Se suele decir que dato mata relato. En tiempos en los que se vuelve evidente que cada cual construye su propio relato sobre la realidad, apelar a la información más pura puede ser un criterio (un poco) más certero para conocer el andar de algún acontecimiento. La información se ha vuelto un botín de guerra en la Argentina, donde la “grieta” se instaló en los medios. Las señales informativas de la TV por cable se disputan la agenda, las opiniones sobre lo que pasa y, también, la audiencia. Los televidentes, los ciudadanos, tienen numerosas maneras de informarse, pero encender la pantalla sigue siendo un acto reflejo inmediato, pero que en el último tiempo parece estar modificando sus preferencias. Ese es el dato que surge de la comparación en la audiencia medida por Ibope entre TN y C5N, donde se percibe que el canal del Grupo Indalo recorta cada vez más la distancia. Incluso, en franjas como la de El diario con Víctor Hugo, llega a imponerse en la competencia directa.
A diferencia de lo que ocurre en la TV abierta, o como consecuencia de ello, lo primero que llama la atención al analizar la evolución de las planillas es que en los últimos años las dos señales informativas más vistas incrementaron su audiencia y participación en el encendido de cable. Pese a la multiplicidad de plataformas para informarse, TN y C5N ampliaron sus volúmenes de televidentes en el último año: mientras en marzo de 2016 los canales sumaban 4,01 puntos de promedio mensual de rating (de 7 a 24), en el mismo mes de este año la audiencia entre ambas trepó a 4,47. O sea: de un mes a otro la audiencia sumada de ambos canales aumentó un 12 por ciento. Este dato, más el hecho de que Argentina es el país con mayor cantidad de canales de noticias (8 de alcance nacional=, pone en evidencia el apego informativo de los argentinos.
Más allá de esa información macro, hay un fenómeno interesante que aparece cuando se desagrega la información de rating. Al analizar la evolución de la audiencia, lo que se percibe es una clara y sostenida tendencia en la que C5N crece en televidentes mucho más aceleradamente que TN. Mientras en marzo de 2016 TN promedió 2,43 puntos y C5N 1,58 puntos, en el mismo mes de 2017 la señal del Grupo Clarín bajó su media a 2,34 puntos, a la vez que C5N incrementó su audiencia a 2,13 puntos. Así, en el último año, C5N incrementó su audiencia en un 35 por ciento. El rating de TN se redujo casi un 4 por ciento.
Las causas que pueden explicar la tendencia opuesta son múltiples. La asunción de un nuevo gobierno, de signo político diferente al que reemplazó, modificó la relación que desde sus líneas editoriales cada señal tiene con la gestión de Cambiemos. Por un lado, el perfil “oficialista acrítico” de la pantalla de TN parece costarle caro al canal del Grupo Clarín. Por el contrario, la agudización de la línea editorial “opositora” que construyó C5N, en un contexto de fuerte crisis económica, parece estar interpelando a un sector de la población que sufre el modelo económico y social del gobierno de Mauricio Macri. A la hora de pensar razones extraperiodísticas, no se puede soslayar que en el actual sistema de medios argentino hay mucha más competencia entre las voces “oficialistas” que entre las “opositoras” al gobierno nacional.
Claro que, por supuesto, existen razones netamente periodísticas y televisivas que no pueden descuidarse. La pantalla del Grupo Indalo encabezó una profunda renovación en su programación. La llegada de Víctor Hugo Morales a C5N, con El diario (de 18 a 21), resultó un factor importante. De hecho, en el mes que acaba de terminar, el programa del regreso conducido diariamente por el periodista y relator junto a Luciana Rubinska se impuso en la competencia directa con TN, con una media de rating de 2,72 puntos, contra los 2,47 que alcanzó el segmento encabezado por Nelson Castro, enfrente.
“Un canal pensado para los negocios, la extorsión, la injuria y la mentira, cansa. Salvo a sus fanáticos, a los muy tomados por el odio. Y aún los buenos profesionales que hay allí, pagan tributo a una credibilidad declinante”, analiza Morales, ante la consulta de PáginaI12 sobre los cambios en las audiencias. “Igual –afirma–, les respeto el poder de fuego que tienen. Lo que el Grupo Clarín ha robado no tiene límites. Lo que el gobierno de Macri, es decir su propio gerente en el gobierno, les ha dado, es propio del grupo más poderoso del mundo dentro de un país. El poder económico es brutal y el miedo que inspiran, paraliza. Aun así, un rato amable como este para nuestro humilde programa, hay que vivirlo con alegría y gratitud. La televisión es muy volátil, cambia de rumbo con facilidad, y todo tiene un aire transitorio. Hay que estar siempre muy activos y superar con creatividad, ingenio, laburo, la potencia económica que hay enfrente.”
En ese sentido, el arribo el año pasado de Morales terminó reforzando la franja nocturna de C5N, que se transformó en un pilar informativo y de opinión fundamental para la pantalla. La programación nocturna incluye los debates políticos que desde hace varios años propone Gustavo Sylvestre en Minuto Uno (lunes a viernes, de 21 a 22), la llegada de El destape, el ciclo que de martes a jueves a las 22 conduce Roberto Navarro, y Desafío 20.17, que los lunes a las 22 tiene a Marcelo Zlotogwiazda como conductor. Incluso, la pantalla de C5N se enriqueció con el estreno de ciclos que se corren del periodismo con opinión más purista, como el regreso de TVR (sábados a las 21) con Horacio Embón y Migue Granados como conductores, y de La hormiga imperial (diariamente a las 23), con Roberto Pettinato.
Otro de los datos que surge de Ibope es que la audiencia que elige las señales informativas se concentra cada vez más en C5N y TN, pese a que que se sumaron canales del género. Las señales cada vez acaparan más porcentaje de televidentes: mientras en 2012 ambas concentraban el 53 por ciento del encendido entre las señales informativas, en 2017 ese porcentaje se elevó al 64 por ciento. Allí también se percibe cómo en cinco años C5N elevó su share un 40 por ciento (pasó del 20% al 28%), y TN sólo lo hizo un 9 por ciento (del 33% al 36%). Habrá que ver si el flamante canal LN+ o el relanzado A24 modifican la composición de la audiencia de un segmento en el que la credibilidad y la realidad se conjugan a diario.