Tras el triunfo del candidato demócrata Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos, el papa Francisco habló por teléfono con el candidato ganador y lo felicitó por convertirse en el nuevo presidente de aquel país, desplazando a Donald Trump del cargo.
Según un comunicado del Partido Demócrata, durante la conversación Biden agradeció al Papa "por extenderle sus bendiciones y felicitaciones" luego de las elecciones del 3 de noviembre en las que el candidato demócrata fue el más votado.
Además, el presidente electo le manifestó al pontífice su aprecio por su liderazgo en la promoción de la paz, reconciliación y lazos comunes de humanidad alrededor del mundo.
La comunicación se dio luego de que el Vaticano considerara a Biden como "presidente electo" a través de un artículo en su sitio oficial a inicios de la semana, pese a las protestas judiciales entabladas por el actual mandatario Donald Trump por supuesto fraude, aún sin presentar pruebas.
El presidente electo de los Estados Unidos expresó su "deseo" de trabajar con Francisco sobre la base de creencias comunes "en la dignidad e igualdad de toda la humanidad", en temas como la preocupación por los marginados y los pobres, enfrentar la crisis del cambio climático y recibir e integrar inmigrantes y refugiados.
Biden, de 77 años, es el segundo católico que llega a la Casa Blanca después de John F. Kennedy en 1960. Durante una tensa campaña electoral contra el presidente Donald Trump, el candidato ganador citó al papa Juan Pablo II, invocó con frecuencia sus raíces católicas irlandesas y se comprometió a "restaurar el alma de Estados Unidos" después de cuatro años de profundas divisiones.
En 2015, el papa Francisco se reunió con el entonces vicepresidente Biden en Washington cuando el sumo pontífice pronunció un discurso en el Capitolio de Estados Unidos ante el pleno del Congreso. Se espera que haya una relación más cercana que con Trump, ya que presentan una agenda en común.
Francisco ha tenido relaciones tensas con el republicano. A principios de 2019, calificó el proyecto del muro del magnate en la frontera entre Estados Unidos y México como una "locura".
En febrero de 2016, cuando Trump buscaba convertirse en el candidato presidencial de su partido, el Papa dijo durante una visita a México que alguien que piensa en construir muros en lugar de puentes "no es cristiano".
Trump respondió con una declaración hiriente en ese momento: "Que un líder religioso cuestione la fe de una persona es una vergüenza".