La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó ayer la apelación a su procesamiento en la causa conocida como Los Sauces. El abogado de CFK, Carlos Alberto Beraldi, rechazó todas las acusaciones pero arrancó su texto señalando que el procesamiento dictado por el juez Claudio Bonadío es nulo: “desde el inicio de estas actuaciones resultaba claro que usted no era competente para entender en esta causa. Así lo puse de manifiesto de distintas maneras. Ahora de manera totalmente sorpresiva usted terminó reconociendo lo que se había postulado desde un primer momento, esto es, que no era competente para intervenir en la causa. La resolución de un juez que se declara incompetente es nula”.
El recurso se presentó ante el propio Bonadío y llegará luego a la Cámara Federal, que antes de resolver convocará a una audiencia donde las partes –hay 21 procesados– presentarán sus argumentos. Beraldi sostiene que el juez se limitó a transcribir lo que dijeron los imputados en sus indagatorias y ocupó en eso más de 41 páginas, pero que en el escrito de procesamiento no contestó a ninguna de las defensas, ignoró todo lo que se argumentó. En ese terreno, el letrado remarcó que el juez realizó 40 allanamientos a todas las propiedades de Los Sauces y en cada caso encontró a los inquilinos ocupando los inmuebles, de manera que no se trató ni de alquileres ficticios ni de alquileres con sobreprecios. Ese argumento es uno de los que el magistrado no respondió. Tampoco hay contestación –dice Beraldi– al hecho de que todas las propiedades están declaradas, pese a lo que se ha hecho trascender en la prensa; se pagaron los impuestos correspondientes y figuran en las actas de la sociedad. Se alega que Los Sauces tiene tres domicilios. Beraldi contesta que en los allanamientos se comprobó que un domicilio es el legal, el otro la vivienda de Máximo Kirchner y el tercero el domicilio del estudio Manzanares, que es el que facturaba y cobraba los alquileres. No hay domicilio ficticio.
La defensa reiteró un dato ya mencionado por CFK: Bonadío le imputó pertenecer a la asociación ilícita a Florencia Kirchner a partir de 2003, cuando la hija de los ex presidentes tenía 12 años. Cuando se constituyó Los Sauces, Florencia tenía 16. Pero ahora le adjudica ser una de las jefas de la asociación ilícita –junto a CFK y Máximo–, siendo que todo lo ocurrido es que heredó de sus padres los bienes que están en Los Sauces. Beraldi acota que resulta insólito que a los integrantes de la asociación ilícita se los imputa por hechos lícitos: alquilar propiedades, firmar contratos, suscribir escrituras, cobrar, firmar y depositar cheques. El letrado considera “increíble que se incluya en la asociación ilícita a tres escribanos que lo único que hicieron fue legalizar firmas, confeccionar escrituras y realizar otros actos lícitos propios de su función notarial”.
Bonadío detalla en el procesamiento que una de las características de la asociación ilícita es la de producir “intranquilidad pública y poner en peligro la paz social”. Beraldi se pregunta: “¿cómo puede ser que el pago de alquileres, que en todos los casos se trató de dinero que estuvo bancarizado, haya producido intranquilidad pública?”.
“La instrucción de esta causa es un mero montaje –concluyó el abogado de Cristina– que inevitablemente iba a terminar como se imaginaba: con el procesamiento de todos los imputados, decisión que naturalmente ya estaba tomada al inicio de este proceso. Eso sin importar las pruebas, que en todos los casos demostraron que no existió delito alguno”.