Con la reapertura de bares y restaurantes en la Ciudad de Buenos Aires, se restablecen los controles de alcoholemia y estupefacientes que se encontraban suspendidos desde marzo por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que el Gobierno Nacional estableció para controlar la pandemia de coronavirus. 

"Volvemos a hacer controles de alcoholemia en la Ciudad, con todos los cuidados para que no haya riesgo de contagio. Como ya podemos circular libremente, sin restricciones, consideramos que es el momento de que vuelvan para garantizar la seguridad de todos los que circulan, y que nadie tenga que sufrir consecuencias porque otra persona comete la imprudencia de manejar alcoholizado", dijo Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la Ciudad.

Alrededor del 21% de los siniestros fatales registrados en la Ciudad de Buenos Aires, detalló el secretario de Transporte y Obras Públicas porteño, Juan José Mendez, están relacionados con el consumo de alcohol, "por eso es nuestra prioridad estar presente en las calles para garantizar la seguridad vial de todos los actores del tránsito", señaló el funcionario.

"Debemos seguir trabajando para cuidar a los vecinos y vecinas, y para seguir construyendo una ciudad más responsable con el compromiso de que los que decidan tomar, no manejen", agregó.

Los controles estarán acompañados por protocolos para prevenir los contagios tanto de las y los conductores como de las y los Agentes de Tránsito que realicen el operativo. Los mismos fueron elaborados por la Secretaría de Transporte y Obras Públicas junto al Ministerio de Salud de la Ciudad.

Los tres primeros meses de la pandemia, antes del decreto del 19 de marzo que impuso el ASPO en todo el país, se habían llevado a cabo 90.592 controles de alcoholemia en la Ciudad, de los cuales 1.106 (1,2%) resultaron positivos.

El protocolo

Durante los controles, habrá dispuestas dos zonas bien delimitadas. En la primera, habrá un control con alómetro. En la segunda, un test con alcoholímetro que determinará el dosaje de quienes resulten positivos del primer control.

Las y los agentes de Tránsito a cargo del operativo mantendrán la distancia social en todo momento, harán uso permanente de barbijo triple capa, guantes de examinación, máscara acrílica, y dispondrán de alcohol en gel para desinfectarse las manos.  El uso de material preventivo será obligatorio durante todo el control y contarán con material de repuesto para su reposición.

Asimismo, el responsable de manipular el equipo de medición de tipo alcoholímetro, realizará el recambio de guantes entre control y control. 

En primer lugar, se verificará la documentación del conductor. Luego se llevará a cabo el examen con equipo tipo alómetro. A quienes den positivo, se les realizará el test con alcoholímetro para determinar dosaje.

Control con equipo tipo alométrico:

• El o la agente de tránsito colocará su cuerpo de costado y no de forma directa, evitando que exista una línea directa entre ambos.

• Se le explicará brevemente el procedimiento al conductor del vehículo.

• Con un soporte alargador que ayuda a mantener la distancia, se acercará el equipo para que la persona realice el control.

• En caso de haber más de una persona dentro del vehículo, todas deberán usar cubreboca y no retirarlo en ningún momento, con excepción del conductor, para la realización de la prueba.

Control para determinar dosaje con equipo de medición tipo alcoholímetro:

• El o la agente de tránsito proporcionará el material descartable al conductor siendo éste quien debe romper el envoltorio, manipular la boquilla tanto para acoplarla al equipo de medición como también para su posterior retiro.

• Se solicitará al conductor que se acerque lo más que le sea posible al borde de la ventanilla.

• El o la agente de tránsito extenderá de manera completa su brazo y antebrazo alcanzando la mayor distancia posible entre él y el sujeto a examinar tratando de ubicarse a la vez al costado de la ventanilla del conductor para evitar quedar dentro del ángulo de soplo directo.

• Independientemente de cuál sea el resultado del test, la boquilla quedará en poder del conductor, indicando que la misma no sea arrojada en la vía pública.

• En caso que se obtenga un resultado por encima de los dosajes máximos permitidos, además del procedimiento habitual, se solicitará al presunto contraventor que aguarde dentro del vehículo, con el cubreboca colocado, evitando lo más posible la cercanía con el personal del operativo, y se dará aviso de cuándo debe abandonar el vehículo.