“Estamos felices y contentas, tenemos la gran esperanza de que este año se promulgue, y al fin ¡que sea ley!” enfatiza Nina Brugo, una de las históricas militantes de la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, sobre el proyecto enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo. Habla del Presidente y cuenta: “Me emocionó ver su corbata verde cuando lo vi por televisión, y cuando terminó con la frase ‘que sea Ley’, más todavía”. Pero advierte: “Mañana tenemos una actividad para que se empiece el tratamiento cuanto antes”.
Ella está “en esta militancia” desde el año 2005. “Hemos presentado ocho veces el proyecto, el primero como sociedad civil fue en 2007, y ya en 2018 cuando en Diputados se trató en forma extensa y obtuvimos los votos, fuimos acompañadas por un millón de personas, estábamos esperanzadas”, recuerda. “Perdimos por pocos votos en el Senado, aunque la sociedad nos acompañaba, y no obstante ese traspié, pudimos reactivar la campaña” detalla.
Nina formó parte de la comisión redactora del proyecto en oportunidades anteriores. “Además, lo mandamos a todas las regionales de la campaña, y también hicimos un plenario con representantes de todo el país”. Hubo un tratamiento exhaustivo entre ellas “y aunque no todas estábamos de acuerdo, llegamos a un consenso y presentamos en 2019 un proyecto que contempla sobre todo el derecho a la salud”. Pero destaca que la propuesta sostiene fundamentalmente “una expresión del derecho humano a decidir, tanto de las mujeres como de todas las personas gestantes, porque tiene que ver con la capacidad de decidir”, puntualiza.
No conoce el proyecto que se envió al Congreso, explica, pero entiende que la demora fue producto de la pandemia. “Por eso volvimos a salir, y mostramos y dijimos nuevamente que esta situación de pandemia lo había enrarecido todo, y resultaba muy costoso sobre todo para las mujeres de más bajos recursos, hacerse abortos clandestinos e inseguros. Lo mostramos con cifras y demostramos cómo en los hospitales públicos no solo las mujeres arriesgan sus vidas y mueren, sino que ocupan lugares hospitalarios, porque los abortos están mal hechos”.
Por eso destaca: “Nosotras no penalizamos a las mujeres, ni a quien las haya ayudado, y no contemplamos las objeciones o intereses que traban la ley, desde el cabildeo en el Congreso. Sabemos que el Presidente en la campaña lo prometió, y lo manifestó al ser electo, y también en la asamblea parlamentaria este primero de marzo”, enumeró.
Se esperanza: “Este proyecto podría permitir que el aborto se hiciera en el primer trimestre de gestación saludablemente”. Por eso analiza el seguimiento desde las cuatro comisiones que tendrían que tratarlo: “Esperemos que sea en forma plenaria, entre las comisiones de Salud, Mujer, Penal, y de Legislación general, para que baje al recinto y llegue al Senado y que en el año 2020 sea ley”. Nina tiene clara su fundamentación y define: "Porque, ojo, el aborto no es solo la interrupción del embarazo, es nuestra autonomía, nuestra libertad, nuestra libertad sexual --insiste--, a lo que tanto le temen los fundamentalistas”, concluye.