Argentina, junto a los gobiernos de Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, condenó ayer en Buenos Aires el uso de armas químicas en Siria, y, sin hacer referencia directa al ataque con misiles de Estados Unidos, avaló las acciones para prevenirlo respaldadas por el Derecho Internacional. 

Los siete países suscribieron un comunicado oficial conjunto, difundido por la canciller argentina Susana Malcorra, en el marco de la reunión que mantuvieron para lanzar un proceso de integración comercial entre los bloques del Mercosur y la Alianza del Pacífico. Brasil, presente en el encuentro, no firmó el documento. “Los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay manifiestan su profunda preocupación ante la escalada de violencia en Siria y condenan enérgicamente el inhumano empleo de armas químicas en Siria en contra de la población civil, en particular niños”, señala el documento leído por Malcorra en una conferencia de prensa en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina. 

“El uso de armas químicas es un crimen de lesa humana y un crimen de guerra, proscrito por los tratados internacionales (...), por lo que las acciones para prevenir esa clase de atrocidades deben ser respaldadas por toda la comunidad internacional, de conformidad a las normas del Derecho Internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas”, sostiene el comunicado. “Hacemos un llamado a todas las partes involucradas, incluidos los actores con influencia en la región, a ejercer la mayor prudencia para evitar una escalada en las tensiones y para encontrar una solución política en la muy compleja situación en Siria bajo los auspicios de las Naciones Unidas”, concluye el comunicado de las siete naciones latinoamericanas.

Luego, el gobierno brasileño por su parte defendió una solución a la crisis en Siria basada en el diálogo efectivo y el pleno respeto al derecho internacional. “El gobierno brasileño manifiesta su preocupación con la escalada del conflicto militar en Siria y reitera su consternación con las noticias del empleo de armas químicas en el conflicto sirio”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. Pese a que en su nota no menciona el bombardeo de Estados Unidos la cancillería brasileña reiteró la necesidad de que la solución a la crisis en ese país sea buscada con pleno respeto al derecho internacional. 

Por otro lado, Bolivia criticó en el Consejo de Seguridad de la ONU el ataque de Estados Unidos y acusó a Washington de convertirse en “investigador”, “fiscal”, “juez” y “verdugo”. De la misma manera, el gobierno de Venezuela rechazó el bombardeo y dijo que esta acción es una agresión a la soberanía del país árabe. Mientras que, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó su apoyo a las acciones de Estados Unidos. “Colombia respalda la acción que tomó ayer Estados Unidos. Siempre y cuando se haga dentro del derecho internacional”, dijo el jefe de Estado en Cartagena de Indias. En la misma línea, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, respaldó al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, en su decisión de atacar. Kuczynski dijo que existe la sospecha de que el presidente de Siria, Bashar Al Assad, usó venenos químicos y mató a un montón de chicos. 

Por su parte, la ONU reiteró su firme condena al uso de armas químicas y confirmó que una misión de Naciones Unidas comenzó las investigaciones sobre las denuncias del ataque químico. La posición fue planteada por el responsable de Asuntos Políticos de la ONU, el estadounidense Jeffrey Feltman: “Es importante que el consejo envíe un mensaje fuerte y colectivo para que cualquier uso de armas químicas no sea tolerado y si se usa habrá consecuencias”, afirmó Feltman. 

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que Siria se convirtió en un conflicto armado internacional. “Cualquier intervención militar de un país en el territorio de otro Estado sin su consentimiento es un conflicto armado internacional”, confirmó un portavoz del CICR. “Los principios humanitarios siguen siendo los mismos: los países deben tomar las medidas posibles para evitar ataques y daños a la población e infraestructuras civiles”, recalcó.