“Somos la Patria Grande, un pueblo en el que trabajamos en solidaridad pero también en complementariedad” con las demás naciones, definió Evo Morales segundos antes de cruzar la frontera con Bolivia para regresar a su país, tras pasar un año de exilio en la Argentina.
Fue un momento por demás emotivo. Del lado argentino del puente que une la ciudad jujeña de La Quiaca con la boliviana de Villazón, hubo un acto en el que Evo se despidió de la Argentina acompañado por el presidente Alberto Fernández, quien en un breve discurso retomó las palabras del mandatario depuesto en noviembre de 2019.
“Somos parte de una Patria Grande que quiera crecer, que quiere tener justicia, que quiere el desarrollo para todos, que quiere abrazar a todos”, afirmó el jefe de Estado argentino, y subrayó que “para lograr ese objetivo hay un instrumento que nunca debemos olvidar: la democracia”.
Morales agradeció a Fernández “por haber salvado mi vida” a través de las gestiones que garantizaron su salida del país tras el golpe de Estado cívico militar en su contra. "·A eso nunca lo voy a olvidar", prometió. “Parte de mi vida va a quedar en Argentina después de estar once meses. Muchas gracias. No me sentí abandonado”, aseguró y también recordó al fallecido Néstor Kirchner y mencionó a Manuel López Obrador, presidente de México, el primer país que le dio asilo.
En su discurso, Evo se hizo lugar para el recuerdo. Contó que “cuando tenía 4 o 5 años pasaba por acá rumbo a Ledesma con mi padre, que iba a la zafra”. “Venimos de muy abajo, nunca imaginé que iba a ser presidente”, dijo y reconoció que “esa oportunidad” se la dieron los movimientos indígenas y gremiales de su país.
“No dudaba de que íbamos a volver (a Bolivia) pero no estaba seguro que sería tan pronto. Es algo inédito (que pudo concretarse) gracias al pueblo boliviano y apoyo de muchas autoridades del mundo”, afirmó e hizo un repaso por las políticas económicas y sociales que aplicó durante su mandato y por las cuales sufrió el golpe de Estado.
Luego apuntó: “Somos la Patria Grande, un pueblo en el que trabajamos en solidaridad pero también en complementariedad” y prometió que “mientras exista el neoliberalismo y el capitalismo, la lucha de los pueblos continuará. De eso estoy convencido”.
Por su parte, el presidente argentino destacó en su discurso el rol de su Gobierno por haber “garantizado que nuestro querido y hermano Evo regrese a su patria, de la que nunca debió haber salido ni se maltratado como lo fue”.
Calificó a Morales como “el presidente que representó las entrañas de Bolivia”, lo elogió por “hacer un trabajo impresionante” en favor de los más postergados y consideró que “por todo eso que hizo tan bien, algunos se molestaron y no lo dejaron seguir”.
Evaluó que el golpe en Bolivia fue producto de “cuatro años en que América latina fue desintegrándose en individualidades" y destacó la necesidad de retomar los ejes de una integración regional más fuerte. “Somos parte de una Patria Grande que quiere crecer, que quiere tener justicia, que quiere el desarrollo para todos y que quiere abrazar a todos”, definió y añadió: “No queremos países para algunos sino países para todos y en los que todos puedan crecer”.
En este sentido, puntualizó que “para lograr este objetivo hay un instrumento que nunca debemos olvidar, se llama democracia y es el deber de cada uno de nosotros ir en socorro de los pueblos que se ven amenazados por levantamientos como el que sufrieron Evo y Bolivia”.
Los primeros en recibir a Evo fueron representantes del gremio de mineros de ese país, que en medio del puente fronterizo le colocaron al ex presidente un casco como el que usan para trabajar. Luego Morales se despidió de Alberto Fernández con un abrazo e ingresó a su tierra. Lo mismo hizo minutos después su ex vicepresidente, Álvaro García Linera.
Tras recorrer más de 1.100 kilómetros y acompañado de cientos de seguidores, llegó hasta la ciudad boliviana de Villazón, donde fue recibido por miles de personas que con una fiesta de banderas, carteles y música organizaron la bienvenida.
“Hoy es un día importante en mi vida, volver a mi patria que tanto quiero me llena de alegría”, escribió Evo Morales esta mañana desde La Quiaca. Y así fue. Alrededor de las 11:10 cruzó la frontera entre Argentina y Bolivia, y volvió a pisar su país tras un año de exilio.