Tanto en el Gobierno como en el bloque del Frente de Todos aseguraban que Santiago Cafiero y Máximo Kirchner habían arreglado hace un mes el envío del proyecto de la legalización del aborto para el día de la Militancia, en reconocimiento a la inquebrentable voluntad del movimiento feminista, y de las peronistas en particular, en favor de la iniciativa. Así las cosas, entonces en el bloque tenían claro que coincidiría con la sesión especial para debatir el Aporte Solidario de las Grandes Fortunas. En la Casa Rosada había quienes se lamentaban que, muchas veces, el apego al secretismo hasta último momento, que apunta a conseguir un mayor impacto de las propuestas, termina generando para afuera una sensación de desprolijidad, como ocurrió ayer. En parte para enmendar esto, algunos ministros como Martín Guzmán, Matías Kulfas y Daniel Arroyo fueron a presenciar la sesión en la Cámara de Diputados, con la idea de mostrar que había una posición común a favor de la aprobación del aporte.
"Lo acordaron Santiago y Máximo", aseguraban anoche en la Casa Rosada. "Sí, el envío estaba consensuado", replicaban desde la jefatura del bloque de diputados. Aunque en las horas previas también se le había adjudicado al presidente Alberto Fernández la decisión personal de remitir el proyecto justo ayer, cuando todas las luces estaban puestos en lo que sucediera en la sesión de la Cámara baja en la que se discutía otra de las iniciativas que se esperaban con ansiedad desde hacía meses. "Había un reclamo de la campaña por el aborto por acelerar. Tenía que ser esta semana porque el sector celeste tomó mucha actividad", argumentaban desde los despachos oficiales que trabajaron en el proyecto.
Pero la presentación anunciada por las redes sociales por Fernández pareció un poco descoordinada con el resto del oficialismo, lo que dio pie para que durante algunas horas se abundara en sobreinterpretaciones acerca de un supuesto cortocircuito entre la Casa Rosada y el Congreso. "Descarten todo eso", repetían por la noche desde ambas sedes. La foto del reaparecido presidente de la Cámara, Sergio Massa, junto a Máximo Kirchner, los ministros Guzmán, Kulfas y Arroyo, y funcionarios e intendentes que participaron de la movilizaciones de apoyo buscó plasmar esa unidad en imagen.
Más allá de alguna posible falta de coordinación, en Gobierno celebraban el tratamiento de estos proyectos que le permiten al Gobierno retomar la ofensiva de la agenda política, luego de tantos meses de problemas. Ahora empezará el intenso trabajo de persuasión para que la Interrupción Voluntaria del Embarazo se apruebe, con las dudas puestas en la actitud que tenga un grupo de senadores. En ese sentido, adelantaban que el santafesino Roberto Mirabella, quien reemplazó a Omar Perotti luego de que fuera electo gobernador, se abstendría o votaría a favor. Perotti era un voto celeste.
Así serán las próximas semanas, voto a voto. Está resuelto que el proyecto IVE se trate el verano en las extraordinarias. Si en paralelo comienza el operativo de vacunación contra el coronavirus, en el Gobierno sueñan con una realidad bastante más parecida a la bosquejada durante los primeros días de gestión, donde nada hacía prever lo que vendría después. "Sería recuperar la agenda que presentamos en la campaña, no vemos la hora de que eso suceda", sostenían.