están más vivos que nunca, queriéndonos fracturar. Tenemos que estar más vivos que nunca”, advirtió el secretario nacional Horacio Pietragalla durante el cierre del cuarto encuentro federal de Derechos Humanos que se desarrolló de manera completamente remota. Tras reconocer que “falta un montón” y que será necesario “trabajar arduamente para poder recuperar los estándares que tenía o que aspiraba tener Argentina”, el titular del área dentro del Ejecutivo nacional conminó a los participantes a “estar cerca” y a “colaborar entre todos”. “Tenemos que estar juntos, que no nos fracturen”, pidió Pietragalla, quien habló después del exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Paulo Abrau y de la integrante de la Asamblea Ecuatoriana Gabriela Rivadeneira. La clausura, con felicitación y deseo de que “se repita muchas más veces, ojalá que el año que viene en persona”, estuvo a cargo de la Madre de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora Taty Almeida: “Gracias a todos ustedes, los jóvenes, en nombre de las mAdres y de los queridos 30 mil”, abrazó desde su casa, a través de la pantalla de la computadora. Vía Zoom, más de mil caras recibieron el agradecimiento con sonrisas.

La cuarta edición del encuentro comenzó a las 11, con una mesa de apertura que estuvo a cargo del secretario nacional, y de la que participaron la subsecretaria de Derechos Humanos de Chaco, Nayla Bosch; el exjuez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni, el psicoanalista Jorge Alemán y la socióloga y asesora del Poder Ejecutivo Dora Barrancos.

Bosch, quien tomó protagonismo este año en el marco de los furibundos casos de violencia institucional que policías de su provincia cometieron contra miembros de comunidades originarias, retomó la introducción que realizó Pietragalla sobre el origen del encuentro federal --”un espacio de lucha colectiva y de resistencia al macrismo, un gobierno que puso en práctica los discursos del odio, el negacionismo y la estigmatización de los organismos de derechos humanos”-- y recordó que “no hay política de derechos humanos sin políticas de género y sin políticas feministas. Son dos caras de una misma moneda”.

En esa línea, Barrancos señaló a la “actual administración y organización de la Justicia” como “un problema central en materia de nuevos dispositivos para garantizar nuevos derechos humanos” y reclamó “que sea ley el aborto en las próximas sesiones del Congreso”. “Necesitamos que esto sea efectivamente conquistado”, sostuvo.

El debate puertas adentro del encuentro se llevó a cabo, como en las ediciones anteriores, en 11 comisiones divididas por tema que que funcionaron en simultáneo durante dos turnos, a las 11 y a las 14. Alrededor de 3600 personas se inscribieron para participar. Hubo grupos de discusión sobre la situación de los juicios de lesa humanidad en todo el país, con abogados que participan en esos procesos, referentes de organismos de derechos humanos e responsables del área de la Secretaría de Derechos humanos entre los disertantes, además de la exjueza María del Carmen Roqueta, quien tuvo a su cargo el juicio por el Plan Sistemático, entre otros. También sobre Comunicación y Derechos Humanos, Migrantes y comunidades afrodescendientes, sitios de memoria, violencia institucional, pueblos originarios, entre otras.

Hacia el cierre, el secretario nacional de Derechos Humanos --el impulsor de la iniciativa, en 2016-- reconoció que “en cada eje que se discutió se concluyó que tenemos que trabajar arduamente para poder recuperar los estándares que tenía Argentina, o que estaba muy cerca de lograr”. Además, aseguró que desde la Secretaría se publicarán y difundirán “todas las conclusiones, porque demuestran todo lo que le falta a esta gestión”. Mencionó la “situación problemática con la violencia institucional” que atraviesa de punta a punta al país; que en las cárceles “la deuda es muy grande” así como también lo es con los sitios de memoria que “están casi abandonados”.

Tras saludar la presencia de Abrao y Rivadeneira, dos voces que participaron de la mesa de cierra del encuentro, Pietragalla habló del “tirón para abajo que pegó” Argentina desde 2016: “Ahora tenemos que volver a ponernos de pie para que el país vuelva a ser ejemplo en materia en derechos humanos como lo fue”, completó. También sostuvo que el Gobierno de Alberto Fernández y su gestión al frente de la Secretaría de Derechos Humanos asumieron “con un plan en el que la pandemia (de coronavirus) nos impidió avanzar”, y habló de aquellos que tienen “el poder real”. “Hoy somos Gobierno, pero el poder real lo tienen otros que están más vivos que nunca, están mellando la figura de Alberto y Cristina (Fernández de Kirchner), que nos quieren fracturar como alternativa para poder recuperar el lugar que quiere llevar adelante nuestro proyecto político. Que no lo logren, compañeros”, abogó a les participantes para “colaborar entre todos” porque “el enemigo no descansa, tenemos que estar más juntos y alertas que nunca”.

En esta ocasión, pandemia mediante, Lita Boitano, en nombre de Familiares de Desaparecidos Detenidos por razones políticas, y Estela de Carlotto, por Abuelas de Plaza de Mayo, dijeron presente a través de videos que fueron grabados, en los cuales hicieron llegar su reconocimiento al encuentro y sus saludos. La Madre Taty Almeida lo hizo en vivo: “Son muy importantes estos encuentros ya que se intercambian opiniones, datos y se difunden problemas, de eso está hecha la lucha”, comentó. Lo agradeció, “especialmente en nombre de las Madres y los queridos 30 mil”, y estuvo a cargo del mensaje final: un grito colectivo, y en esta ocasión virtual, de “presentes ahora y siempre” para ellos.