El 30 de Diciembre del 2017 Nahir Galarza, de 19 años, se presenta en la fiscalía de Gualeguaychú para confesar un crimen. La madrugada anterior, un remisero llamó a la policía entrerriana. Había encontrado a Fernando Pastorizzo agonizando en la calle General Paz entre Pueyrredón y Artigas, en el barrio Tomás de Rocamora. Cuando llegó la ambulancia, el joven de 21 años estaba muerto. Tenía dos disparos realizados a corta distancia, uno en el pecho y otro en la espalda. El arma homicida era una Browning 9 milímetros semi automática, el arma reglamentaria de Marcelo Galarza, oficial principal de la policía de Gualeguaychú y padre de Nahir.
La ciudad ubicada a orillas del río homónimo se conmociona con lo que durante semanas se conoce en los medios, primero como “El crimen de Gualeguaychú” y más tarde como “el caso Nahir Galarza”. Los periódicos de todo el país tienen un titular para cada día del verano: “Es hija de un policía y mató a su ex novio de 21 con el arma de su papá”, “Chats, mails y redes sociales: así buscan desentrañar cómo era la relación de Nahir Galarza con Fernando”, “A Nahir le niegan la excarcelación por cuarta vez”. Las fotos de una joven blanca, delgada, con rostro angelical y pelo largo extremadamente lacio y rubio, ocupan las pantallas de televisión y las primeras planas de los portales de noticias.
En la ciudad comienzan las manifestaciones para pedir la cabeza de la asesina y un manager de modelos se convierte en el vocero de la familia de Nahir. En abril anuncian que el juicio comenzará en junio, mientras tanto la prensa sigue el minuto a minuto de la joven en la cárcel, nadie quiere perderse un solo movimiento. El 4 de junio del 2018 inicia el juicio. Nahir se convierte en la mujer más joven de la historia de nuestro país condenada a cadena perpetua, técnicamente a 35 años de cárcel de cumplimiento efectivo. Desde la Justicia explican la celeridad de la pena exhibiendo la confesión de la adolescente.
Ricardo Barreda también había confesado el asesinato de su esposa, Gladys McDonald, de sus dos hijas, Cecilia y Adriana Barreda, y de su suegra, Elena Arreche en 1992. Sin embargo la Justicia tardó tres años en condenar al cuádruple femicida. En el caso de Nahir, los seis meses que duró la investigación y la implementación del juicio oral ¿alcanzaron para demostrar, por ejemplo, cuál era el vínculo que mantenía con Pastorizzo, único agravante que justifica la perpetua?
La comparación sirve para mostrar que no todxs somos iguales ante la ley. Entonces ¿Qué sucede cuando la persona que comete un crimen es mujer? ¿Qué discusiones hacia dentro de los feminismos quedan atrapadas entre la imagen de Nahir y su condena?
Comienza la historia de la chica entrerriana condenada, se le imprimen relatos entre la dicotomía ángel o demonio y en julio de ese año se realiza la primera marcha en su apoyo: “No estás sola, te creemos porque sabemos”. El argumento para pedir su absolución en la calle era que la joven había sido víctima de abuso. En septiembre de 2018, mes en el que cumplía los 20 años, habla por primera vez en público. Y en Mayo del año siguiente su defensa pide revisar la condena. En agosto se confirma la cadena perpetua.
Este 2020 cumplen 3 años del asesinato de Fernando Pastorizzo, un muchacho de quien nadie sabe demasiado salvo por los dichos de su padre que dijo que era un buen pibe frente a todos los micrófonos disponibles los meses posteriores al asesinato de su hijo. También se sabe que Fernando y Nahir se conocieron en el colegio al que habían ido juntxs.
El mundo entra en emergencia sanitaria por el Covid19, la defensa de Nahir vuelve a pedir la revisión de la condena y es denegada. Mientras tanto, los medios anuncian que comenzará a filmarse la serie basada en su historia. La pluma que dará vida al guion será la de la escritora Tamara Tenembaum, y los hechos estarán basados en el libro Nahir, la historia desconocida, publicado por editorial Sudamericana y firmado por los periodistas especializados en policiales Mauro Szeta y Mauro Fulco. Pareciera caerse de maduro que la serie llegará en las afiladas garras de Netflix, en donde los policiales tienen su punto fuerte en las escenas vistas a destajo: mostrar mujeres muertas parece ser muy rentable. ¿Por qué esta asesina es la excepción a la regla de los personajes que se construyen para los policiales? ¿Qué hace que a Nahir Galarza le quepa como anillo al dedo al afiche de un policial?
