ENARSA publicó dos informes detallando las compras de gas natural licuado (GNL) en 2016 y las previstas para 2017. Los datos suministrados permiten concluir que Shell pasará de proveer el 8,7 por ciento del total de GNL el año pasado al 40 por ciento para éste. Así el Grupo Shell será el principal proveedor de gas licuado para la Argentina. Si se suman las importaciones provenientes de Chile –indirectamente provistas por la misma corporación–, la petrolera angloholandesa se convierte en la segunda proveedora de este fluido a nivel nacional. 

 ¿Es esto lo más grave de la actuación del ministro de Energía, Juan José Aranguren? La gestión del CEO-ministro debe medirse en toda su dimensión petrolera, energética y geopolítica. A continuación se detallan los nueve “logros” del representante del Grupo Shell en un año y tres meses de función. 

  1. El CEO-ministro consiguió la mayor cuota de mercado de la filial argentina (Shell CAPSA) en cuanto a comercialización de combustibles (en metros cúbicos) desde 2003 (17,1 por ciento). En 2016, alcanzó un 16,8 por ciento.
  2. Consiguió la menor diferencia entre YPF y Shell en sus respectivas cuotas de mercado en comercialización de combustibles (medido en metros cúbicos) desde 2004. Por ejemplo, en 2015 YPF superó a Shell en 42,8 puntos porcentuales. El valor de 2016, el más bajo desde 2004, fue de 38,8.
  3. Obtuvo la mayor “Brecha Shell-YPF” desde 1995, esto es, el mejor avance de Shell en materia de comercialización de combustibles (en m3) sobre YPF comparando las evoluciones interanuales de cada empresa. Para 2016 la diferencia de las variaciones interanuales entre Shell e YPF fue de 15,7 puntos porcentuales.
  4. Consiguió el mayor desplome interanual de YPF en su cuota de mercado desde 1995. El correspondiente a 2016 fue -3,8 por ciento.
  5. Definió la cartelización más eficiente contra YPF a nivel mercado de combustibles. En 2016 la participación de mercado de YPF a nivel comercialización de combustibles (medido en m3) se contrajo 4 por ciento interanual contra un incremento de Shell del 12 por ciento seguido de Petrobras (5 por ciento) y Axion (3 por ciento).
  6. Consiguió un marcado empeoramiento de los indicadores de YPF a nivel producción de gas y de petróleo. Por ejemplo, durante 2016 YPF redujo su tasa de crecimiento interanual de crudo de 4,4 por ciento (2015–2014) a 0,8 por ciento (2016–2015), a pesar de una recuperación parcial del precio internacional y del tarifazo de los combustibles. En cuanto al gas, el incremento exponencial del precio de gas en boca de pozo no produjo ningún beneficio sino todo lo contrario: desaceleración de casi tres puntos porcentuales, de 10,2 por ciento entre 2015–2014 a 7,6 por ciento entre 2016–2015.
  7. Logró debilitar enormemente la producción nacional de gas. Si bien la producción creció 4,9 por ciento interanual durante el primer año de gestión macrista (anterior diferencia había sido del 3,4 por ciento para el período 2015–2014), dicho incremento fue consecuencia de un solo yacimiento y heredado del kirchnerismo. De no haber sido por él, la producción se hubiera estancado (sin contar con Vega Pléyade la variación interanual hubiera sido de 0,5 por ciento entre 2015 y 2016).
  8. Posicionó al Grupo Shell como segundo importador de gas natural (detrás de Bolivia) y primero en GNL. El Grupo Shell, a través de sus importaciones de GNL vía buques metaneros con destino a las plantas de Bahía Blanca y Escobar, e indirectamente a través de Chile (importadas por British Gas a Chile y de allí por gasoducto a la Argentina), se consolidará en 2017 como el segundo importador de gas a la Argentina. Para el caso del GNL, el espectacular salto de Shell en la participación de los volúmenes vendidos entre 2016 y 2017 (pasó de 9 a 40 por ciento), lo lleva a ubicarse como primer vendedor de GNL al país.
  9. El último aunque no menor logro: continúa con una inédita violación a la Ley de Ética Pública. Juan José Aranguren trabajó en el Grupo Shell desde 1977. Entre 2003 y julio de 2015 se desempeñó como su CEO en Argentina, función a la que renunció. Desde el 10 de diciembre de 2015 ejerce la máxima dirección del cartel de empresas petroleras con poder ministerial (denominado Ministerio de Energía). A esta nueva función jerárquica, fase superior del fenómeno conocido como “puerta giratoria”, puede llamarse “CEO-ministro”. 

 El CEO-ministro Juan José Aranguren logra sostenerse en el cargo por el poder que le confiere su empleadora (una de las tres petroleras más importantes del mundo) y, además, por la naturaleza pro-británica de la administración nacional. Mientras el Grupo Shell siga creciendo en la región a expensas del retroceso de gobiernos populares y mientras Macri siga al frente del Poder Ejecutivo, la corporación angloholandesa avanzará en su devastación energética de Argentina gracias a los oficios del CEO-ministro Aranguren

* Director general del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec).