El Gobierno nacional ratificó ayer su voluntad de ir avanzar hacia un modelo de mayor liberalización comercial. Fue en un encuentro en el que se confeccionó una “hoja de ruta” para aumentar la integración comercial entre el Mercosur y los países que integran la Alianza del Pacífico, que cuentan con economías con bajo grado de desarrollo industrial y son muy dependientes de la importación de productos terminales desde los Estados Unidos y China. En paralelo, el Mercosur negocia un acuerdo comercial con la Unión Europea. En la reunión que tuvo lugar ayer en el Palacio San Martín dieron el presente cancilleres y ministros de varios países de la región, aunque se ofrecieron de portavoz la titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, y su par chileno, Heraldo Muñoz, quienes están a cargo de las presidencias pro tempore del Mercosur y de la Alianza del Pacífico, respectivamente.
Mientras en la coyuntura económica local el Gobierno enfrenta el dilema de respetar su convicción liberal en el terreno comercial o continuar con la administración de importaciones ante los problemas de empleo y cierre de empresas, en la arena internacional los funcionarios despliegan con más naturalidad su programa. Uno de los mayores exponentes en ese sentido es el secretario de Comercio, Miguel “Mike” Braun, quien manifestó en reiteradas oportunidades que considera que un modelo a seguir es el de México, que tiene una economía atada al desenvolvimiento de los Estados Unidos.
“Tuvimos una muy fructífera conversación entre Mercosur y Alianza del Pacífico. Tenemos que trabajar en las cuestiones que hacen que no nos integremos como corresponde, porque hay mucho potencial. En lo que respecta al comercio, por ejemplo, estamos muy por debajo de nuestras potencialidades”, planteó ayer la canciller Malcorra. En tanto, Heraldo Muñoz dijo que “nos comprometimos a seguir avanzando en la integración, en momento en que reina la incertidumbre a nivel internacional y se observan actitudes proteccionistas e incluso xenófobas”, en aparente alusión al presidente de Estados Unidos Donald Trump. También aclaró que el novedoso acercamiento entre bloques no implica licuar la trascendencia de la Unsar, que igualmente en los hechos ha perdido relevancia ante el cambio de signo político en Argentina y Brasil.
El encuentro de ayer es leído como una consecuencia de la nueva política proteccionista de los Estados Unidos, que obliga a México, una de las tres economías más importantes de América latina junto a Brasil y a Argentina, a mirar más hacia el sur, un ejercicio que tenia olvidado a partir del funcionamiento del Nafta, el acuerdo de libre comercio de América del Norte.
“Hay enormes oportunidades en la relación comercial de los bloques. El objetivo es eliminar a la brevedad los obstáculos, inconvenientes e inhibiciones que traban el comercio intraregión”, siguió Malcorra. Al encuentro también asistieron los cancilleres de Brasil, Uruguay y Paraguay, por el lado del Mercosur, y de Colombia, México y Perú, además de Chile, en representación de la Alianza del Pacífico. Los funcionarios aclararon que no está bajo consideración “fusionar” ambos bloques, aunque sí la eliminación de barreras no aduaneras y las medidas paraarancelarias y “acercarse al libre mercado”. Para justificar ese objetivo, detallaron que “el comercio intrarregional de América latina es del 18 por ciento de su comercio total, por un valor de 33 mil millones de dólares, inferior a 69 por ciento de comercio intrarregional de la Unión Europea y el 55 por ciento de Asia”.