La reciente ola de contagios trajo, aquí en Europa, de nuevo diversas restricciones, algunas comprensibles y otras no tanto. En el deporte, mientras el fútbol ultra profesional de las mayores ligas sigue su marcha sin inmutarse, y otros deportes intentan crear "burbujas", término de moda, que significa mucho y nada a la vez, la mayoría del espectro deportivo del continente se cierra nuevamente.
No importan tanto entonces que las estadísticas nos digan hoy que menos del uno por ciento de los contagios es fruto de eventos o entrenamiento deportivo, o que los niños y adultos necesitan para su salud física y psicológica el ejercicio frecuente.
Un diario de Girona, España, tituló en los últimos días ante los nuevos cierres: "Están matando al deporte de base". Sin embargo, en muchos países, los boliches han permanecido más meses abiertos este año, que las piletas y gimnasios.
Poco ingenio, y poca capacidad de convencer en los encargados políticos del deporte básico, el más importante para la sociedad. Son los tristes resultados, de esa escasa fuerza política, de poder económico y lobby que el deporte amateur no parece registrar ni en Europa, ni por supuesto en Argentina.
Ojalá que el título del periódico de Girona, no se convierta en un futuro en la triste realidad.
* Ex Director Nacional de Deportes.