Emilio Monzó está moviendose en provincia para ser candidato el año próximo. Y, si los números lo acompañan, para ir por la gobernación en 2023. Recelado por distintos sectores del PRO, buscó recomponer su relación con la ex gobernadora María Eugenia Vidal. No lo hizo, en cambio, con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien dijo públicamente que a Monzó lo consideraba ya afuera del espacio. No obstante, el ex titular de Diputados metió ruido en el Grupo Dorrego -que reúne a los intendentes PRO- cuando se reunió con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, uno de los fundadores del espacio que comparten los jefes comunales.
Fue una movida de ajedrez en un tablero donde el final no está claro. Monzó quiere ser el candidato, pero también se postula para ese lugar Jorge Macri, quien tiene mucho más ascendencia sobre el partido provincial. Y, desde la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta todavía piensa en tallar con un candidato propio: Diego Santilli. A su vez, Vidal sigue siendo una figura de peso en todas las decisiones que se toman en el territorio bonaerense: fue la primera en destronar al peronismo en muchos años y conserva un caudal de votos.
En ese esquema, la visita de Monzó a uno de los intendentes el Grupo Dorrego fue leída como un acercamiento entre esos espacios. No obstante, fuentes de ese espacio indicaron que fue una iniciativa que tomó Valenzuela por su cuenta. De hecho, el intendente de Tres de Febrero fue el primero en difundir en el encuentro. "Con Monzó compartimos reflexiones sobre los desafíos de la gestión pública en la provincia y en el país. Se necesita un amplio consenso para poder hacer los cambios estructurales que permitan salir adelante de una vez por todas", tuiteó Valenzuela.
Monzó correspondió la gentileza con otro tweet. "Gracias Valenzuela por el intercambio de ideas sobre la provincia. Siempre es enriquecedor el diálogo con intendentes como vos, que prestigian la política y la gestión", le tiró flores. El encuentro no puede dejar de leerse en el plan de Monzó de reunir concejales, diputados y senadores bonaerenses detrás de su proyecto como gobernador. "Me gustaría ser gobernador de la provincia de Buenos Aires", había dicho en una serie de reportajes hace algunas semanas, en las que también cuestionó a Mauricio Macri y consideró que debía pasar a retiro junto con Cristina Fernández de Kirchner.
“Emilio se viene jugando hace tiempo con intendentes, él es parte de Juntos por el Cambio con su identidad, viene del peronismo como tantos otros y seguiremos trabajando así”, advirtió el diputado Sebastián García De Luca en declaraciones radicales. El dirigente advirtió que "el espacio necesita una oxigenación a futuro si queremos volver al poder en tres años”.
La movida no dejó de despertar ruido en el Grupo Dorrego. Si bien hubo quien intentó presentar el encuentro como una reunión con ese espacio, lo cierto es que fue una iniciativa de Valenzuela, que no fue articulada con el resto. Valenzuela tiene una relación de años con Monzó. En el espacio destacaban que la intención del intendente es tender a un "amplio consenso, y la reunión con Emilio Monzó va en esa línea, como la de cualquier otro dirigente de diálogo que se acerque a sumar y otorgar su cuota de experiencia y dedicación".
Es posible que Jorge Macri no vea con tan buenos ojos ese encuentro: de hecho, vienen siguiendo de cerca la intención de Monzó de fracturar los bloques de concejales de Juntos por el Cambio. Hace algún tiempo, luego de una serie de críticas que hizo Monzó a Juntos por el Cambio, le retrucó: "Yo no siento que Emilio Monzó sea parte de nuestro espacio político. Él tiene desde hace tiempo la voluntad de generar conflicto y dividir nuestro espacio político. De hecho en la Provincia no es parte de nuestro espacio político. Sus diputados rompieron el bloque y tienen uno distinto al nuestro, no tomo la palabra de Monzó como una palabra autorizada de nuestro espacio".