Se acerca el final del año. Llegan las fiestas, el verano, las vacaciones o lo que se pueda hacer. Acaso luego empiece el regreso a las escuelas en varias provincias. Nada es seguro mientras persista la pandemia, incerteza que incluye cuándo podrá comenzar la vacunación.
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) recorre despachos con una agenda no del todo convencional, con pinceladas de cotilleo político. Los emisarios partirán para comer pavo en sus hogares, el día de Acción de Gracias.
El Congreso trabaja a todo vapor, dejemos de lado por delicadeza la comparación con la Corte Suprema de Justicia.
* El presupuesto 2021 aterrizó en el Senado flojito de papeles. Le faltaban planillas anexas con detalle de las inversiones pactadas con las provincias. Tales aportes se negocian a último momento, contrarreloj. Canjes de aprobación por beneficios a los territorios, lícitos y propios del sistema federal. Se repara la torpeza, la ley de leyes seguirá su ruta.
* El aporte solidario extraordinario, alias “impuesto a las grandes fortunas”, llegará por fin al recinto de Diputados el martes. Un tiro para el lado de la justicia. El gravamen lo pagan menos de diez mil multimillonarios, es redistributivo, todo indica que será ley. La derecha autóctona lo resiste distorsionando datos por doquier.
* La fórmula de actualización de las jubilaciones motiva otro debate. El macrismo acusa al Gobierno de ajustar a los jubilados, olvidando sus propios desempeños desde 2008 hasta 2019. El oficialismo regresa al esquema originario de aquel entonces pero retocándolo a la baja, en varios aspectos. La discusión parlamentaria puede mejorar la propuesta. Esta columna roza apenas la cuestión, abordada ayer por David Cufré y hoy por Alfredo Zaiat en este diario. Será objeto de futuras notas, que se nutrirán del debate público.
Se deja sin efecto el cuarto pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE 4). También cesaron los subsidios ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) inviables en mediano plazo. Los reemplaza. de modo incompleto, el programa REPRO 2.
El ministro de Economía Martín Guzmán reconoce las necesidades de los perceptores del IFE pero privilegia “mantener ciertos equilibrios para también proteger a la actividad, proteger a la gente, a todo el país”. Asegura que se atenderá a los argentinos necesitados pensando en políticas focalizadas.
En el ínterin se amplía la masa de titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y se discurre sobre un plus para fin de año. También se aumenta temporariamente la mensualidad de la tarjeta Alimentar.
Vayamos por partes, como proponía el metodólogo don Jack.
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De la anormalidad al futuro impreciso: El Presupuesto prevé crecimiento del PBI y reducción del déficit fiscal. El equipo económico piensa que es irrepetible el esquema de gasto público y emisión del 2020. El incremento de la demanda y la actividad privada, afirman sus funcionarios, suplirán en parte el aporte estatal. El objetivo es razonable o hasta indiscutible en términos generales. Más allá de ortodoxias o heterodoxias es imposible pensar en la emisión monetaria como recurso inacabable y sin contrapartidas. No obstante, aunque se coincidiera con el rumbo. queda en discusión la velocidad elegida. Sin reactivación y crecimiento no hay salida futura de la crisis, vale. Pero en el presente, opina este cronista, disminuir la cobertura social crea el riesgo de desamparar a millones de argentinos porque el crecimiento de los últimos meses es módico, lento y heterogéneo. Queda mucha más gente afuera que en la desoladora situación legada por el macrismo.
Como su nombre lo indica, el IFE es una herramienta de emergencia, rústica si se quiere. En el mediano plazo debe cesar… parece prematuro hacerlo tan pronto, justo a fin de año. La masa de desocupados y pobres se amplió exponencialmente, recorriendo una amplia escala de clases. Las reaperturas no traen recuperación inmediata del nivel de ingresos. El Gobierno observa que aminora la cantidad de pedidos de ayuda alimentaria. La referencia, muy básica, no implica que todos los ex titulares del IFE ya tienen cómo parar la olla. Una preciosa nota de Cristian Navarrete en el portal Panamá cuenta como dos personas crearon sus mini empresas valiéndose de los 10.000 pesos del IFE y de otra plata que tenían o inventaron. “Emprendedurismo pulenta” lo apoda y cuestiona que ahora se los deje colgados del pincel.
