Mientras se aguarda la llegada de alguna de las vacunas que le ponga fin al coronavirus, uno de los temas que es objeto de análisis es la inmunidad de aquellas personas que ya atravesaron un cuadro de covid-19. Científicos estadounidenses concluyeron que, ocho meses después de una infección, la mayoría de las personas examinadas todavía presentan células inmunes para defenderse del virus y prevenir la enfermedad.
Los investigadores presentaron un informe preliminar titulado “Memoria inmunológica al SARS-CoV-2 evaluada durante más de seis meses después de la infección”. Allí detallaron que los niveles de células B y T, que son cruciales para combatir la enfermedad, permanecieron estables hasta ocho meses después de la infección inicial. La lenta tasa de disminución también sugiere que estas células inmunes pueden persistir en el cuerpo durante largos períodos de tiempo.
El estudio confeccionado por Jane Crotty, virólogo del Instituto de Inmunología de La Jolla, California, y que tiene como coautores a Jennifer Dan, Jose Mateus, Yu Kato, Kathryn Hastie, Caterina Faliti, Sydney Ramirez, April Frazier, Esther Yu, Alba Grifoni, Stephen Rawlings, Bjoern Peters, Florian Krammer, Viviana Simon, Erica Saphire, Davey Smith, Daniela Weiskopf y Alessandro Sette, todavía no fue revisada por los pares, pero es el análisis más completo y de largo alcance sobre la respuesta inmune del cuerpo al coronavirus hasta ahora.
"Esa cantidad de memoria (inmune) probablemente evitaría que la gran mayoría de las personas necesiten hospitalización o desarrollen una enfermedad grave durante muchos años”, afirmó Crotty en diálogo con The New York Times.
Cómo fue el estudio
Durante la investigación se tomaron muestras de sangre de 185 pacientes, entre las edades de 19 a 81 años, que habían dado covid positivo en los primeros meses de la pandemia.
El equipo de investigación con sede en Estados Unidos, examinó cuatro partes del sistema inmunológico para crear una imagen general de la respuesta inmunitaria en lugar de componentes individuales. Las partes eran anticuerpos de coronavirus, células B que producen anticuerpos y dos tipos de células T que matan a las células infectadas.
Estos resultados van en línea con otros estudios que se están llevando a cabo. La semana pasada, investigadores alemanes encontraron que los pacientes recuperados de coronavirus también tienen células inmunes protectoras "asesinas", que existen incluso cuando los anticuerpos son difíciles de detectar.
Los principales inmunólogos sugieren que todos estos resultados apuntan a que el nuevo coronavirus actúa como una enfermedad "convencional", una vez que se superan las primeras semanas críticas. Aunque se descubrió que una pequeña cantidad de pacientes no tenían inmunidad duradera, posiblemente después de haber estado expuestos a cantidades más bajas del virus, los investigadores sugirieron que las vacunas acabarían con este problema.
El alto número de pacientes que muestran inmunidad a largo plazo también indica que es posible que no sea necesario administrar vacunas cada año, como lo hace actualmente la vacuna contra la influenza.
Estudios recientes registraron que los sobrevivientes del SARS (estrechamente relacionados con el coronavirus de 2019) todavía portan células inmunes más de 17 años después de la primera infección.