La confirmación de que el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz dio positivo para coronavirus encendió las alarmas en la Unidad Médica presidencial. El funcionario había sido parte de la comitiva que acompañó a Alberto Fernández a Bolivia y Jujuy y ante ello, el Presidente fue rápidamente hisopado y su resultado fue negativo. De todas formas y como exige el protocolo, el mandatario continuará aislado en la residencia de Olivos hasta que este viernes le practiquen un nuevo estudio. Anoche, según confirmaron sus colaboradores a Página/12, Fernández estaba bien, de buen ánimo, sin ningún tipo de síntomas y a la espera del nuevo hisopado.
Además del Presidente, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi y el diputado Eduardo Valdés también fueron hisopados. Todos dieron resultado negativo pero se mantendrán aislados. Biondi y Vitobello, a diferencia del resto, cumplirán su aislamiento en la Quinta de Olivos.
Los otros funcionarios que también se resguardarán de manera preventiva son el canciller Felipe Solá, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta y el ministro de Cultura, Tristán Bauer. Todos se hicieron el test pero todavía no están los resultados.
De Pedro, por caso, dijo en su cuenta de Twitter que más allá del resultado del hisopado permanecerá aislado durante diez días. El canciller hizo un relato similar a través de las redes sociales.
Una vez que se confirmó el contagio de Beliz, el médico presidencial Federico Saavedra se encontró con el Presidente y le practicó el test. Hasta que llegó el resultado, que fue negativo, los colaboradores de Fernández reconstruyeron el viaje a Bolivia donde participó de la asunción presidencial de Luis Arce y David Choquehuanca y el posterior traslado a La Quiaca, Jujuy, para acompañar el retorno de Evo Morales a su país tras un año de exilio.
Los colaborades del Presidente llegaron a la conclusión que Béliz no estuvo cerca del Presidente en Bolivia, donde afirman que ni siquiera participó de las bilaterales que mantuvo Fernández con Arce, el presidente de Colombia, Iván Duque y con Felipe, el rey de España, y el vicepresidente de ese país, Pablo Iglesias.
En cuanto al tramo argentino del viaje, señalaron que el secretario de Asuntos Estratégicos estuvo a metros del Presidente. Tal vez el más cercano fue durante la cena que mantuvieron con Evo Morales en La Quiaca. El punto de contacto cierto fue cuando el Presidente acompañó a Morales a realizar los últimos metros de territorio argentino antes de ingresar a Bolivia. Cuando Evo partió, el Presidente giró y se encontró con Béliz, quien había estado grabando el momento desde su celular. El Presidente se sorprendió porque vio a Beliz emocionado y con lágrimas en los ojos y por eso lo abrazó mientras el funcionario le decía "esto que hiciste es histórico. Ahora América Latina será distinta".
Ese abrazo fue el que preocupó cuando se conoció que Beliz había dado positivo al ser contagiado por una familiar quien recién mostró síntomas el domingo cuando el funcionario ya se encontraba de viaje. El punto es que todos los que integraron la comitiva presidencial habían sido hisopados y todos arrojaron resultados negativos. Los síntomas de Beliz aparecieron luego de regresar. De hecho, el funcionario no había vuelto a la Rosada desde que regresaron de La Quiaca.
Las imágenes en Jujuy, donde se lo vio al Presidente compartiendo una cena con Morales y el resto de su comitiva generó críticas en las redes sociales, incluso entre los seguidores y militantes del gobierno, por el descuido de no guardar la distancia mínima recomendada para evitar cualquier tipo de contagio. Los colaboradores reconocen el yerro pero advierten que el Presidente está siempre acompañado de una persona que tiene, como tarea exclusiva, rociar por completo en alcohol a Fernández cada vez que entra en contacto con una persona o saluda a alguien. De todas formas, el Presidente deberá ser nuevamente hisopado y mantenerse aislado por lo menos hasta que se conozca el resultado del segundo estudio.