Sin el auxilio del IFE, agregamos, muchedumbres padecerán el final del año, el inicio de 2021.
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Universal is beautiful: A partir de un certero relevamiento estatal se amplió el número de pibas y pibes que reciben la AUH. Este derecho es conceptualmente superior al IFE. Un derecho y no un programa temporario. Universal lo que pone coto a la discrecionalidad o arbitrariedad del estado o de funcionarios.
El alto piso de protección social construido por los gobiernos kirchneristas consagró derechos universales o de un amplísimo nivel de cobertura. Las jubilaciones entre ellos. Se consiguen con trámites gratuitos, en base a requisitos objetivos de sencilla corroboración.
Los beneficios universales añaden otra virtud respecto de los focalizados. Tal vez pecan por “exceso de inclusión”: acogen personas que no lo precisan, siempre en porcentajes bajos… La clásica gente bienuda de la Recoleta que se jubila para indignación de ciertas almas bellas. Puede pasar pero en materia social es peor el “defecto de exclusión”; dejar ciudadanos necesitados a la intemperie. He ahí un flanco débil de las políticas focalizadas.
Otra dificultad imaginable es la demora en implementar las prestaciones. El programa Potenciar Jóvenes --anunciado por el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo-- fomenta proyectos productivos de personas de 18 a 29 años. La iniciativa, que fija pagos para un año, es más refinada que la IFE, con objetivos deseables y precisos. El punto es cuánto tardarán en juntarse los beneficiarios con las becas.
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¿Habemus Estado? Abrimos paraguas aunque quizás no llueva: esta nota no propugna la universalidad de todas las políticas sociales. En este plano también deben germinar cien flores, focalizadas entre tantas.
Eso asumido, señalemos otro escollo para instrumentar nuevas o mejorar las existentes. No es usual argumentarlo pero la inscripción en políticas universales en general es comparativamente sencilla. En cambio, la reglamentación, el empadronamiento, el control, el seguimiento de programas focalizados exigen elevado nivel de experticia y capacidades. Justo en un momento de extrema debilidad estatal, por la herencia macrista, por carencias presupuestarias, por la cantidad de personal licenciado, por el funcionamiento en modo remoto y varios etcéteras más. Cualquier medida novedosa (urgente por definición) pondrá a prueba a un Estado desguarnecido.
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Recalculando: Repasemos aunque pueda ser repetitivo. La ampliación del número de titulares de la AUH es un logro, que perdurará. Un reconocimiento de derechos, hasta la mayoría de edad.
Un eventual bono de refuerzo en diciembre atenderá a la carencia, un bienvenido paliativo temporal.
La duplicación de la mensualidad de la tarjeta Alimentar ayudará a las familias a pasar mejor el mes de diciembre. Las madres son sabias administradoras, está comprobado. Corren con desventaja contra la inflación de los alimentos que sigue escalando. Un desafío que el oficialismo no ha conseguido responder debidamente.
El Gobierno analiza aumentar la mensualidad de la tarjeta a partir de enero, para sucesivas mensualidades. Así lo propone Arroyo. La decisión se estudia.
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Cambios para relanzar: Los cambios de funcionarios se niegan hasta que ocurren. Hasta noviembre se habían producidos relevos importantes en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), la secretaría de Energía, la viceministra de Educación. Le tocó a María Eugenia Bielsa ser la primer ministra a la que se pidió la renuncia. “Pensé que ibas a ser la estrella del Gabinete” le había espetado-advertido el presidente meses atrás. La ex titular de Desarrollo Territorial y Hábitat se estrelló, describen en Olivos y en la Casa Rosada, porque subejecutó los fondos de su cartera, demoró largos meses en completar su propio equipo. No pudo o no supo establecer buenos vínculos con interlocutores imprescindibles: gobernadores, intendentes, sindicalistas vinculados a la construcción. Le faltaron dinamismo, destreza o cintura para dialogar, le reprochan. Y “territorialidad”, un semi neologismo muy en boga en el elenco oficial.
