Parece que el quinteto de tango nuevo La Rompiente encontró un lugar de arribo y su punto de partida. El EP Pura Ingratitud se conoce a partir de hoy en las plataformas digitales, y anoche se presentó desde el escenario de Distrito Siete. Cuatro canciones de lírica fuerte, en la voz de carácter que imprime Joselina Casadei, junto al hacer de Jimena López Zaric (clarinetes), Genaro Carranza (guitarra eléctrica), Tomás Giroud Guillet (piano y arreglos) y Fermín Suárez (contrabajo).

“Fue encontrar la manera de reunirnos, de escuchar y estrenar el disco”, dice Fermín Suárez, contrabajista y uno de los compositores. “Lo grabamos durante el mes de julio durante un panorama incierto, en una de nuestras casas, cuando nos podíamos reunir pero no sabíamos hasta cuándo. Y se dio una dualidad, la de estar por un lado cómodos, acompañados y grabando tranquilos, y por el otro la urgencia de no saber hasta dónde íbamos a poder llegar”, continúa.

-Un disco atravesado por lo que pasa, y desde la música ciudadana.

-Es algo loco para nosotros. Sentimos que abordamos el tango desde un lugar que deja un poco de lado la añoranza por el barrio o la nostalgia. Lo nuestro es más urgente. Así que grabarlo en medio de una pandemia hace que la música esté atravesada por lo que sucede. Para nosotros va a ser la música que grabamos en este momento de la historia.

-Ustedes se definen desde el desapego a lo nostálgico, pero inciden en un decir frontal, descarnado, algo tal vez característico de cierto tango; el título del disco lo dice: “Pura ingratitud”.

-Siento que hay una coherencia temática, estética, que se fue desarrollando en el tiempo, en la que todos contribuimos. En las letras tenemos cierta alineación vinculada con escribir desde el ahora, desde la urgencia de atravesar un mal momento. Cierto tango quizás mira de una forma un poco estereotipada para atrás, y reflexiona sobre lugares del pasado que parecerían mejores, como si se buscara un refugio en donde nosotros no nos encontramos. Para nosotros es mirar hacia adelante, aunque sea desde la incertidumbre. Es un pensamiento medio dark, pero creo que al menos nuestra generación -todos somos sub 30- está atravesada por esto.

-¿Cómo se fueron conociendo?

-Es una visión que fuimos armando, porque el grupo fue mutando mucho. Veníamos de lugares distintos, como el rock y el jazz, y en el tango encontramos una isla donde quisimos meternos a investigar. La canción de tango nos pareció una buena plataforma para expresarnos, y a partir de ahí fue buscar la combinación de colores y llegar a un lugar fuertemente colaborativo. En esta isla todes aportan su voz, su color, desde la intención que cada uno tiene. Con este disco siento que llegamos a un lugar y al mismo tiempo a un punto de partida, con el cual estamos a gusto. El EP es la culminación de todo este proceso de encontrarnos y conocernos.

-Y con el tango como un lugar de encuentro, al que arribaron sin intención previa.

-Claro, fue una decisión la de seguir esta senda. Siento que al tango lo abordamos de una forma un poco desprejuiciada, pero intentando ser honestos con nosotros mismos. No queremos que el género sea una restricción pero tampoco un término usado a la ligera.

-En ese sentido, hay tendencias contemporáneas que abrieron muchas otras posibilidades.

-La Rompiente no existiría sin la corriente que generaron grupos como Astillero de Julián Peralta o la Fernández Fierro. No somos una referencia directa a ellos, pero es un camino que abrieron estos grupos, así como acá lo hicieron otros como la Orquesta Utópica o Pasaje Noruega, que abrieron un poco la ventana, indicando que se podía ir por ahí. Con los compositores más actuales uno se sintió más cercano, así como desde las temáticas y ciertos elementos que uno traía, tal vez ligados al rock o el pop. Para mí, la entrada fue un poco por ahí. Al verlos, fue sentir que nos daban cierta piedra libre para participar, correr la vara para otro lado y ver dónde nos hallamos.

-Al componer, ¿lo hacés pensando que va a interpretar una mujer?

-Es algo que fui aprendiendo. Si lo escrito por uno lo dice una mujer, muchas cosas adquieren otro significado. Es interesante, porque suena de otra forma. