El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió la victoria de su rival demócrata Joe Biden en las elecciones del pasado tres de noviembre, aunque la atribuyó, sin pruebas, a un presunto fraude. "Solo ganó a los ojos de los medios de noticias falsas. ¡No concedo nada! Todavía tenemos un largo camino por recorrer. Estas elecciones son fraudulentas, ¡Estuvieron arregladas!", denunció Trump.
"No permitieron observadores de votos; el voto fue tabulado por una empresa privada de la izquierda radical, Dominion, de mala reputación y con un equipo de mala calidad que ni siquiera calificaba para Texas (¡en donde gané por mucho!). ¡Los medios son falsos y censuradores!", escribió Trump en su cuenta de Twitter. El tuit fue etiquetado por la red social como "controvertido".
El pasado siete de noviembre las proyecciones de los principales medios del país dieron como vencedor en los comicios presidenciales al demócrata Joe Biden. Además, los datos proyectados de la suma de los estados otorgan a Biden 306 electores, frente a los 232 de Trump.
Pero el mandatario republicano todavía no admite la derrota y dedica sus días a difundir teorías conspirativas sobre un supuesto fraude electoral. El sábado, miles de simpatizantes montados en su discurso delirante se manifestaron en el centro de Washington.
Hasta el momento ningún tribunal ni autoridad electoral, entre los que se cuentan republicanos responsables de supervisar el recuento, validaron las acusaciones de Trump. Pese a su actividad febril en Twitter, el magnate estadounidense se fue a jugar el domingo a su club de golf en Sterling, estado de Virginia. Biden, en tanto, repitió su tradición de todos los domingos al acudir a misa en una iglesia de la ciudad de Wilmington, su lugar de residencia.