Raquel Hermida Leyenda es la nueva abogada de Galarza, trabaja junto a un equipo interdisciplinario conformado por Enrique Stola, psiquiatra especializado en violencia de género y Alicia Ángela Castro, psicóloga clínica especializada en pericias forenses. “Cuando tomé el caso fue porque analicé primero el recurso extraordinario presentado por el doctor José Ostolasa, me pareció bastante bueno, hace referencia a la falta de perspectiva de género, a la falta de valoración de las pruebas. Me encontré con una causa en donde Nahir estaba sentenciada desde el primer momento que se sentó en el juicio, un juicio en donde hubo amenazas a diversos testigos que hablaban bien de Nahir, de estos testigos dos mujeres fueron denunciadas por falso testimonio. Una psicóloga y una vecina de Nahir. O sea que ningún testigo podía hablar bien de Nahir porque o era amenazada o era denunciada de falso testimonio.”
¿Por parte de quién eran las amenazas?
Las amenazas eran de gente del pueblo, de la ciudad de Gualeguaychú, gente que en teoría apoyaba a Fernando, amigos, normalmente siempre cuando hay una víctima, empieza haber un movimiento a favor de la víctima y ese movimiento a veces es realmente preocupante en cuanto a amenazas. De hecho, una de las amigas de Nahir tuvo que mudarse de Gualeguaychú, no aguantó más las presiones.
¿Se implementó en el juicio la perspectiva de género? ¿Por qué aparecen recién ahora situaciones vividas por Nahir antes de cometer el crimen? ¿La justicia las pasó por alto? Una de estas situaciones es la denuncia de un ataque “en manada” que los padres de Nahir presentaron tres años antes del asesinato. Un hecho que sin dudas marcó la vida de la joven, pero que no se investigó.
Durante el juicio contra Nahir Galarza, la psicóloga Alicia Paday, designada como perito de parte por su defensa, realiza una presentación donde detalla los principales indicadores psicológicos de Nahir. A partir de lo que la joven le relata sobre su relación con Pastorizzo, Paday habla de “un vínculo patológico” en el que él la sometía a ella a violencia "tanto sexual como psicológica y física". ¿Por qué los jueces desestimaron esta declaración de la perito especializada en violencia de género?
Simón Ghiglione, el perito psiquiatra del Poder Judicial entrerriano, expone una versión diferente a la desarrollada por Payday. En su informe, Ghiglione asegura que la joven le habló únicamente de episodios de agresión verbal con Pastorizzo, nunca física, de los que Nahir no dio detalles como fecha y lugar.
Hermida Leyenda dice que habla con Nahir todas las noches, quiere mantenerse fría frente al pedido realizado por su equipo de elevar la causa a la Corte Suprema de Justicia. No habla con la familia, está focalizada en torcer la imagen que se construyó alrededor de su clienta. Trabaja ad honorem y se considera una abogada feminista. Su recurso principal es apuntar a la falta de perspectiva de género en el juicio y asegura que tiene muchos elementos para probar que Nahir no es el demonio que construyeron.
¿Cuáles son los elementos en los que te basas para decir que en este juicio hubo ausencia absoluta de perspectiva de género?
La perspectiva de género es el efectivo cumplimiento del principio de igualdad establecido en el artículo 16 de la Constitución Nacional. En Entre Ríos tanto el tribunal de juicio, como Casación y el Tribunal Superior lo confundieron con violencia de género. En realidad el uso de la palabra género al final de cada uno de los conceptos hizo que lo confundieran y evidenció flagrante desconocimiento. En el caso de Nahir no hubo perspectiva de género porque no se le permitió a la defensa producir algunas pruebas o fueron mal valoradas las producidas, a diferencia de lo que ocurría con el Ministerio Público Fiscal o con los querellantes que eran dos. No había paridad en las partes del proceso, estaba gravemente restringida la actividad de la defensa y yo mirando los videos advierto de mis colegas una sorpresa en cuanto a la negativa a un montón de pedidos que hacía legítimamente la defensa.
¿Existe una denuncia de abuso hecha por Nahir a los 16 años?
Nahir tuvo una denuncia de abuso que se lo cuenta a los padres, la madre no cree mucho en esa denuncia, dudan de ella. Ella se siente muy mal porque evidentemente habían utilizado alguna sustancia para que no pudiera distinguir las caras, pero si le habían quedado marcas en el cuerpo y cicatrices en el alma. De hecho en esta pericia psicológica que ya se llevó a cabo queda claro que los 16 años están marcados por un abuso, pero la mala investigación archivó este aspecto de la causa.
