Enrique Lynch, filósofo, ensayista, editor y docente argentino, falleció ayer a los 72 años en Barcelona, ciudad a la que arribó en 1976 como exiliado y donde desarrolló buena parte de su trayectoria académica. Autor de numerosos títulos que cruzan filosofía y literatura (La lección de Sheherezade, Prosa y circunstancia), Lynch murió a causa de un cáncer, poco después de haber presentado el libro Ensayo sobre lo que no se ve. Además, se desempeñó como crítico cultural en Babelia (suplemento del diario El País) y tradujo a autores de la talla de Hobbes o Foucault. En el prólogo de su última producción escribió en tono humorístico: “Al menos no será póstumo”.