Estados Unidos avisó ayer que está dispuesto a ir más lejos en Siria tras lanzar su primer ataque contra el régimen de Bashar al Assad, que dejó al menos nueve civiles, entre ellos cuatro chicos, y seis soldados muertos. El presidente de siria, Bashar al Assad calificó el hecho de agresión y acusó a Washington de haberse convertido, con su acción, en socio del extremismo islámico. Mesurado, Rusia, principal aliado y sostén de Assad, denunció el ataque en Naciones Unidas como “un acto de agresión ilegítimo”. 

“Estados Unidos tomó anoche un paso muy calculado. Estamos preparados para hacer más, pero esperamos que no sea necesario”, aseguró la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley. Su discurso cerró las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos en una tensa sesión convocada de urgencia después del bombardeo.  “Nuestro Ejército destruyó la base aérea desde la que se llevó a cabo el ataque químico de esta semana. Estábamos totalmente justificados para hacerlo”, subrayó Haley y agregó: “La mancha moral del régimen de al Assad ya no podía seguir sin respuesta y sus crímenes contra la humanidad ya no podían encontrarse con palabras vacías”. Y aseguró, además, que tanto Irán como Rusia tienen responsabilidad en el ataque químico del pasado martes por su defensa del gobierno sirio.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que el bombardeo es una respuesta decisiva, justificada y proporcional que fue aplaudida por la comunidad internacional. El portavoz dijo desde West Palm Beach (Florida), donde el presidente estadounidense, Donald Trump, se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, que el mensaje enviado es “muy claro”. “El presidente cree que el gobierno sirio y el régimen de Assad debe cumplir los acuerdos para no utilizar armas químicas”, indicó en una rueda de prensa y esquivó aclarar si Washington llama al líder sirio a abandonar el poder. Spicer aseguró que la Casa Blanca considera que el ataque fue autorizado por el presidente Trump de manera adecuada y en base a consideraciones de seguridad nacional en la región y por la inmensa importancia humanitaria. “Si ven la respuesta de la comunidad internacional, ellos entienden que Estados Unidos actuó de manera apropiada y en la mayoría de casos la acción del presidente ha sido alabada por todo el mundo”, añadió. 

A su vez, la Presidencia siria dijo que el ataque, que según Estados Unidos fue en represalia por un supuesto bombardeo con armas químicas que esta semana dejó decenas de muertos en Siria y que atribuye a Damasco, es un acto irresponsable e imprudente que revela ceguera política y militar ante la realidad. En un comunicado, la Presidencia dijo que Estados Unidos se dejó arrastrar ingenuamente por una campaña de propaganda falsa, en alusión al supuesto ataque químico del martes pasado en la norteña localidad siria de Khan Shaykhun, que Washington usó como justificación de su bombardeo.

La propaganda, según la Presidencia siria, alimentó la “arrogancia” de Estados Unidos y le llevó a cometer una “orgía política y militar imprudente”. No obstante, consideró que al atacar a un país soberano, Estados Unidos mantiene su política de “atacar países, someter pueblos e intentar controlar el mundo”. Asimismo, reiteró que “este acto vergonzoso” aumentó la determinación de Siria en su lucha contra el terrorismo en cualquier parte del país.

Más temprano, en un comunicado difundido por la TV estatal, un vocero de la Comandancia del Ejército sirio dijo que el ataque contra la base aérea de Shayrat provocó al menos seis muertos entre los soldados, decenas de heridos y grandes pérdidas materiales. “El ataque hace de Estados Unidos un socio del Estado Islámico (EI) y del Frente Al Nusra (la filial siria de la red Al Qaida)”, prosiguió el vocero, que subrayó que se trata de una acción ilegal y contraria al derecho internacional. Según la Comandancia, el bombardeo está en la línea de la estrategia estadounidense, que desde el primer día pretende debilitar las capacidades militares de Siria en su lucha contra los grupos islamistas radicales que buscan derrocar al presidente al Assad desde 2011. “La respuesta de Damasco, será insistir en su deber nacional de defender a los sirios y luchar contra el terrorismo y establecer de nuevo la seguridad en Siria”, agregó el comunicado.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que: “Los ataques estadounidenses son una agresión contra un Estado soberano y una violación del derecho internacional, con un pretexto inventado”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Además, Rusia denunció ayer en la ONU que el reciente ataque de Estados Unidos es un acto de agresión ilegítimo y advirtió de las consecuencias extremadamente graves para la estabilidad internacional que pueden tener esas acciones. “Se trata de una flagrante violación de la ley internacional”, afirmó el representante ruso ante el Consejo de Seguridad, Vladimir Safronkov. “La acción de Estados Unidos sólo puede facilitar el fortalecimiento del extremismo”, continuó. Safronkov, en una intensa intervención ante el Consejo, expresó la fuerte condena de su país por estas ilegítimas acciones en contra de la soberanía territorial de un país. “Las consecuencias de esto para la estabilidad regional e internacional pueden ser extremadamente graves”, agregó el diplomático, a tono con las reacciones que hubo en Moscú. El representante ruso aprovechó para criticar a los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia por tener “una paranoica idea” para derrocar al gobierno soberano de Siria, y echó en cara a esos países sus acciones no diplomáticas.  

La agencia de noticias estatal siria SANA informó ayer que al menos nueve civiles, entre ellos cuatro niños, murieron y otros siete resultaron heridos en el bombardeo estadounidense contra la base, ubicada en la provincia central de Homs. Las víctimas civiles se encontraban en los pueblos de Al Hamrat, Al Shayrat y Al Manzul, situados en los alrededores de la base área de Shayrat, dijo SANA. La agencia de noticias agregó que el ataque causó también una gran destrucción en las viviendas de esos pueblos de la provincia de Homs, según fuentes civiles consultadas. En Al Shayrat cayeron dos misiles Tomahawk que provocaron la muerte a cinco civiles, entre ellos tres niños, mientras que en Al Hamrat, murieron otras cuatro personas, entre ellos un menor, por el impacto de un misil, según la agencia. En la localidad de Al Manzul, ubicada a cuatro kilómetros de la base aérea, resultaron heridas siete personas, según la fuente. 

Las autoridades de Damasco reconocieron que llevaron a cabo el bombardeo contra la localidad de Khan Shaykhun, en la norteña provincia de Idleb, el martes pasado, pero negaron de manera categórica el uso de armas químicas. Según su versión, golpearon un depósito de armas químicas del Frente Al Nusra introducidas de contrabando a la provincia de Idleb desde la frontera con Irak y Turquía y que habían escondido en áreas residenciales de Khan Shaykhun. Al menos 84 personas, entre ellas 27 niños, murieron y otras 546 resultaron heridas en el presunto ataque químico de esta semana en Idleb.