El costo de la canasta básica alimentaria, que marca la línea de la indigencia, registró en octubre un incremento de 6,6 por ciento. Así lo informó este martes el Indec. A su vez, la canasta básica total, que mide la línea de pobreza, marcó un aumento del 5,7 por ciento. Una familia con dos hijos necesitó contar con al menos 49.911,60 pesos en el mes para no caer en condiciones de pobreza.
Los costos de las canastas subieron por encima del índice de precios al consumidor (IPC) de octubre, el cual el Indec ubicó en 3,8 por ciento. El peso de los alimentos y de la indumentaria explicó principalmente las diferencias.
En el informe del Indec se precisó que en los primeros diez meses del año la canasta básica total acumuló un aumentó de 28,1 por ciento, mientras que la canasta básica alimentara subió 32,9 por ciento.
Pese a las fuertes remarcaciones sobre el rubro de los alimentos, que subió al 4,8 por ciento según el índice de precio al consumidor del Indec, entre los empresarios reclaman terminar con los programas de precios de referencia y precios máximos para productos de consumo masivo.
La semana pasada hubo un comunicado de Copal –entidad que agrupa a las industrias de alimentos- manifestando “un total rechazo” al desarme gradual de los programas de precios máximos y pidiendo que se eliminen para evitar problemas de abastecimiento.
En noviembre el precio de algunos alimentos sensibles para la canasta de consumo de la población continuó registrando fuertes subas. Principalmente en el caso de la carne, en el sector evalúan que las subas pueden llegar al 10 por ciento en supermercados y carnicerías. Desde el Gobierno evalúan un programa especial para poder asegurar la demanda de la población a precios razonables.
En los últimos doce meses, el costo de la canasta básica alimentaria registró un incremento del 45,8 por ciento. Por su parte, la canasta básica total anotó un alza del 40 por ciento.
La diferencia entre ambas cifras se debe principalmente a que las tarifas de los servicios públicos y el transporte se computan únicamente en la canasta total. Se trata de precios que se encuentran congelados desde principios de año. En cambio, en la canasta alimentaria tienen una mayor ponderación los bienes vinculados a la comida de los hogares (los que marcaron fuertes subas en los últimos meses).
En octubre, según el índice de precios al consumidor del Indec, el bloque de alimentos y bebidas no alcohólicas registró un aumento de 4,8. Algunas de las subas más destacadas se dieron en general en los productos estacionales como las verduras, tubérculos y legumbres; frutas; y aceites, grasas y manteca.
Por su parte, los precios de los fiambres subieron hasta 13 por ciento, en tanto que algunas frutas lo hicieron por encima del 20 por ciento. El tomate redondo avanzó 50 por ciento y la carne picada 2,5 por ciento, entre otros productos que explicaron la suba de la canasta básica alimentaria.
El último dato del Indec sobre pobreza registra que en el primer semestre del año 40,9 por ciento a nivel nacional se ubicó en esta condición. Se trata del dato más elevado desde 2004 cuando se ubicó en 44,3 por ciento.