El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, señaló que quienes deben pagar el aporte extraordinario de las grandes fortunas son “un grupo minúsculo” de “cerca de 10 mil personas solamente”. “Estamos hablando de patrimonios por arriba de los 200 millones de pesos. Es un aporte extraordinario, por única vez y en el marco de la pandemia, en una situación de caída brutal de la economía, tanto en el mundo como en la Argentina”, sostuvo, tras considerar que el proyecto es “muy necesario y de toda justicia”. La iniciativa será debatida en una sesión especial de Diputados el martes, día para el que agrupaciones políticas, movimientos populares y los gremios preparan movilizaciones de apoyo al Congreso.
Arroyo explicó que un 15 por ciento de lo recaudado se destinará a urbanizar las villas y asentamientos. “Es decir, es un aporte pensado para que lo que se recaude tenga una asignación específica, como resolver problemas en los barrios donde viven cuatro millones de argentinos, hacinados, sin derecho al hábitat, mejorar las condiciones de vida generando además trabajo”, detalló.
El texto del proyecto establece que otro 20 por ciento de lo recaudado vaya a la compra de equipamiento e insumos críticos para la emergencia sanitaria, un porcentaje equivalente se use para asistir a las pymes, otro 20 por ciento al programa de becas Progresar y un 25 por ciento a planes de exploración y desarrollo de gas natural, a través de Enarsa.
Para darle apoyo se preparan tres movilizaciones. Coinciden con el día de la Militancia, que recuerda la vuelta de Juan Domingo Perón a la Argentina, en 1972, tras 18 años de exilio.
El Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie convocaron a concentrarse, a las 16, frente al edificio del Ministerio de Desarrollo Social para marchar después al Congreso. Estas agrupaciones, junto a otras organizaciones sociales, hablan de una Caravana Federal por el Día de la Militancia, que será “un festejo popular que recorrerá las calles en autos, motos y bicicletas dando su apoyo al presidente Alberto Fernández”. La marcha había sido pensada inicialmente como de respaldo al gobierno y a la Plaza de Mayo, pero cambió de destino cuando se fijó la sesión especial de Diputados.
El Frente de Todos y La Cámpora llaman a hacer una caravana, también al Congreso, pero a partir de las seis de la tarde. Para ponerle condimento la vienen anunciando como Supermartes, un término que alude a las primarias en los Estados Unidos y que en este caso funciona como guiño sobre la propia interna del Frente de gobierno; el proyecto fue redactado por Carlos Heller y Máximo Kichner, aunque se le atribuye a Sergio Massa haberlo planchado en los últimos meses. La caravana apoyará, de paso, otras dos iniciativas puestas en la agenda parlamentaria del día, la Ley de Fuego y la ley Yolanda, para que los funcionarios se capaciten en temas ambientales.
El Frente Sindical para el Modelo Nacional, en un comunicado firmado por Pablo Moyano, llamó a una caravana al Obelisco, a las cinco de la tarde. En la movida se espera que que participen también regionales sindicales de la CGT.
Con los cuidados por la pandemia, como el uso de barbijo y un pedido de mantener la distancia, estas caravanas marcan la decisión de volver a la calle de las fuerzas que integran el Frente de Todos. Retoman la movilización del 17 de octubre por el Día de la Lealtad y la el 27 de octubre, cuando se cumplieron diez años de la muerte de Néstor Kirchner. Son las primeras luego de los largos meses de aislamiento social, que quedaron marcados pero por las marchas opositoras en plena pandemia.