No es la primera vez que el intendente de Iruya, junto al Concejo Deliberante del lugar, toman medidas a contramano de las decisiones de la mayoría de los municipios y el Ejecutivo provincial. Antes de que se decretase la cuarentena nacional, sus concejales habían emitido una ordenanza para prohibir el ingreso de personas ajenas al lugar y dispusieron un vallado en plena ruta.
Pero ni bien se decretó el toque de queda provincial, su jefe comunal, Eugenio Herrera, emulando el destierro de mendigos del represor tucumano Antonio Bussi en 1977, decidió subir en un camión a los 26 turistas que se encontraban en hoteles de la localidad y dejarlos abandonados en la vecina Humahuaca, lo que generó un revuelo nacional.
Un par de meses más tarde el municipio de Iruya fue noticia porque las autoridades locales pusieron un portón en la angosta ruta de cornisa por la que se accede al pueblo. Estaba justo en el límite con Jujuy para evitar que ingresen personas de esa provincia sin autorización.
Ahora, tras dos semanas de habilitación del turismo interno por parte del Comité Operativo de Emergencia provincial (COE) y en fase de distanciamiento en todo el territorio, Herrera se aferra a la idea de seguir impidiendo el ingreso de foráneos, desestimando inclusive la posibilidad de que lo hagan cumpliendo con todos los protocolos que indica el Ministerio de Turismo. Es decir, con reservas hoteleras o gastronómicas previas y declaraciones juradas.
Es por eso que una centena de comerciantes del lugar, asfixiados económicamente tras ocho largos meses sin poder realizar sus tareas cotidianas, decidieron elevar una nota al intendente implorando para que acceda a adherirse al Plan de Reactivación Turística provincial.
Pero a su vez, debido a la situación que están atravesando, le pidieron que tramite un subsidio de emergencia para los prestadores que solo tengan como ingreso esa actividad.
El senador por Iruya Walter Cruz defendió la decisión de Herrera, entre otras cosas, por la informalidad reinante en aquella localidad, “estamos subestimando la covid con tanta apertura”, alertó.
Cruz aseguró que solo dos hoteles están registrados en el Ministerio de Turismo, y sostuvo que los demás no tienen las condiciones y las características como para adecuarse a los protocolos que indica la resolución del COE. Asimismo, aprovechó para fustigar a las gestiones anteriores al recordar que “el Estado nunca estuvo presente para controlar y acompañar a quienes iban readecuando sus casas para recibir a los turistas, y hoy no sería viable ni recomendable que puedan abrir”.
Por otro lado, informó que el municipio está estudiando la posibilidad de permitir el turismo, pero señaló que la región presenta muchas dificultades de acceso ya que hay que atravesar la vecina provincia de Jujuy.
“La pandemia nos ha hecho un poco de escuela y aprendimos algunas prácticas; sobre eso debemos trabajar”, añadió el senador y reconoció que de toda situación “hay que ver la oportunidad”, por lo que consideró que es el momento de comenzar a readecuar las condiciones para recibir a los visitantes.
Por último, explicó que para tomar la decisión, no solo se necesita la voluntad del intendente, sino que se debería consensuar con las demás comunidades de la zona como San Isidro, la más visitada por los turistas. “Se están haciendo muchas obras para cuando se pueda abrir tener las mejores condiciones”, contó. Entre esas obras enumeró las mejoras en el camino de ingreso, o la posibilidad de volver a contar con el módulo de YPF para cargar combustible, “algo que se había perdido por falta de pago”.
Y adelantó que el municipio venía estudiando la posibilidad de abrir sus puertas recién el primero de enero, junto a la habilitación del turismo nacional, pero que supone que lo adelantarán debido a la presión social.
Uno de los firmantes, Facundo Assaf, dueño del Hotel Iruya, confirmó que presentaron la nota al intendente y que ya mantuvieron reuniones con funcionarios del Ministerio de Turismo para avanzar en las adecuaciones necesarias.
Informó que la semana que viene, un equipo de esa cartera viajará a la localidad para realizar capacitaciones sobre el protocolo y “que vean las condiciones de habilitación”. También, para comenzar a avanzar en la creación de la Cámara de Turismo de Iruya, “que sirva de oportunidad para regularizar a todo el sector que vive de la informalidad y que luego, en momentos como estos, no tiene acceso a los subsidios y las ayudas del Estado”, subrayó.
Y si bien Assaf aceptó que gran parte de los comerciantes y quienes prestan servicios turísticos no se encuentran registrados, aseguró que son por lo menos cuatro los emprendimientos con esa condición, pero que todos los firmantes están comprometidos en cumplir con las solicitudes de adecuación para retomar una de las actividades más importante de la región.