El español Joan Mir, a bordo de su Suzuki GSX RR, se proclamó este domingo campeón del mundo de MotoGP al finalizar séptimo en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana disputado en el circuito "Ricardo Tormo" de Cheste, con lo que relegó a un segundo plano al vencedor de la carrera, el italiano Franco Morbidelli (Yamaha).

Mir celebró así su segundo título mundial, tras haber ganado el torneo de Moto3 en 2017, en la temporada más extraña que se haya podido vivir en toda la historia del Mundial de motociclismo como consecuencia de la pandemia de coronavirus. El balear consiguió el título en el año del centenario de la marca de Hamamatsu, que antes hizo campeones del mundo a nombres míticos del motociclismo como el británico Barry Sheene, el único que lo logró en dos ocasiones (1976 y 1977), los italianos Marco Lucchinelli y Franco Uncini, y los estadounidenses Kevin Schwantz y Kenny Roberts júnior.

El sorprendente español es el justo vencedor de una temporada en la que muy pronto quedó "fuera de juego" el campeón reinante, su compatriota Marc Márquez, lo que no resta un ápice de valor al título del piloto de Suzuki, con el que seguramente nadie contaba en la primera parte de la competición.

Nacido el 1 de septiembre de 1999 en Palma de Mallorca, Mir tiene como ídolo al italiano Valentino Rossi y como espejo a su coterráneo Rafael Nadal, con quien forjó una buena relación. Después de practicar skate, en el motociclismo se inició a los 10 años con la participación en los campeonatos baleares de minimotos y minimotard, donde se consagró campeón en distintas categorías.

Así fue ascendiendo hasta que en 2015 pudo correr en Australia su primer Gran Premio del Mundial de Moto3, aunque sólo fuese como sustituto del japonés Hiroki Ono dentro del equipo Leopard Racing. Al año siguiente, la escudería ya lo tuvo como titular en toda la temporada con una KTM con la que terminó quinto en el torneo. Ya con una Honda, en 2017 la actuación de Joan Mir resultó espectacular, con 10 triunfos y 13 podios en 18 carreras, lo que le permitió proclamarse campeón

En 2019, Suzuki lo convocó par dar el salto a MotoGP como piloto oficial de la marca, y en su primer año logró un total de diez resultados entre los diez primeros, con un quinto puesto en Australia como mejor puesto.

Ya en 2020, Mir comenzó un poco con el pie izquierdo, ya que no sumó ni en Qatar ni en la primera carrera de España, en el circuito Ángel Nieto de Jerez de la Frontera, escenario en el que en la segunda carrera consiguió la quinta plaza, que parecía enderezar el mal comienzo, pero un nuevo cero en la República Checa pareció alejarlo nuevamente de la realidad. Aunque si algo caracteriza a Joan Mir es su tesón, y así pudo conseguir la segunda posición en la primera de las dos carreras en Austria.

La "remontada" de Mir había comenzado y, a partir de ese momento, salvo en la caótica carrera francesa como consecuencia de la lluvia, el piloto de Palma de Mallorca se abonó al podio, al que subió en seis ocasiones, con una magistral victoria en el Gran Premio de Europa, la primera de las dos carreras en el circuito "Ricrdo Tormo" de Cheste. En esta segunda ocasión y a pesar de los problemas que arrastró durante los entrenamientos, con el séptimo puesto consiguió el objetivo que ni él mismo seguramente esperaba al comenzar la temporada.