La suplirá Jorge Ferraresi, un intendente revalidado en las urnas. El perfil del alcalde, comentan allegados a Alberto Fernández es similar al de Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas. La intendencia, agrega este escriba, es un primer mostrador del Estado, formatea para la acción. Katopodis era y es señalado como un funcionario dinámico, siempre dispuesto para atender, ejecutivo. Se lo solía contraponer a Bielsa.
Cerca de Bielsa y en la oposición se chimenta que la ex funcionaria se llevaba mal con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner mientras Ferraresi es uno de sus dirigentes predilectos.
Tal vez las dos versiones converjan o puedan coexistir. Se irá viendo. La construcción y la obra pública con claves en el diseño económico para 2021. Un dinamizador de libro, como preconizaba John Domingo Keynes.
En los mentideros, los cafés y los quinchos se cruzan apuestas sobre futuros cambios en el gabinete. Sin ánimo de entrar en la timba, este cronista supone que los habrá, antes del final del verano. La “territorialidad”, el cambio de escenario y las hiper exigencias que genera la peste catalizan la necesidad y la urgencia.
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Protestas, retos y legitimidades: Por si éramos pocos, la Confederación General del Trabajo (CGT) emitió un documento, crítico hacia las recientes medidas del Gobierno. Se combinan recriminaciones específicas con advertencias acerca de posibles derrapes de políticas sociales y laborales. El oficialismo prefirió no responder frontalmente aunque considera que los reproches son entre injustos e inexplicables.
El alerta sobre la doble indemnización y la prohibición de los despidos es ocioso, aseguran en Trabajo porque estaba decidida su prolongación. “Mientras sea necesario” subrayan y acotan: “jamás lo discontinuaríamos en diciembre”. El Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) se publicará en el Boletín Oficial la semana próxima.
La advertencia sobre posibles cobros de las vacunas a las Obras Sociales suscitó mayores broncas. En Salud, en Trabajo y en Olivos subrayan que la gratuidad abarca a todos los ciudadanos. Es universal…
Los cuestionamientos a la fórmula de actualización jubilatoria se contestan apuntando que la CGT jamás se interesó en esa agenda ni preparó alguna propuesta.
El Gobierno, repasamos, tiene razón en esas réplicas. Es también cierto que muchos dirigentes cegetistas (no todos) carecen de legitimación y vivieron en letargo demasiado tiempo.
Todo esto asumido, las advertencias generales son válidas. El Gobierno puede caer en la tentación de suponer que cualquier crítica pierde vigor si es cuestionable quien la formula. Un sofisma comunicacional, una tentación simplista.
Empero, las advertencias sobre el recorte del presupuesto, la supresión del IFE, las concesiones a los especuladores de la City, son tan pertinentes como el aval al impuesto a las grandes fortunas o a la ampliación de la AUH.
Se consumó una caída anual record del PBI, que ya tenía dimensión bonsai. Se multiplicaron pobreza y desempleo. Mermó el valor adquisitivo del salario. La catástrofe es planetaria, la Argentina no hace excepción.
La primera línea del gobierno, presidente incluido, imaginan un crecimiento con forma de V, acelerado desde el punto más bajo. Como canta el enorme Litto Nebbia: ojalá que eso pronto suceda. Pero en el entre tanto es forzoso mantener las ayudas sociales, sostener el consumo popular, poner plata en el bolsillo de los más necesitados. Que a esta altura son más de la mitad de los argentinos porque la reapertura no llegó a transformarse en recuperación.
Desde luego, las perspectivas mejorarían si aminora la pandemia, si llega pronto la vacuna, si comienza a vislumbrarse alguna luz en el horizonte. Nada es seguro en tiempos de peste.
El Gobierno confía en llegar a un buen acuerdo con el FMI mientras el presidente de Estados Unidos Donald Trump comienza a despedirse de la Casa Blanca. Las concesiones que haga o rehúse la Argentina signarán el porvenir. Las recetas de ajuste han sido letales durante décadas, nada indica que eso haya cambiado.