Con promesas de renovación y críticas a la pesada herencia del gobierno de facto, el presidente de Bolivia, Luis Arce, tomó posesión a su nuevo gabinete en la Casa Grande del Pueblo. "Teníamos que conformar un gabinete que esté a la altura de grandes desafíos. Por eso hemos recurrido a lo mejor que podíamos traer, porque lo que nos resta a los bolivianos y a las bolivianas es simplemente trabajar para salir de la crisis", señaló Arce.
Algunas pulseadas internas sumadas al histórico retorno a Bolivia del expresidente Evo Morales retrasaron la ceremonia de jura del nuevo gabinete. De los 16 ministros nombrados, apenas tres son mujeres aunque ocuparán cargos importantes como el ministerio de la Presidencia, el de Planificación del Desarrollo y la cartera de Trabajo. A su vez Arce destacó que trabaja en un nuevo decreto para crear el ministerio de Culturas, que también quedará a cargo de una mujer. Durante el gobierno interino de Jeanine Áñez la cartera había sido reducida a un viceministerio dependiente de la cartera de Educación.
Entre los nuevos nombramientos hay exfuncionarios, dirigentes y académicos, y lo que prima es el bajo perfil y la experiencia en gestión pese a la juventud. El domingo, el vicepresidente David Choquehuanca tomó juramento a Arce, quien gobernará el país durante los próximos cinco años. La recuperación de la economía y el impacto de la pandemia de coronavirus serán los principales retos que deberá asumir su gobierno. Como muestra de las urgencias que atraviesa Bolivia, los ministros se reunieron con el presidente apenas finalizado el acto protocolar.
A la hora de resaltar a sus nuevos colaboradores, Arce destacó que "hay muchos jóvenes profesionales que han emergido y que son producto de nuestra revolución, jóvenes indígenas que ahora tienen un título, todos estos jóvenes profesionales comprometidos con su país están en este gabinete". Brutalmente honesto, el presidente de Bolivia afirmó que deberá encarar un gobierno "austero" y solicitó a cada ministro un "reporte ejecutivo" de la forma en que están recibiendo sus despachos.
El principal nombramiento de Arce fue sin duda la nueva ministra de la Presidencia, Maria Nela Prada, cruceña e hija de la expresidenta de la Cámara de Diputados, Betty Tejada. Prada fue además la encargada del discurso de agradecimiento durante la ceremonia de nombramientos. Se trata de la primera mujer que ocupará esa cartera fundamental para el gobierno boliviano. Milita en el MAS desde 2005 y fue jefa de gabinete de Arce en su paso por el ministerio de Economía.
En su discurso de posesión, Prada indicó que el país se encuentra "en etapa crítica" y que "no es momento de enfrentamientos". Anticipó que a la nueva administración le toca "sanar heridas, porque venimos de sentir miedo, incertidumbre, luto en las familias en cada uno de los rincones del país". Destacó que "hay dolor en las familias, comunidades y ciudades, pero también hay esperanza", enfatizando el compromiso de luchar "contra todo tipo de violencia contra la mujer".
Otro nombramiento importante es el del canciller Rogelio Mayta, quien fue abogado de las víctimas de la llamada "masacre de octubre", una etapa oscura de la historia boliviana que tuvo lugar en 2003. Una serie de masivas protestas terminaron con la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, responsable de las más de 60 muertes que dejó la represión de aquellas manifestaciones contra la decisión del exgobernante de exportar gas natural boliviano a Estados Unidos a través de un puerto chileno, en un momento en que la cobertura de la red de gas en Bolivia era mínima.
En Economía fue designado Marcelo Montenegro, exjefe de Análisis y Estudios Fiscales en esa misma cartera. También fue presidente del Banco de Desarrollo Productivo, brazo operativo del presidente aunque de perfil bajo. En tanto, el ministerio de Justicia será ocupado por el joven abogado Iván Lima, exmagistrado del Tribunal Supremo de Justicia que señaló en varias oportunidades la necesidad de encarar una profunda renovación de la justicia en Bolivia y Latinoamérica.
En el ministerio de Defensa el elegido fue el exparlamentario y expresidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo. Para la cartera de Salud, muy importante en tiempos de pandemia, fue nombrado Edgar Pozo, reconocido médico y director del Instituto Nacional del Tórax. El ministerio de Planificación del Desarrollo quedó a cargo de Felima Mendoza, exfuncionaria del ministerio de Economía, mientras que la socióloga Verónica Navia Tejada se hará cargo del ministerio de Trabajo.
Para la politóloga Helena Argirakis, el nuevo gabinete de Arce refleja "la búsqueda de equilibrios así como el mantenimiento de ciertos rasgos fundamentales que caracterizan al MAS respecto a la diversidad del bloque nacional popular". Consultada por PáginaI12, Argirakis destacó la presencia de un equilibro entre "la experiencia y la innovación, la diversidad regional del país y la formación profesional, política, sindical y social".
En tanto, el analista político Marcelo Arequipa destacó que la "sorpresa" es "la idea de una combinación bien potente entre jóvenes muy bien preparados pero además con una identidad bien marcada, producto de la década de ascenso a las clases medias". En tanto el sociólogo Juan Carlos Pinto aseguró que "se hizo justicia con algunos compañeros que siempre estuvieron, antes y ahora, como los casos de Prado, Lima, Mayta y Novillo. Respecto a las caras nuevas, Pinto aseguró que "habrá una exigencia para combinar representación con capacidad de gestión".