El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que asumirá como ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, llega con una extensa experiencia en la gestión territorial, por la que fue reelegido desde 2011 siempre con más del 50% de los votos; y una trayectoria previa ligada a cargos obras y servicios públicos.
Ferraresi, hombre cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner y vicepresidente del Instituto Patria, tomó particular notoriedad respecto de la política habitacional de su municipio cuando, en medio de la pandemia, trabajó el plan de contención de Villa Azul.
"Villa Azul es el lugar más injusto de la Argentina: en una vereda la gente vive urbanizada, con agua y cloacas, electricidad, gas natural, todos los servicios, luces de led, y del otro lado es la nada", explicaba el jefe comunal, en una entrevista a PáginaI12, en aquel momento crítico de la pandemia.
Y agregaba: "De cien testeos que se hicieron, hubo 70 positivos en la villa y apenas 4 en la zona urbanizada. También vemos que mucha más gente tiene síntomas del lado no urbanizado, donde el avance del virus es mucho más dinámico".
Un recorrido ligado al trabajo comunal
Ferraresi, de 59 años, se graduó en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) como Ingeniero en Construcciones, en 1988, y luego continuó sus estudios para sumar el título de Ingeniero Laboral, en 1990. En paralelo, Ferraresi inició su participación activa en la militancia política dentro del espacio Intransigencia y Movilización Peronista, donde confluyó la izquierda del movimiento, y trabajó, hasta 1991, como jefe de Seguridad e Higiene del Hospital Nacional de Pediatría "Juan Pedro Garrahan".
El actual jefe comunal dejó su puesto en el hospital Garrahan para comenzar su carrera dentro de la gestión pública como secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad de Avellaneda, cargo que desempeñó en dos períodos entre 1999-2001 y 2003-2009.
En los dos años que no fue secretario en su municipio se desempeñó como funcionario a nivel bonarense en distintos cargos: como director provincial de Minería y luego como gerente operativo del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (ONABE) y gerente general de Emprendimientos Energéticos Binacionales S.A. (EEBiSA).
En 2003, cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia, Ferraresi volvió a ocupar su cargo de secretario de Obras Públicas bajo la gestión del histórico indentente de Avellaneda Baldomero Álvarez de Olivera.
Tres mandatos con alta aprobación
En 2007, Ferraresi se sometió por primera vez a las urnas como candidato a primer concejal de la lista Álvarez de Olivera, quien fue reelecto por cuarta vez consecutiva. El hombre fuerte de Avellaneda desde mediados de los '90 no terminaría su cuarto mandato y se iría como ministro de Desarrollo Social del gobierno de Daniel Scioli en 2009.
Esa decisión dejó a Ferraresi en el sillón de la intendencia del partido de la zona sur del Conurbano, cargo que refrendó en las urnas en las elecciones de 2011, con el 56,11% de los votos. Su gestión fue respaldada por los vecinos de Avellaneda en las dos elecciones siguientes con altos niveles de aprobación: cerca del 50% en 2015 y 60,38% en 2019. Ahora, será Ferraresi quien dejará su cargo como intendente para dar el salto a la administración nacional.
La historia familiar
El apellido Ferraresi tiene una larga tradición en el peronismo. El padre del flamante ministro, Alfredo, fue un destacado dirigente gremial que formó parte destacada de lo que se conoció como la "resistencia peronista" luego del golpe de estado de 1955.
Afiliado al sindicato de empleados de farmacia desde 1948, Alfredo Ferraresi formó junto a otros jóvenes militantes de ese gremio como Jorge Di Pascuale, desaparecido durante la última dictadura, una corriente destinada a recuperar las organizaciones gremiales que finalmente confluyó, en 1968, en la fundación de la CGT de los Argentinos, encabezada por el gráfico Raimundo Ongaro y de la que Di Pascuale fue secretario adjunto.
Cuando Jorge tenía apenas ocho años, su padre, figura destacada del "Peronismo de Base", fue detenido por la dictadura de Onganía, que previamente había intervenido su sindicato. Después del golpe de 1976, Alfredo Ferraresi encabezó la lucha por la aparición de Di Pascuale y formó parte de la Comisión de los 25, que convocó a los primeros actos de resistencia sindical a la última dictadura.
Ya en democracia, volvió a la conducción del Sindicato de Farmacia, que fue uno de los primeros en acercarse a Néstor Kirchner en 2003. La muerte le llegó diez años después, y lo encontró al frente de su sindicato.