¿Que van a presentar para argumentar que Nahir fue víctima de abuso?
Se van a presentar todas las pericias: la psicológica, la psiquiátrica, la neurológica, la neurocognitiva y una pericia endocrinológica para ver el estado de salud completo de Nahir, para conocerla, porque en realidad, lo que me vendieron los medios de comunicación no tiene nada que ver con la chica con la que hablo todas noches. Yo hablo con una chica sumisa, tranquila, que no quiere llamar la atención. Ellos me hablaban de un trastorno narcisista, que ella quería salir todo el tiempo en televisión, quería ser noticia, nada más ajeno a Nahir, no quiere salir en televisión, quiere pasar desapercibida. Es una chica tímida, emocionalmente ubicada en los nueve años o sea que también hay un relato de que algo pasó a los nueve que hay que investigar. Hay una reiterada problemática a los 16, lo que demuestra que si le hubieran hecho una correcta cámara gesell y un correcto psicodiagnóstico hubiera surgido un abuso a los 16, pero en ese momento la justicia no solo no le creyó si no que tampoco la quiso oír.
¿Qué le pasó a los 9 años?
Es secreto profesional por parte de la psicóloga que hará el informe y lo presentará en breve.
¿Cómo está ahora?
Ella está contenta, tenemos buena relación, es una persona callada, no es la reina de la fiesta, no tiene muchas amistades, es una joven más bien solitaria, muy aniñada en sus comentarios y nada que ver con esto de mostrarse, salir en bikini y aparecer, en realidad, el tema de mostrarse era parte de sus redes sociales y se hizo público por un mecanismo acusatorio, de alguna manera acusandola de ser linda, flaca, tener el pelo lacio y no necesitar planchita. Toda su descripción era contraria a lo que ellos querían ver en una víctima de violencia de género, como si el agresor nos eligiera si somos rubias o morochas a la hora de pegarnos, había una estigmatización por parte de Nahir simplemente por el hecho de ser joven, flaca y linda.
La demonización de Nahir
¿Por qué el caso Nahir generó tanta repercusión en la sociedad y en la opinión pública? Una respuesta podría ser por la excepcionalidad de los hechos. Nahir una joven supuestamente de clase media, la asesina menos pensada, en una sociedad machista donde cada 29 horas un varón asesina a una mujer. Ella era la excepción a la triste realidad que se vive en Argentina. Las fotos de Nahir sonriente o con mirada desafiante, ocuparon páginas de diarios, cientos de minutos en radio y televisión durante meses, se habló de su intimidad, se la cuestionó por no llorar ante las cámaras como signo de frialdad y ausencia de arrepentimiento por el crimen cometido, se la criticó por mostrarse maquillada y arreglada. Se hicieron marchas para exigir cadena perpetua, incluso cuando la justicia ya estaba encaminada hacia la mayor condena.
Moira Perez es docente de la Universidad de Buenos Aires e investigadora de CONICET, sobre el accionar de la justicia en el caso de Nahir Galarza explica cómo influye socialmente una condena tan dura que se reflejó con excesiva espectacularidad en los medios: “Este caso muestra claramente cómo el sistema penal funciona como tecnología de género, es decir, cómo sirve para producir ciertas formas de vivir el género, disciplinando a lo que se entiende como una "mujer caída". Porque en este punto, el castigo que espera a las personas tiene bases distintas según su género. Al hombre cis que realiza una acción condenable como delito se lo castiga por quebrar un contrato social, por haber hecho algo que para nuestra sociedad es inaceptable en términos de convivencia. Pero a una mujer cis que hace el mismo acto no sólo se la condena por eso, sino también -y quizás sobre todo- por haber quebrado los mandatos de género, por no haber cumplido con lo que se espera de su género (que sea sumisa, que se quede en su casa, que dependa de un hombre cis proveedor). Mostrar esto no implica por supuesto reducir o relativizar la gravedad de ningún acto condenable, sino solamente entender que hay muchos elementos culturales por detrás de esa condena, además del acto mismo y el impacto que haya tenido.”
Los medios titulan “La vida y la mente de una asesina que ahora llega a la televisión” como si estuviésemos frente a una asesina serial, mientras otros portales de noticias hablan de sus días en la cárcel, sus supuestos noviazgos en prisión y las peleas con otras internas como si se tratara de una celebridad. También se refirieron a ella como “las nuevas formas en las que se puede representar a un monstruo”.
