El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden nombró a su equipo de asesores para la Casa Blanca, mientras Donald Trump sigue sin reconocer la derrota en las elecciones. Biden puso en puestos claves del Ejecutivo a quienes lo acompañaron durante la campaña electoral. En paralelo comenzó una audiencia judicial en Pensilvania para abordar la demanda del magnate neoyorquino que pide impugnar votos en ese estado. A su vez, el principal responsable científico del país en la lucha contra el coronavirus, Anthony Fauci, sostuvo la necesidad de llevar adelante una “transición delicada” para no tirar por la borda todo el trabajo hecho. Biden había señalado que si el presidente seguía bloqueando la transición podría generar muchas más muertes.
El Team Biden
Entre los nombramientos que hizo Biden aparece el congresista de Luisiana Cedric Richmond, que fue copresidente de su campaña, como asesor principal y director de su Oficina de Participación Pública. Además, Jen O'Malley Dillon, su directora de campaña, como subdirectora de personal. También Julissa Reynoso, quien en el gobierno de Barack Obama fuera subsecretaria de Estado Adjunta para Latinoamérica y embajadora en Uruguay, como jefa de gabinete de la primera dama. Un nombramiento que despertó polémica es el de Steve Ricchetti, un reconocido lobbista en la Casa Blanca. Ricchetti ya se había desempeñado como subjefe de gabinete durante el mandato de Bill Clinton (1993-2001). Este exfuncionario fundó en 2001 una firma junto a su hermano de la que se separó para empezar a trabajar con Biden. En el último año habían conseguido varios contratos con empresas farmacéuticas. Algunos grupos progresistas ya pidieron al exvicepresidente que deje a los lobbistas fuera de su administración.
Desde la campaña de Biden sostuvieron que los nuevos asesores tienen una profunda experiencia de gobierno. "Estas personas diversas y talentosas demuestran el compromiso del presidente electo Biden de construir una administración que se parezca a Estados Unidos", indicó el equipo del mandatario electo en un comunicado. La semana pasada el exvicepresidente había nombrado a su veterano asesor Ron Klain, un duro crítico de la gestión de la pandemia por parte de Trump, como el próximo jefe de gabinete.
Trump quiere Pensilvania
Por su parte, el presidente republicano mantuvo una jornada de bajo perfil y no hizo apariciones públicas. Sin embargo, algunas de las demandas que presentó empezaron a ser abordadas por la Justicia. En Pensilvania la campaña republicana pretende que las autoridades electorales no certifiquen los resultados de las elecciones del 3 de noviembre. Argumentan que no se aplicaron los mismos procedimientos electorales en todo el estado. Allí obtuvo la victoria el candidato demócrata y con ella los 20 electores que otorga este distrito.
La secretaria de Estado de Pensilvania Kathy Boockvar pidió en un escrito presentado ante el juez que se desestime la demanda. La funcionaria calificó como “ordinarias y comunes" las irregularidades denunciadas por la campaña del actual ocupante de la Casa Blanca. El team republicano sostiene que los votos por correo habrían sido arreglados ya que algunos condados habrían permitido a los votantes enviarlos sin el sobre correspondiente. Pero no existe ninguna evidencia de fraude en las elecciones del pasado 3 de noviembre. De hecho, autoridades electorales de ambos partidos dijeron en público que las elecciones fueron transparentes. A la vez que observadores internacionales confirmaron que no hubo irregularidades serias.
Incluso si Trump lograra dar vuelta Pensilvania no le alcanzaría tampoco para torcer la victoria general de Biden. El demócrata tiene 306 votos en el Colegio Electoral, superando los 270 que se necesitan para ser proclamado presidente por ese organismo cuando se reúna el 14 de diciembre. La ventaja del demócrata en Pensilvania es de casi 70.000 votos. El juez Matthew Brann deberá decidir si da lugar al pedido de la querella o de las autoridades del estado. “Estén preparados para argumentar y ser interrogados", dijo el magistrado al convocar la audiencia.
Fauci preocupado por la pandemia
Lejos del clima electoral Fauci pidió claridad para poder trazar políticas de salud. "Si la transición no es delicada no se podrán optimizar todos los esfuerzos que se han estado llevando a cabo", dijo el experto. Además pidió que ambas partes aborden cuestiones de fondo como los niveles de suministros médicos, los equipos de protección para los trabajadores sanitarios y el programa de vacunas. El médico advirtió que hasta que las vacunas estén disponibles la población va a tener que seguir actuando con responsabilidad. "Las vacunas son importantes, pero la cuestión es que no queremos que estas vacunas vuelvan a la gente complaciente", sostuvo el inmunólogo.
Biden había señalado el lunes su preocupación por el tema sanitario. "La Casa Blanca dice que tiene un programa que no solo aborda cómo conseguir vacunas, sino cómo distribuirlas. Si tenemos que esperar al 20 de enero para conseguir ese plan, eso supone un retraso de un mes, o mes y medio", había advertido el presidente electo, en relaciona a la fecha del traspaso de mando. Por lo que pidió a Trump avanzar en una agenda conjunta. "Confío en que el presidente será ligeramente más sabio antes de que lleguemos a enero", afirmó Biden.