Que se trata de un "crimen sin cuerpo", que hubo un "esfuerzo para eliminar vestigios" del mismo y que es clara la "cuestión de género" fueron algunos de los argumentos de la fiscal María Eugenia Iribarren para pedir que se confirmen las condenas de Gabriel Strumia y Roxana Michl, por la desaparición de la sanlorencina Paula Perassi. "¿Había que probar que Paula era mujer; que tenía dos hijos pequeños y una relación con un hombre casado y mayor que ella? ¿Que dependía de una pareja de la que ya no estaba enamorada? ¿Que no tenía trabajo ni sustento propio; mientras que el imputado tenía solvencia económica? ¿Que estaba embarazada de una relación intensa de un par de meses y que él quería que aborte? ¿Que hoy el aborto en Argentina es ilegal y se lleva a cabo mediante prácticas clandestinas que solo recaerían sobre Paula y no en el padre de la criatura? Teníamos que probar el desequilibrio (con el trato al imputado) por su condición de mujer y todo esto se probó", expresó sobre lo que tuvo en cuenta el tribunal condenatorio. Y fue contundente: "La connivencia y protección policial que tuvo Strumia permitió que hasta el día de hoy estemos buscando el cuerpo de Paula". El querellante Adrián Ruiz se quebró al recordar que la voz de Paula quedó en el chat con su amigo. "Es lo último que nos quedó de ella; y en una sociedad donde hay una moral media, pagó con un mal recuerdo que se hace de ella por haber tenido un amante. Como que no merecía justicia", cuestionó. 

Strumia y Michl llegaron a esta instancia condenados a 17 y 7 años, como autor y partícipe de "privación ilegal de la libertad agravada por tratarse la víctima de una mujer embarazada". La fiscal pidió que se rechazaran los agravios de la defensa, que se confirme la sentencia y que queden detenidos. En tanto, dejó claro que están en revisión los recursos de otras siete personas --cinco de ellos policías-- absueltas el juicio de 2019, a quienes la querella acusa de ser parte de una "estructura desaparecedora". 

Paula tenía 34 años, dos hijos y un embarazo de seis semanas, fruto de la relación extramatrimonial que mantenía con Strumia. En ese contexto, la fiscal recordó que Strumia y Michl llegaron a juicio acusados de violación de la libertad y aborto sin consentimiento seguido de muerte, junto con un empleado de Strumia y la acusada de hacer el aborto, Mirta Rusñisky. Éstos, con los policías Adolfo Puyol (que era conocido de Strumia), Jorge Krentz, Aldo Gómez y María José Galtelli, imputados por encubrimiento, sustracción de objetos y falsedad, fueron absueltos pero su situación está en la Corte provincial. 

La fiscal rechazó los planteos de abogados de los imputados, que defendieron el fallo de primera instancia, en el que todos quedaron absueltos. Luego fue la Cámara Penal la que el año pasado sentenció al matrimonio. Para Iribarren, los imputados tuvieron "acciones imposibles de justificar". Incluso, la coartada de presentar cinco años después un video para demostrar que estaban en su casa cuando Paula desapareció. Y aseguró que ese video "es falso".

Además, lamentó que "la situación en la que se encontraba Paula por ser mujer es la perspectiva que se pedía al tribunal del juicio y que no tuvo. También dijo que la privación de la libertad "es una circunstancia que continúa al día de hoy porque Paula no está".