El 17 de septiembre de 2018 durante una entrevista al diario El Once de la Ciudad de Paraná, Nahir habló de esa construcción que generaron los medios de ella misma: “me molesta que se haya fomentado odio hacia mí. Si no me conocían, si yo nunca hablé. Todos me describían. Todo el día ‘Nahir es esto, Nahir es lo otro’. Describían mi personalidad, cómo era. ¿Y qué saben, si yo nunca hablé? Lo que se diga no me afecta porque yo sé lo que soy. Pero me influyó muy negativamente en la causa.”
En esa nota también asegura: “Más allá de que hayan caratulado la causa como homicidio agravado por el vínculo, la verdad es que nunca tuve novio. Ni Fernando ni nadie. Yo era de salir todos los fines de semana para disfrutar de la edad que tengo –añadió-. Sí es cierto que me veía siempre con él. Pero, a ver, verte con alguien no es ser novios. Así como me veía con él, me veía con un montón de chicos más. Y no me da vergüenza decirlo porque es la verdad, todo el mundo lo hace. Nunca tuve novio, ni él ni nadie."
La abogada Hermida Leyenda explica que Nahir y Fernando tenían una relación circunstancial sexual, ambos tenían otras relaciones sexuales: “no era una relación de noviazgo, nunca la fue” asegura y agrega: “eso también tiene que ver con la validación del artículo 80 del código penal. ¿Cuál es el concepto de pareja para el código penal? No está claro en ese inciso. Sí era una relación que mantenían hace cuatro años. La cuestión del vínculo es la que la lleva a perpetua, es el único agravante que tiene, en este caso estaban tan convencidos de que había que condenarla que ni siquiera tuvieron los recaudos de tipo legal de investigar el vínculo.”
El 8 de agosto del 2020, el periodista de TN, Ricardo Canaletti, en su programa “Cámara del crimen”, muestra un video donde se ve al padre de Nahir diciendo: “quiero aclarar una cosa, mi hija no es un monstruo”, inmediatamente después Canaletti comenta en el piso de su programa: “Ustedes fíjense cómo fue cambiando en el cine el tema del diablo, al principio tenía cuernos, pezuñas, olor a azufre, un monstruo. Fijense los últimos diablos que hemos tenido, Al pacino fue diablo, Robert de Niro fue diablo, la imagen del diablo, mejor dicho del monstruo, cambió. Evidentemente Nahir no es un monstruo, miren que linda chica”, señalando una gigantografía de Nahir esposada al lado suyo, mientras le toca el pelo.
Y prosigue: “No es el caso que cualquiera Nahir venga acá a mear sobre las víctimas de violencia de género” dice Canaletti gritando y mirando fijo a la cámara, escudándose en la lucha feminista, cuando en realidad lo que está haciendo es poner en duda el testimonio de una mujer que, sea quien fuera, denunció haber sufrido un abuso. Durante los 42 minutos que dura el programa se burla de ella y la caracteriza como una mentirosa “que mató por placer” que pretende justificar su crimen alegando que sufrió violencia de género, cuando en realidad Nahir no realizó ninguna declaración al respecto.
Además de demonizarla, los medios construyeron una imagen de Nahir que muy poco tiene que ver con la realidad de la joven, incluso muchas personas pensarán que pertenece a una familia acomodada por tener a un manager de medios como vocero, incluso cuando un diario titula: “Nahir Galarza contrató a una abogada feminista". Su nueva defensora explica: “La familia es de bajos recursos, pero se construyó que ella tenía plata, lo cual es falso, de hecho el equipo interdisciplinario que está trabajando hoy en día lo hace gratuitamente, es un ad honorem y todo el mundo cree que ella tiene dinero. Era todo una construcción, del trastorno narcisista a una chica tímida, la chica que era decidida, al contrario era absolutamente sumisa, la chica que se creía la fem fatal no era. Una piba que se sacaba fotos en bikini porque era verano y que hizo las cosas típicas de una adolescente pero nada más, me encontré con una construcción mediática. Yo pensé que iba a encontrarme con una mina pedante, antipática, concheta, nada que ver, me encuentro con una niña absolutamente opuesta a lo que me vendieron.”
