A tres años del naufragio del submarino ARA San Juan, este domingo el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, encabezó un acto en homenaje a los 44 tripulantes en la Base Naval de Mar del Plata. Durante el acto, Rossi entregó a familiares de los submarinistas fallecidos los atributos de mando correspondientes a los ascensos post mortem que el Gobierno nacional había decretado en marzo. Luego de la ceremonia, los familiares llevaron a cabo un segundo acto donde reiteraron su pedido de "verdad y justicia".
"El naufragio del ARA San Juan es un hecho muy doloroso para la Armada y para todos. Es una pérdida enorme para todos nosotros y sobre todo para cada uno de los familiares, era nuestra obligación estar junto a ellos", afirmó Rossi luego de leer los nombres de los 44 tripulantes que el pasado 3 de marzo fueron ascendidos post mortem por decisión presidencial. Por las restricciones derivadas del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la entrega de los atributos a los familiares no había podido concretarse hasta este domingo por la mañana, cuando el ministro encabezó la ceremonia en la Plaza de Armas de la Base.
Allí, Rossi aseguró que "vamos a seguir trabajando con cada uno de los familiares. Nuestro compromiso con la verdad y la justicia lo reafirmamos, lo aquilatamos y lo vamos a seguir sosteniendo durante toda nuestra gestión”. En este sentido, el ministro confirmó que volverá a reunirse con las esposas de los submarinistas el próximo 27 de noviembre.
"Es una jornada que tiene un doble significado. Por un lado está el sentido homenaje que para nosotros tiene un valor muy importante, pero también queremos reafirmar nuestro pedido de justicia", señaló a Página 12 Claudio Rodríguez, hermano de Hernán Rodríguez, submarinista que fue ascendido post mortem al rango de Suboficial Principal. "Mi hermano estuvo 25 años en la Armada, 20 como mecánico submarino, y en el ARA San Juan era uno de los mecánicos más antiguos. Era un tipo hiperprofesional, su memoria y la de los chicos no puede quedar así, queremos justicia porque estamos muy seguros de que los jefes de tierra tienen culpa", sostuvo Rodríguez.
El próximo 25 de noviembre comenzará a desarrollarse el juicio castrense sobre el almirante Marcelo Eduardo Srur, jefe de la Armada durante el gobierno de Mauricio Macri, y otros siete ex oficiales. Ante un Consejo de Guerra, los ocho deberán enfrentar la imputación de "infracciones gravísimas" que podría derivar en su destitución y baja de la Armada. Entre otros puntos, el Consejo deberá juzgar sus responsabilidades al enviar al ARA San Juan al océano a pesar de las deficiencias que se habían constatado en una misión anterior a la del 15 de noviembre de 2017.
Aunque este proceso se desarrollará en paralelo a la causa judicial que lleva adelante a jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez - donde hay seis oficiales acusados de “estrago culposo agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y omisión de oficio” -, los familiares consideran al Consejo de Guerra como un punto clave para el avance de la investigación: "Ese proceso va a ser muy importante. Si no pasa nada raro tienen que encontrar culpables y eso significará un primer paso, si la Justicia ve que el Consejo condena, va a tener que resolver en consecuencia", indicó Rodríguez.
Entre los oficiales que deberán comparecer ante el Consejo se encuentra el contralmirante Enrique López Mazzeo, quien el pasado 8 de noviembre declaró ante la Justicia que la Armada y el Gobierno de Mauricio Macri conocían la ubicación del submarino desde el 5 de diciembre de 2017, 20 días después de su desaparición, y que esta información fue ocultada hasta el 16 de noviembre de 2018, cuando finalmente se dio a conocer de manera oficial el hallazgo del navío.
"Estamos pidiendo que se agilicen algunas cosas. Para saber la verdad necesitamos que se haga un peritaje de los restos, y aunque la jueza dice que ya lo hizo a partir de imágenes, lo hizo en conjunto con la Armada, que es justamente la parte juzgada", advirtió Rodríguez, quien agregó que "hay que meterse con una sonda para mirar el lugar por dentro y analizarlo con técnicos especialistas. ¿Explotó la batería? ¿Fue un bombazo? ¿Un atentado? Hay que hacer el peritaje y averiguarlo".
Finalizada la ceremonia oficial, familiares de las víctimas se quedaron en las puertas de la Base Naval para realizar otro acto de homenaje, como lo hacen cada 15 de noviembre desde el naufragio. En el cerco que rodea a la Base, se colgaron banderas y carteles con consignas para recordar a los tripulantes y continuar con el pedido de "verdad y justicia".