Las idas y vueltas con el funcionamiento de una máquina de plasma donada que permitiría al Hospital San Vicente de Paul (de Orán, ciudad cabecera del departamento homónimo), contar con un centro de hemoterapia local, se terminará hoy cuando sea retirada del centro sanitario para tener destino a otra provincia.
El donante del equipamiento médico, Luis Pinola (un oranense que vive en Estados Unidos), tomó la decisión tras las afirmaciones de especialistas del Ministerio de Salud de la provincia que aseguraron que la máquina no funciona. “Han hecho lo imposible para que no funcione”, dijo Pinola a Salta 12. Advirtió que espera que la máquina funcione dado que se la envió en funcionamiento. De lo contrario “va a haber una demanda judicial”.
El equipamiento llegó a Orán hace tres semanas y desde ese momento se espera que sea puesta en funcionamiento. Pero las demoras fueron interpretadas como un desinterés de las autoridades sanitarias de que ello ocurra por lo que el lunes Fernando Mastroiacovo, por pedido de Pinola, se había dirigido al Hospital para retirar la donación. “Hubo gente de Seguridad del Hospital que no le permitió el ingreso. Y al día siguiente (este martes), fueron (desde el Ministerio de Salud), a decir que la máquina no funciona”, dijo Pinola. Sostuvo que por la prohibición del ingreso para retirar la máquina “ya hay una demanda”.
La falta de funcionamiento de la máquina generó la noche del lunes una caravana de los pobladores oranenses que solicitaron al gobierno provincial la puesta en funcionamiento del equipamiento.
Tras conocer las informaciones oficiales del gobierno de la provincia sobre el supuesto no funcionamiento de la máquina, fueron los diputados por Orán Jorgelina “Koky” Juárez, Baltasar Lara Gros e Iván Mizzau quienes se manifestaron en la sesión de la Cámara de Diputados del martes: “quiero rogarle al ministro (de Salud, Juan José Esteban), que la máquina quede acá”, dijo Lara Gros tras tomar conocimiento del comunicado oficial. “Inviertan lo poco que hace falta para los insumos”, agregó. “Hace una semana atrás la máquina funcionaba y hoy se dice que no funciona”, sostuvo por su parte Mizzau al solicitar que si el equipamiento realmente no sirve, el Ministerio de Salud “tenga la deferencia de comprar una maquina nueva y ponga en funcionamiento”. “Quiero pedir que la misma mirada federal tiene el gobierno nacional la tenga el gobernador para con el Interior de la provincia”, fue la expresión de Juárez al quejarse por la situación con la máquina de aféresis donada y la falta de redistribución justa de los recursos para la Salud.
Funciona, no funciona
La falta de funcionalidad de la máquina fue informada de manera oficial por el gobierno de la provincia tras la inspección que realizó la médica especializada en Hemoterapia Mónica Alejandra López y el técnico Juan Alderettes, ambos funcionarios del Centro Regional de Hemoterapia de la provincia. Se detalló que la máquina HAEMONETICS MCS 850 “ya no está en vigencia, lo que dificulta la obtención de materiales descartables específicos para su funcionamiento”. Además se afirmó que “presenta deterioro, como daño en la tapa del vaso de centrifugación y varias rajaduras en la carcasa. Falta una pieza (mango de presión) que es indispensable para conectar la máquina al donante de sangre para la obtención del plasma.
Al iniciar el funcionamiento en vacío, el monitor informa una falla de válvula, lo que impide la continuidad del proceso”. Se afirmó que “se intentó adaptar los insumos llevados de Salta, resultando imposible, dado el modelo de máquina, que es más antiguo y diferente de las que posee el Centro Regional de Hemoterapia”. Se agregó que “los pies de sostén de solución fisiológica y anticoagulantes se encuentran en mal estado”, y que “la máquina vino sin el manual de instrucciones que permitiría buscar solución a las fallas y sin certificación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)”, lo cual “hacen imposible ponerla en funcionamiento”.
Pinola afirmó que los manuales se encuentran en Internet (algo que se negó desde la provincia), y que si no los envió fue para evitar mayores problemas en la Aduana. Por lo que preveía enviarlos luego. Aseguró que la máquina contaba con adaptadores que se debían incorporar o extraer según la necesidad y los insumos. Pero a su entender, en realidad quienes inspeccionaron el equipamiento no supieron cómo hacerlo. “La máquina anda perfectamente bien. Los filtros los venden acá (en EEUU), y me los encargaron porque no podían encontrarlos en Argentina”, dijo al afirmar que fue el ministro de Salud Pública, Juan José Esteban, quien le solicitó esa gestión. En total compró unos 400 filtros para el equipamiento que costaron 30 mil dólares. “Yo iba a poner casi 7 mil dólares y el resto la provincia”, sostuvo Pinola. Pero tras hacer pública la gestión indicó que “al parecer hubo molestias y se empezó una guerra con la gente”, para luego terminar en esta conclusión de falta de funcionamiento.
“Después de tres semanas la máquina se va. La va a adquirir posiblemente Jujuy o Chaco”, adelantó al sostener que una vez que funcione “voy a decir lo que perdió Salta”. En cuanto a la situación con ANMAT, sostuvo que en medio de la emergencia habló con las autoridades argentinas tanto en EEUU como en la Cancillería en Buenos Aires para evitar inconvenientes.
“Me hubiesen dicho desde un principio que iban a tener problemas con la ANMAT si iba a ser así”, afirmó. Sostuvo que hay “tratativas con la Seabord (Corporation, que tiene en sus manos al Ingenio El Tabacal), para ver si compramos una máquina nueva así se dejan de molestar y no tienen más excusas”. Manifestó su enojo por lo acontecido dado que entendió que con esto “sólo recibí insultos del Gobierno. No lo puedo creer”.