Así como el crimen de Nahir causó revuelo social por ser la asesina menos pensada, los medios rápidamente comenzaron a usar cualquier movimiento o expresión en su contra para convertirla en la asesina perfecta, caracterización que coincide con la antítesis de una víctima de violencia machista. “Hay algunos aspectos de cómo se desarrolló este caso que muestran con total crudeza los riesgos de algunas estrategias feministas”, detalla Moira Pérez: “En primer lugar, que las estrategias de gran parte del feminismo se han construido sobre la base de un modelo de víctima: una mujer frágil, inofensiva, receptora pasiva de la violencia machista, casi sin agencia. Como contrapartida de esto, se crea el modelo de hombre "salvaje", violento, desenfrenado y cruel. El feminismo también es una tecnología de género: estos son los géneros que produce. El problema con estas imágenes es que luego cuando se las utiliza como malla para interpretar casos reales, éstos muchas veces no responden a ese modelo. Y las estrategias desarrolladas a partir de ese modelo ya no sirven. Si todas las estrategias que desarrollamos se basan en la idea de que la mujer es una víctima, una pobre criatura frágil y taciturna que sufre la violencia de un varón cruel, ¿qué hacemos cuando el caso no responde a ese modelo? No tenemos herramientas para acompañar a esas mujeres.”
Otros feminismos, alejados de la victimización construyen la idea de la autodefensa y la autonomía que permita enfrentar la violencia, claro tiene sus costos. La filósofa y feminista francesa, Elsa Dorlin en su libro Defenderse, una filosofía de la violencia se pregunta: “¿En el día a día qué le hace la violencia a nuestras vidas, a nuestros cuerpos y a nuestros músculos? Y ellos, a su vez, ¿Qué pueden hacer y no hacer dentro de y a través de la violencia?” Y agrega: “No es solamente cuestión de potencia de actuar: lo que está en juego es también la interpelación -una calificación moral y política-, el reconocimiento de “sujetos de derecho” o más bien de sujetxs en derecho a defenderse o no”.
¿Qué la llevó a Nahir a cometer el crimen? Durante el juicio las conversaciones de WhattsApp analizadas entre Fernando y Nahir daban cuenta de un vínculo problemático, donde se puede escuchar a Fernando gritándole por audio a Nahir "estúpida, enferma, zorra de mierda, y mentirosa". También consta en la causa un audio aportado por la querella donde se escucha a Pastorizzo llorando mientras relata un episodio de violencia vivido con la joven. ¿Los varones también pueden sufrir violencia? Sí, y también no denunciarlo por vergüenza, las normas del patriarcado también los afecta a la hora de actuar frente a un vínculo complejo.
La estructura del amor romántico que desde los feminismos se intenta desarmar, tiene algunos de sus pilares en los celos, la vigilancia y la dependencia, son prácticas también ejercidas por mujeres en relaciones heterosexuales, sin embargo, a esta estructura se le adosa la carga que conlleva ser parte de un sistema patriarcal. Ese vínculo tóxico y no comprobado como noviazgo por la justicia fue lo que agravó la condena de Nahir. ¿Qué pasa cuando la justicia ejerce su mirada patriarcal frente a una mujer que no es necesariamente una víctima indefensa? ¿Merece Nahir ser condenada con el peor de los castigos que ni siquiera recibió un asesino múltiple? ¿Ningún atenuante parece tener lugar como sí lo tienen cuando se trata de condenar a varones? Emoción violenta, desahogo sexual, psicosis delirante, son los argumentos más comunes dentro de un sistema judicial que defiende y muchas veces absuelve femicidas
Sobre Nahir las conjeturas giran en torno a la premeditación del crimen, la utilización del arma reglamentaria de su padre y el placer de matar. Antiguamente hubiese sido lapidada en la plaza del pueblo. Sin embargo, del caso no se desprenden consideraciones acerca de los policías en funciones y retirados que llevan las armas a sus hogares o sobre las mujeres que mueren asesinadas por armas reglamentarias. Según datos recopilados por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en los últimos 20 años alrededor de 500 mujeres fueron asesinadas, torturadas o heridas en el marco de hechos que involucraron el uso particular de la fuerza por parte de funcionarios de las fuerzas de seguridad. Solo en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense entre 1996 y 2016, 70 mujeres murieron por esta causa.
La abogada de Nahir dice que el mejor escenario posible después de la presentación a la Corte Suprema de Justicia es que haya un nuevo juicio o la reducción de la condena observando la falta de perspectiva de género. La presentación hecha el pasado lunes 26 de octubre se trata de un procedimiento online de los fundamentos, son diez páginas de 26 renglones cada una. “Yo trato de ser clara y no hablar en clave jurídica, sabemos que no todos somos iguales ante la ley y ante el proceso judicial, hay ciudadanos de primera, de segunda, de tercera y sabemos que los grupos vulnerables están representados por la mujer, las disidencias, los niños y las personas extranjeras”
Nahir ahora espera que la Corte Suprema acepte su pedido de tener un juicio justo.