Desde Medellín
Gracias al Acuerdo de Paz entre gobierno y Farc, se creó esta semana la Comisión de la Verdad en Colombia. Ante un público emocionado y conmovido, el presidente Juan Manuel Santos firmó un decreto con carácter de ley que, además, pone en marcha la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Los ojos brillaban en los rostros de las víctimas que durante décadas han esperado por estos organismos los cuales serán una realidad gracias a la reciente aprobación en Congreso del Sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición acordado en La Habana.
Aunque en Colombia ya existió una Comisión Nacional de Reparación que incluyó un grupo de memoria, y luego la Ley de Víctimas dio a luz al Centro Nacional de Memoria Histórica, la firma de esta semana abre la posibilidad a una Comisión de la Verdad en todo el sentido, cuyos resultados no serán vinculantes jurídicamente, pero que recabarán en la historia de la guerra, sus causas y evolución para aliviar la pena de las víctimas y dejar claros los responsables. Igualmente, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas es una luz de esperanza para los más de 50 mil hombres y mujeres que no saben el paradero sus seres amados: estudiantes, líderes sociales, sindicalistas, o trabajadores y ciudadanos comunes y corrientes a quienes un día un grupo armado ilegal o el mismo Estado se llevó con ellos y nunca regresaron.
Por eso, las lágrimas rodaban por las mejillas de viudas y húerfanas presentes en la firma del decreto en el Centro de Memoria Distrital donde, además, se encontraban los principales funcionarios del alto gobierno e integrantes del Secretariado de las Farc. Las víctimas de crímenes de Estado alzaron la voz en medio del acto protocolario para exigir tomar el micrófono como lo hicieron aquellas afectadas por Farc y paramilitares. “Somos una generación de hijos e hijas a la cual se nos llevaron a nuestros padres”, dijo Alejandra Gaviria al final de evento cuando se les permitió subir al escenario. Su padre, Francisco Gaviria, fue desaparecido, torturado y asesinado en 1987 por pertenecer a la Unión Patriótica (UP) . “Usted, señor Presidente, se compromete con toda la verdad, la verdad para todas las víctimas. Esta firma significa además un compromiso de muchas partes incluyéndolos a ustedes, amigos militares. Necesitamos que se desclasifiquen los archivos militares”, concluyó la joven.
Junto a ella, en la tarima principal, Yolanda Pinto escuchaba atenta. Su esposo fue secuestrado por las Farc y asesinado durante el cautiverio junto a 10 militares y civiles en una tragedia que sacudió todo el país. La mujer fue enfática en explicar que no guarda rencor contra la guerrilla y que su fin como grupo ilegal es un regalo necesario para sus nietos, que no pudieron conocer a su abuelo, y para un país que merece un mejor futuro. “La Comisión de la Verdad que se conforma ahora es una de las herramientas más potentes para lograr entender las razones del conflicto, curar las heridas pero sobre todo aprender de esos errores. Ese dolor y todo lo que nos hicieron tiene que servir para que no se vuelva a repetir nunca jamás” afirmó Yolanda Pinto en diálogo con PáginaI12.
Al terminar el protocolo, otras víctimas como Clara Rojas, quien estuvo secuestrada en campamentos de Farc y se encontraba en el recinto, se cruzó con guerrilleros como Victoria Sandino, Pastor Alape e Ivan Márquez. Los indígenas de Cauca, por su parte, se acercaron a los comandantes y celebraron con un abrazo y una foto el hecho más importante en la historia reciente de Colombia para dar con la verdad de medio siglo de guerra. Santos había dicho minutos atrás que la verdad es incluso más reclamada por las víctimas que una reparación económica y muchas lo ratificaron entusiastas frente a la firma del decreto que incluye la conformación de un grupo que escogerá los comisionados.
De acuerdo con gobierno y el Acuerdo de Paz, la Comisión tiene la misión de contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto armado. También de promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas; de responsabilidad de quienes participaron directa e indirectamente en el conflicto armado; y de toda la sociedad de lo que sucedió. Dicha Comisión durará tres años, más seis meses iniciales del periodo de preparación en el que se escogerán once comisionados que los mismos colombianos podrán postular de manera amplia y pluralista. Los mismos que eligen estos investigadores serán quienes elijan los magistrados de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) que también hace parte del Sistema Integral pactado en La Habana y que significa para toda la sociedad colombiana la oportunidad de transitar a tiempos sin conflicto armado gracias a la justicia y la verdad.