Después de semanas convulsionadas, la Cámara Federal hizo un gesto de reorganización interna tras el regreso de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, según dispuso la Corte. La primera decisión de impacto fue la reelección como presidente de Martín Irurzun, célebre durante el macrismo por las prisiones preventivas que se aplicaron siguiendo su doctrina y por ser la cabeza de la oficina de escuchas de la Corte, y la segunda fue la decisión de que Bruglia continúe interviniendo en las dos salas de la Cámara, por lo que cualquier decisión sobre investigaciones en trámite que llegue a esa instancia pasará por sus manos.
El jueves hubo una reunión en el segundo piso de los tribunales de Comodoro Py entre los cuatro jueces que actualmente integran la Cámara Federal. Bruglia y Bertuzzi se habían reintegrado el lunes pasado después de una licencia que siguió al fallo de la Corte Suprema que los restituyó temporalmente en el tribunal al que fueron trasladados durante el macrismo. Por unanimidad, los jueces resolvieron volver a entronizar a Irurzun como el presidente de la Cámara para el año próximo y también eligieron a Bruglia como vicepresidente. Esa acordada se firmó el jueves 12, pero recién se conoció ahora.
Al día siguiente, los jueces acordaron que Llorens y Bruglia iban a subrogar en la Sala II, donde hay actualmente dos vacantes, una que está sometida a un concurso y la otra que reclama el juez Eduardo Farah. De ese modo, la Sala II quedó integrada por Irurzun, Bruglia y Llorens, mientras que la Sala I por Llorens, Bruglia y Bertuzzi. Por el momento, tanto Llorens como Bruglia tendrán un ojo en cada uno de los expedientes que pasen por la Cámara.
Trascendió que la vocalía que ocupa Llorens en la Sala II es a la que debería volver Farah, que pidió su traslado primero a un tribunal en lo penal económico y después a un tribunal oral federal en San Martín, después de una campaña de desprestigio del macrismo y medios afines por haberse pronunciado por el cese de la prisión preventiva para los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa. Farah reclamó al Consejo de la Magistratura que lo reintegren a la Sala II de la Cámara Federal, sin hacer mención alguna al número de vocalía. Farah concursó para ese cargo y consiguió el nombramiento en 2008. Durante largo tiempo fue él quien ocupó una vocalía en las dos salas, por lo que pudo tener una mirada total a lo que sucedía en la Cámara.
Más allá del reacomodamiento en la Cámara Federal por el affaire Bruglia-Bertuzzi, lo cierto es que los camaristas aceleraron los tiempos en lo que hace a la reelección de Irurzun, que está en el tribunal desde 1994 y lleva más de diez años como presidente. El año pasado, la reelección de Irurzun había sido el 12 de diciembre, dos días después de la asunción de Alberto Fernández. Sus colegas explicaban entonces que había sido un espaldarazo a uno de los jueces emblemas durante el macrismo por su doctrina a favor de las preventivas para exfuncionarios kirchneristas y por su rol mando en la oficina de escuchas de la Corte Suprema.
Desde el reintegro de Bruglia y Bertuzzi, no hubo demasiados intercambios entre los jueces de la Cámara. Como la mayor parte del trabajo es remota, cada uno va un día a los tribunales de Retiro y sólo se reúnen excepcionalmente. Cuando el Senado rechazó el traslado de Bruglia y Bertuzzi --después de una revisión decidida por el Consejo de la Magistratura--, ni lentos ni perezosos, Irurzun y Llorens se repartieron las subrogancias entre ellos. Para subir un poco más el tono del encono, la Corte Suprema recordó en su fallo del 3 de noviembre que la dupla Irurzun y Llorens se había opuesto al traslado de Bertuzzi a la Cámara Federal. Tanto Bruglia como Bertuzzi llegaron a ese tribunal en 2018 desde el Tribunal Oral Federal 4 de la Capital Federal. En el caso de Bertuzzi, él partía de un traslado anterior desde el TOF 1 de La Plata.
La Corte restituyó a los B-B a la Cámara Federal hasta en tanto se realice un concurso para cubrir las vacantes que ellos ocupan. La comisión de selección del Consejo de la Magistratura, que preside Graciela Camaño, decidió la semana pasada avanzar con ese llamado a concurso. Tanto Bruglia como Bertuzzi ya hicieron saber su voluntad de presentarse, aunque apuestan a que el proceso se prolongue en el tiempo porque, después del conflicto de alto impacto que protagonizaron con el Ejecutivo y el Consejo de la Magistratura, saben que tienen pocas chances de ingresar en una terna.
El Consejo de la Magistratura, que se reunirá este jueves, debe todavía examinar el pedido de Farah y dar las puntadas finales al concurso para la otra vacante en la Sala II. Después de los exámenes quedaron bien posicionados los jueces en lo penal económico Diego Amarante, Pablo Yadorola, así como los federales Marcelo Martínez de Giorgi y Alejo Ramos Padilla --que también tiene chances en el Juzgado Federal 1 de La Plata con competencia electoral en toda la provincia de Buenos Aires--. Nada indica que vaya a haber definiciones en el plenario de hoy.