El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, aseguró que el gobierno nacional pretende tener "la mejor relación posible” con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, y adelantó que espera contar con su apoyo en la negociación con el FMI. El canciller también se refirió al rol de la OEA en procesos políticos como el de Bolivia al sostener que "su función es denunciar golpes, no patrocinarlos".
La dura reflexión sobre la actuación de Luis Almagro, como titular de la Organización de Estados Americanos, se realizó en el marco de la importancia del surgimiento de "una nueva conciencia de integración en Sudamérica". En ese sentido, Solá celebró el triunfo de Luis Arce en Bolivia. A partir de allí es que el canciller criticó con dureza a la OEA por su responsabilidad en el golpe de Estado a Evo Morales el año pasado: "Lo que ocurrió en Bolivia no hubiese sido posible sin la anuencia de la OEA. Su función es denunciar golpes, no patrocinarlos", dijo a través de sus redes sociales.
En una entrevista radial, Solá reflexionó sobre los vínculos que se pueden generar con el presidente electo de los Estados Unidos. Al respecto dijo que "tenemos un mayor grado de seguridad de que va a haber más apoyo con la administración Biden que con la administración Trump", afirmó.
"Tanto el Presidente como la Cancillería y otros ministros hicimos tuits felicitando a Biden por su victoria. No hubo contacto personal todavía pero la victoria está plenamente reconocida", sostuvo Solá y agregó que el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos había representando un "alivio". El canciller contó que, durante la gestión de Donald Trump, el gobierno argentino había "sondeado" a la administración norteamericana para obtener un apoyo más explícito en lo que fue el proceso de renegociación de la deuda con bonistas extranjeros. Si bien aclaró que no se había realizado "un pedido oficial", Solá comentó que "se le pidió ayuda al Departamento del Tesoro, por su por su cercanía con los administradores de los bonos, y no hubo ninguna respuesta".
"Esperamos tener la mejor relación posible con Estados Unidos", aseguró Solá. "Es absurdo imponer ideología en la relación con cualquier país, sobre todo con los Estados Unidos. Nosotros necesitamos liberar temas comerciales", agregó. "Para citar un ejemplo: se nos cerró el mercado del biodiesel, que son 1.200 millones de dólares por año. Nos quitaron ese mercado exclusivamente por razones vinculadas a los productores norteamericanos, que son menos competitivos que los nuestros", sostuvo y, finalmente, destacó: "Estados Unidos es el primer inversor externo directo en la Argentina".
Profundizando sobre la relación de los últimos años con Estados Unidos, Solá se refirió la decisión de Washington de impulsar su propio candidato para la presidencia del BID, rompiendo la tradición que indicaba que siempre se elegía a un candidato latinoamericano. "En septiembre nos opusimos a la elección de un norteamericano en el BID, y, en ese caso, quisimos expresamente dejar una marca, porque era una imposición que iba más allá de lo debido y ese fue un momento de tensión”, explicó. Consultado por la postura que adoptó el país frente a la crisis en Venezuela, consideró que la Argentina "se movió con independencia, por un lado denunciando los bloqueos externos y por el otro la violación a los derechos humanos, las dos cosas simultáneamente". En este sentido, advirtió que, durante la gestión de Trump, estaba la idea de que "la única razón por la cual (los países de la región) debíamos juntarnos o no era Venezuela, y era ridículo".