A tres años del naufragio del ARA San Juan, Luis Tagliapietra, uno de los abogados querellantes en la causa que tramita en la justicia federal de Caleta Olivia, puso el énfasis en reclamar que se avance sobre las responsabilidades políticas que siguen sin aparecer en la causa que lleva la jueza Marta Yáñez. El abogado, padre de uno de los 44 tripulantes de la nave que naufragó el 15 de noviembre de 2017, se unió al pedido de las familias que reclaman que se juzguen las responsabilidades que les caben al ex presidente Mauricio Macri y al ex ministro de Defensa Oscar Aguad.

Está claro que el ex ministro Aguad no quiso avanzar en la búsqueda y que hubo encubrimiento”. Hace dos semanas, en Comodoro Rivadavia, el contraalmirante Enrique López Mazzeo, ex comandante de Adisestramiento y Alistamiento de la Armada, reveló que el 5 de diciembre de 2017, veinte días después del último contacto con el submarino, la superioridad de la fuerza y el gobierno tenían conocimiento del lugar donde se había hundido el submarino. Sin embargo, por razones que los familiares exigen que se investiguen, el gobierno de Macri oficializó el hallazgo recién el 16 de noviembre de 2018, un año después de ocurrida la tragedia.

Tagliapietra aseguró que “hay un documento de la Armada que dijo en forma arbitraria que se haga el service del submarino cada 26 mese,s que se cumplía en junio del 2016. En diciembre del mismo año la propia Armada hace una auditoría general y alerta sobre el exceso de tiempo en la necesidad de realizar las reparaciones” que se consideraban impostergables.

El abogado, padre de Alejandro Tagliapietra, uno de los 44 tripulantes fallecidos, puntualizó que la Armada “remitió ese informe al ex ministro de Defensa Julio Martínez (antecesor de Aguad) y entonces ordenan que se hicieran los trabajos”.

Según Tagliapietra, cuando asumió Aguad, en julio de 2017, “sabía plenamente que al submarino no se le había hecho ninguna reparación y que no estaba en condiciones de navegar, pero zarpó igual con pleno conocimiento, de parte de las autoridades, de que no estaba en condiciones de hacerlo”.

Tagliapietra, tomando en cuenta los informes que están en poder de la justicia federal de Caleta Olivia, dice que “es funcional al poder político” de entonces porque está claro que si se hubiera actuado como correspondía, esto no hubiera pasado y los 44 submarinistas estarían con nosotros”.

Al cumplirse tres años, Tagliapietra recordó con emoción a su hijo Alejandro: “Era muy decidido, lo que se le ponía en la cabeza lo hacía. Un año antes de entrar a la escuela de submarinistas tuve que ir a buscarlo al Hospital Naval porque se rompió la clavícula jugando al rugby”.

Dijo que su hijo ingresó a la Armada “porque le encantaba el mar y navegar. Era un apasionado por todo lo que hacía. Tenía sueños, proyectos, terminó como el mejor egresado, quería cambiar la Armada porque había cosas que no le gustaban, pero no pudo ser”. Como cierre deseó que el juicio avance y que los familiares puedan ver “que se hizo justicia”. E insistió en criticar la actuación de la jueza Marta Yáñez y reiteró que seguirá “luchando para que sea sometida a juicio político porque su actuación deja mucho que desear”.