Un conductor a bordo de un camión robado mató ayer a cuatro y otras doce resultaron heridas en una calle peatonal del centro de Estocolmo y estrelló el vehículo en un centro comercial de la capital sueca, en un presunto “ataque terrorista”, informaron la policía y el primer ministro de Suecia, Stefan Lofven. La policía también indicó que detuvo a una persona vinculada con lo que las autoridades consideran un atentado.
“¡Corran, corran!”, gritó la policía a quienes estaban en la calle comercial de Drottninggatan. Situada en el corazón de Estocolmo, la zona se llena los viernes por la tarde de personas que hacen sus compras para el fin de semana y de turistas de paseo. Poco antes de las 15, un camión se lanzó contra la multitud y desde ahí hacia el centro comercial de Ahléns.
Poco después, imágenes de la televisión mostraban a personas aterrorizadas huyendo. “Fue terrible. Había grandes cantidades de sangre en la calle, personas tiradas por todas partes”, relató una testigo a la televisión sueca entre lágrimas. “Si hubiera llegado un minuto más tarde, me habría atropellado. Vi a personas que luego murieron”, dijo la sueca. “Una mujer estaba allí con su bebé en brazos y parecía paralizada”, dijo un hombre a la televisión. Cuatro personas murieron, según medios locales, y numerosas resultaron heridas. Pero por el momento no está claro cuántas.
Una nube de humo ennegrecía el cielo en el lugar de los hechos, acordonado por la policía, según las imágenes de las televisiones. Varios helicópteros sobrevolaban el centro de la ciudad. El autor del atentado había robado el camión aprovechando “una entrega en un restaurante’’, declaró una portavoz de la empresa Spendrups, Rose-Marie Hertzman. La cervecera sueca Spendrups confirmó que el camión utilizado en el presunto ataque pertenece a la compañía y que había sido robado esa mañana.
La policía anunció el cierre de toda la red de metro, después del ataque que se produjo cerca de la estación T-Centralen, por donde pasan todas las líneas de Estocolmo. Varios sectores del centro de Estocolmo y el sistema de transporte fueron cerrados después de que el camión embistiera una multitud y luego se empotrara en un centro comercial.
El vocero de la policía de Estocolmo, Lars Bystrom, reveló también a la televisión pública SVT la detención de un sospechoso que ya había sido cuestionado aunque no pudo confirmar si se trata de la misma persona que aparece en las dos fotografías difundidas horas antes por la cúpula policial. Previamente, el diario Aftonbladet informó que un hombre había sido detenido en Marsta, en el norte de la capital sueca. El hombre presentaba “heridas leves” y se atribuyó la responsabilidad del ataque, agregó.
Las autoridades sanitarias regionales habían informado minutos antes de un muerto y 15 heridos, nueve de ellos graves, aunque esa cifra solo se refiere a las personas atendidas en centros hospitalarios y no incluye a quienes pueden haber muerto en el lugar del ataque .Las autoridades recomendaron a los ciudadanos que eviten el centro de la capital y las multitudes, mientras que los hospitales de Estocolmo se declararon en estado de “catástrofe”.
“Suecia ha sido atacada. Todo apunta a un atentado terrorista”, declaró en una breve comparecencia Lofven, quien envió su pésame “a las víctimas, sus familias y los heridos”. El premier, que se dirigía a la ciudad de Gotemburgo, en el oeste del país, anunció que regresará de inmediato a la capital para seguir de cerca la evolución de los acontecimientos.
Lofven dijo que el supuesto ataque había dejado dos muertos y que una persona había sido arrestada, pero la policía luego lo desmintió.
Suecia es uno de los países que participa de la coalición internacional que bombardea en Irak al grupo islamista Estado Islámico (EI), que reivindicó ataques con camión o vehículos que dejaron decenas de muertos en Francia y Alemania el año pasado y en Londres, el mes pasado.
La agencia SAPO estima que alrededor de 300 ciudadanos suecos viajaron a Medio Oriente en los últimos años para luchar junto al EI, incluyendo a 137 que regresaron al país nórdico.
El Parlamento y gran parte del centro de Estocolmo fue cerrado, mientras los organismos de seguridad trabajan para esclarecer el hecho. Las imágenes de la TV sueca mostraban decenas de personas corriendo para refugiarse de la trayectoria del vehículo que a su paso iba golpeando y atropellando gente a diestra y siniestra. En las redes sociales, en tanto, circularon profusamente imágenes de los heridos y de gente huyendo del vehículo a la carrera.
El ataque, que aún no fue reivindicado por ninguna organización, tiene el sello del grupo islamista radical Estado Islámico (EI), que en el número tres de su revista Rumiyah (Roma), publicado en diciembre pasado, llamó a cometer ataques con camiones porque “son como cuchillos, extremadamente fáciles de adquirir” y no levantan sospechas. La modalidad del camión ya fue utilizada por atacantes suicidas en atentados anteriores.
Los hechos recuerdan los ataques perpetrados en Londres, Berlín¡n y en Niza, en el sur de Francia, cuyos autores embistieron a una multitud con vehículos. El 22 de marzo, Khalid Masood, un británico de 52 años convertido al islam y conocido por los servicios de seguridad, mató a cinco personas en la acera del puente de Westminster en Londres al atropellarlas con un coche alquilado, antes de apuñalar a muerte a un policía delante del parlamento. El autor del ataque, reivindicado por el grupo jihadista Estado Islámico (EI), fue abatido por la policía. En diciembre, 12 personas murieron después de que un hombre utilizara un camión robado para lanzarse contra la gente que paseaba por un mercado de Navidad en Berlín. El ataque más mortífero de este tipo en los últimos meses fue el del 14 de julio de 2016, en Niza, cuando una persona atropelló a una multitud que asistía a los fuegos artificiales con motivo de la fiesta nacional francesa. El atentado, reivindicado una vez más por el EI, causó 86 muertos.