La Cámara de Diputados avanzó con varios proyectos que tenía pendiente antes que termine el período de sesiones ordinarias. En ese contexto, aprobó la reparación de legajos laborales de trabajadores del sector privado desaparecidos en la dictadura, con 207 votos afirmativos, 15 negativos y siete abstenciones. Todos los votos en contra llegaron de la bancada del PRO, que no habló para defender su postura durante el debate. Por otro lado, al cierre de esta edición, se encaminaba a aprobar la iniciativa que crea capitales alternas, una de las promesas de la campaña del Frente de Todos.

El titular de la comisión de Derechos Humanos, Hugo Yasky, recordó que el proyecto que busca reparar los legajos laborales de los desaparecidos surgió a partir de un decreto que firmó en 2012 la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. "Establecía una búsqueda de toda otra información aleatoria a la condición laboral de esos trabajadores que pudieran ser datos para reconstruir esas vidas para sus familiares", agregó. Con este proyecto se apunta a establecer el mismo mecanismo para las y los desaparecidos del sector privado.

Un rato antes, Juntos por el Cambio fracasó en el inicio de la sesión especial que ellos habían pedido, ya que no consiguieron quórum. Lo curioso es que ni siquiera estuvo presente todo el interbloque. En la otra sesión se ratificó el convenio de la OIT para radicar la violencia de género en el mundo laboral, con 241 votos afirmativos. Así, Argentina se convirtió en el tercer país del mundo en avanzar con esta legislación. 

"El lugar de trabajo no queda limitado al ámbito específico laboral, sino también a aspectos territoriales que pueden darse en la calle, en lugares de celebraciones comunes e incluso a través de comunicaciones de manera virtual", dijo el radical Albor Cantard.

Informe: Antonio Riccobene