El coronavirus agravó la situación económica mundial y fueron los Estados nacionales los que de diferentes formas buscaron estrategias para cuidar a sus comunidades frente a un hecho inédito. Siempre el Estado –inclusive- en las peores adversidades, está allí mostrando ese lado humano que los sectores económicos deshumanizan.

Nuestro país, luego de cuatro años de un Gobierno que privilegió a sectores minoritarios y perjudicó a la mayoría de las argentinas y argentinos, tuvo y tiene por delante ese desafío de llegar a todas y todos. Este año terminará pronto, luego de días largos y meses interminables, y nos lleva a recuperar una pregunta: ¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidar a la comunidad?

El Presidente Alberto Fernández puso el cuidado de la vida como eje principal de todas las definiciones del Gobierno. Las medidas económicas que se encararon fueron fundamentales para acompañar a la mitad de argentinas y argentinos que no cuentan con un salario a fin de mes o que corrían el riesgo de perderlo; el IFE, el ATP y la Tarjeta Alimentar son de las medidas más significativas que vinieron a contener el hambre en los barrios.
“Mejor que luchar de a uno es luchar todos juntos”, me dijo una vez Nelly, del comedor “La Casita de La Cava”. Y es que eso hacen: juntar lo poco para repartir entre muchas y muchos.

Sin duda alguna, el cuidado es prioridad de este Gobierno y las pruebas están a la vista. Se amplió la Asignación Universal por Hijx (AUH), para dar mayor cobertura a las familias que se encuentran en situación de pobreza. El pasado martes se debatió en el Congreso de la Nación la Ley de Aporte Extraordinario a las grandes fortunas, como política redistributiva en este difícil contexto económico; junto con la Ley de Fuegos, ante los extensivos incendios ocurridos en Córdoba y Santa Fe. A su vez, la semana anterior, la Secretaria de Legal y Técnica de Presidencia, Vilma Ibarra, había anunciado el proyecto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso por el Aborto Legal. También la semana pasada se anunciaba la reglamentación del autocultivo para el cannabis medicinal.

Las iniciativas a nivel nacional son claras, pero la realidad no es la misma en la Ciudad de Buenos Aires. En esta Ciudad seguimos padeciendo decisiones que no cuidan al conjunto, donde se priorizan negocios inmobiliarios millonarios por sobre los cuidados de la vida, el derecho a la vivienda digna y al medio ambiente, entre tantos otros. Seguimos siendo la Ciudad más rica, pero también la más desigual. Una contradicción inmensa.

Debieran todos los gobiernos por igual entender que la “Agenda Verde” que expresa el feminismo popular y las organizaciones nucleadas en torno al cuidado del medio ambiente, tienen mucho para aportar a un proyecto político de corte nacional y popular. Porque la agenda verde no es otra que la agenda de la sustentabilidad de una Nación que cuida a su ambiente y a su pueblo. Eso es cuidar a la comunidad. 

*Docente, socióloga feminista, directora de Cuidados Integrales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.