El aliado menos pensado para el Gobierno apareció invirtiendo y contando la historia real de éxodo de la estadounidense Walmart. El empresario y político Francisco De Narváez, flamante comprador de la cadena de supermercados, se reunió con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, le prometió inversiones para los próximos tres años y contó que la operación de venta se aceleró por un reestructuración global de la firma.
El Grupo De Narváez, que participará en estas horas y por primera vez en una asamblea de Directorio de Walmart, le anunció a Kulfas un desembolso de 120 millones de dólares, más el compromiso de bancar el programa oficial de Precios Cuidados, según informó Desarrollo Productivo por medio de un comunicado.
"Es una muy buena noticia porque se trata de una compañía internacional que hace una reestructuración global que incluye a países como Brasil e Inglaterra”, le dijo De Narváez a Kulfas en una charla por Zoom que duró media hora. El dato refuerza la idea central que explica la salida real de Walmart, diseminada en redes y medios como una fake news. La venta acelerada fue, en realidad, consecuencia de una movida global de desconcentración de la firma por fuera de los mercados más atractivos, como contó el sábado último Página/12.
“La operación local es adquirida por un grupo importante del sector con experiencia en el país y operaciones en Uruguay y Ecuador”, contó De Narváez en la reunión, en referencia a un grupo de equipos técnicos que viene del retail y que trabajan para el negocio local. En la charla, como en toda buena aproximación de un empresario que debuta con el Gobierno de turno, De Narváez también bajó línea "oficialismo friendly": "los empresarios tenemos que invertir y dar trabajo formal y pagar nuestros impuestos”, destacó.
Anunció, además, la voluntad de trabajar en la ampliación de la participación de las pymes en todos los tramos de la cadena minorista y hasta sumarse al modelo de mayoreo. “Nos interesa que se desarrolle el entorno comercial en beneficio del consumidor y el componente pyme en toda la cadena”, afirmó el ministro, mostrando un esquema de negocios con el que De Narváez ya opera en Uruguay y Ecuador.
Montos y nombres
El estudio Marval O'Farrel confió que fue la firma elegida para asesorar en la negociación de venta del negocio de Walmart. En números, la operación le costó a De Narváez 44 millones de dólares por el 100 por ciento del paquete. Se hizo acreedor así de 31 hipermercados, 52 tiendas Changomas, y 8 tiendas MiChangomas distribuidos por todo el país y más de 9500 empleados. Naturalmente, hay también un compromiso de no achicar en empleos y responder por la totalidad de una plantilla de 9000 empleados directos.
En la próximas horas se definirá el mayor de los misterios, el nombre que tendrá la cadena. Ante el conflicto de Francisco y su hermano Carlos, desarrollador inmobiliario y titular de la denominación Casa Tía, es complejo que ésa reemplace a Walmart. Tampoco parece posible que se elija Chango Más, una empresa del grupo que apunta más a sectores medios bajos y bajos. La tercera opción es, por ahora, la más sólida: Ta-Ta, el nombre con el que el grupo opera supermercados en Uruguay y Ecuador, que podría darle a la firma una idea de estrategia regional.