A una semana de las elecciones en Estados Unidos, el presidente Donald Trump sigue sin admitir su derrota frente al demócrata Joe Biden: atrincherado en la Casa Blanca se mantiene en su intención de bloquear el proceso de transición. El lunes por la noche el fiscal general, William Barr, autorizó al Departamento de Justicia a investigar si hubo fraude en las elecciones del tres de noviembre.
"Estamos haciendo grandes progresos. Los resultados empezarán a llegar la próxima semana. ¡Volvamos a hacer grande a Estados Unidos!", tuiteó Trump al respecto. Minutos más tarde completó la faena con un escueto "Ganaremos".
A la acusación de fraude carente de pruebas se sumó el secretario de Estado Mike Pompeo. Cuando periodistas le preguntaron si habrá una transición tranquila entre el actual gobierno y el de Biden, Pompeo afirmó: "Habrá una transición tranquila... hacia un segundo gobierno de Trump".
Para ganar las elecciones en los tribunales, Trump debería dar vuelta el escrutinio en estados como Pensilvania, Georgia, Nevada o Arizona. En todos esos estados, Biden ya fue declarado ganador o lidera el escrutinio de forma clara.