El proyecto es llegar a un acuerdo con la mayoría de los representantes de la educación superior, que contemple todos los actores y escenarios posibles, para tener una nueva ley. Parece ser una idea por demás quijotesca, pero como dijo una vez el escritor, filósofo y rector de la universidad de Salamanca, Miguel Unamundo: “Solo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible”.
Para lograr esta epopeya, los organizadores de los Cabildos Abiertos por la Soberanía Educativa comenzaron por “charlar, escuchar, sumar y articular entre todos los que conforman el universo de la cúspide educacional, para encontrar las ideas fuerza que hagan a una ley que represente y potencie una educación superior con perspectiva inclusiva y desarrollista.
Los Cabildos son espacios de debate y discusión sobre la educación superior en Argentina. Desde “Ushuaia a la Quiaca”, se intercambian ideas en diferentes claustros de altos estudios conformados por ex ministros de Educación, funcionarios, rectores, decanos, académicos, docentes, estudiantes y dirigentes gremiales de distintas universidades, institutos terciarios y profesorados.
Toda la comunidad educativa puede participar de la convocatoria a través de la cuenta de YouTube de Cabildos Abiertos por la Soberanía Educativa, que tiene una inscripción abierta y cuenta con un promedio de mil asistentes por encuentro regional.
Las diferentes charlas ya tuvieron lugar el 22 de mayo en el nordeste argentino (NEA), donde participaron las universidades de Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa; en el noroeste (NOA), donde el 9 de octubre estuvieron debatiendo las de Santiago del Estero, Tucumán Jujuy, UTN Tucumá; y el 19 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires, en la que debatieron numerosos representantes de casas de altos estudios de la provincia. Pero la discusión no se termina acá: la Ciudad de Buenos Aires tendrá su Cabildo el 14 de noviembre y ya están muy adelantadas las charlas para organizar debates en la zonas de Cuyo y la Patagonia.
Una vez recogidas las múltiples miradas y conclusiones, el 4 de diciembre se realizará un Cabildo Federal Final que reunirá los puntos fundamentales para presentar a las autoridades ejecutivas y legislativas, como base de un anteproyecto para una nueva Ley de Educación Superior (LES), que es una norma de 1995.
Uno de los organizadores a nivel nacional y director ejecutivo del Instituto de Estudios y Formación para la Igualdad, Alejandro Mosquera, contó al Suplemento Universidad cómo nace la idea de llevar adelante estos cabildos regionales: “El presidente Alberto Fernández en su discurso de apertura de las sesiones legislativas convocó a discutir un nuevo marco legal para la educación superior, que deba tener como punto de partida la gratuidad y el ingreso irrestricto. En ese marco, creemos en un proyecto bien federal y que contemple a todos los actores con el objetivo de trabajar consensos alrededor de la necesidad de una nueva LES, bajo los parámetros que dictaminó el Presidente”.
Para Mosquera, los cabildos deben hacer eje en dos puntos: “Primero, buscar un debate profundo y federal que tenga en cuenta cada parte de la comunidad educativa y los saberes que proporcionan desde sus distintos territorios; y segundo, la necesidad de construir un nuevo sujeto de la discusión. Un sujeto participativo, plural y coral que se aleje de concepciones de la educación mercantilista para pensarse en una dimensión más soberana y con un derecho universal a la educación”.
“En el Congreso Federal de diciembre, juntaremos las conclusiones en un documento que reúna las ideas fuerza que deben contener una nueva ley para entregarlo al Ejecutivo y los bloques legislativos”, detalló Mosquera.
Los cabildos se discuten en cinco comisiones o bloques temáticos que funcionan como articuladores de toda la discusión: Fundamentos para una nueva LES; Estructura y articulación entre universidades, institutos, Estado y Ciencia y Tecnología; Organización de gobierno y cogobierno universitario, apuntado a la financiación; Régimen de evaluación y acreditación en discusión; y Formación docente y formación superior. El rol de las universidades e institutos en la Formación de una Ciudadanía crítica del siglo XXI.
Una discusión federal
Consultado por el Suplemento, el ex ministro de Educación del Chaco Francisco “Tete” Romero, que estuvo presente en el Cabildo del NEA, reforzó la idea que estos debates deben “generaran un horizonte de discusión federal”, para encontrar los puntos básicos de una nueva legislación. “El primer Cabildo planteó la necesidad de una LES para el siglo XXI, basada en 3 puntos: primero, la necesidad de una ley en términos de soberanía nacional, científica, tecnológica y en clave de emancipación cultural; segundo, construir el sujeto de la discusión de manera coral y federal; y tercero, no armar el anteproyecto de ley, sino encontrar las ideas fuerza, a partir de un conjunto de experiencias de la coalición democrática”.
“Necesitamos no una ley marco, sino una ley específica, que logre articulaciones dentro de la complejidad del mundo de la educación superior. No solo universitaria, desde luego, sino también la educación superior de las jurisdicciones”, consideró el ex ministro. En este punto hay coincidencia entre los entrevistados: la necesidad de dejar de pensar en una “ley universitaria” para pensar en una “ley de educación superior”. Es decir, que tenga en claro las articulaciones con los profesorados y los terciarios, con diferentes caminos dentro de las trayectorias educativas, que sean complementarias y necesarias.
Al respecto, el rector de la Universidad Nacional de Jujuy, Rodolfo Tecchi, que formó parte del Cabildo de NOA, manifestó que “uno de los ítems nodales fue la necesidad de reforzar la articulación de los dos subsistemas: el sistema público de educación superior y el sistema público jurisdiccional. De manera tal que un alumno que ingresa a un profesorado o a una tecnicatura sepa que en algún momento puede completar el estudio de licenciatura, o al revés, un alumno que entra a una universidad en algún punto puede completar estudios para una tecnicatura”.
“Para esto es importante que las articulaciones no queden a merced de eventuales acuerdos particulares entre universidades e institutos. Creemos que en una próxima legislación se le tiene que dar un marco adecuado. Esto permitiría superar esa falsa dicotomía, que la universidad es una categoría superior, cuando en realidad son otros abordajes, pero con la misma calidad”, profundizó.
Tecchi destacó que desde los cabildos se piensa en “fortalecer el rol de la universidad como un aportante principal al desarrollo del país”, al tiempo que agregó: “Esto está en relación con una redefinición de la autonomía, profundizando ese concepto que viene trabajándose desde la reforma de 1918, dándole además un carácter responsable y desarrollista para el país”.
El rector puntualizó que otro de los temas que se tocaron en el Cabildo del NOA fue “la necesidad de generar espacios de planeamiento del desarrollo del sistema de educación superior” y analizó que “debemos generar criterios que pongan en claro de qué manera debe seguir creciendo el sistema universitario y cómo garantizar el acceso a todos los jóvenes que quieran ingresar porque es su derecho, así que este crecimiento debe estar muy bien planificado”.
Néstor Artiñano, decano de la Facultad de Trabajo Social de Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que estuvo en el debate bonaerense, sostuvo que “el potencial de estos cabildos es poder ir discutiendo en todas las regiones, para después llegar a una síntesis y hacer una propuesta a nivel nacional consensuada por todos los actores de la educación superior”.
En línea con su par jujeño y con Mosquera, el decano platense hizo hincapié en “la educación lejos de la lógica mercantil, necesaria para la articulación y el desarrollo de un modelo de país” y argumentó: “Si algo tiene que quedar en claro es la educación como derecho y no como servicio, y de esa forma estar garantizada la gratuidad, sin margen a confusión. Y a la vez entender a la universidad como lo que es: un potencial de desarrollo y no una isla que genere profesionales que actúen solo en beneficio de intereses profesionales y privados”.
Artiñano subrayó la importancia de todos los sectores que participan: “No es una cuestión solo de los claustros o quienes gobiernan las universidades, hubo mucha participación estudiantil y de los no docentes. Me parece muy importante esta cuestión de la multiplicidad de voces representando a diferentes sectores”.
Entre los presentes destacados, además de rectores, decanos y representantes de estudiantes de todo el país, estuvieron los ex ministros de Educación nacional, Alberto Sileoni y Daniel Filmus; la ex titular de la cartera educativa de Tucumán Silvia Rojkés; la diputada nacional y presidenta de la Comisión de Educación, Blanca Osuna; la presidenta del Consejo Interuniversitario Nacional y rectora de la Universidad del Nordeste Delfina Veiravé; el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares; y los titulares y representantes gremiales, Carlos de Feo por CONADU , Sonia Alesso por CTERA y Sandra Ramal por SUTEBA, entre otros.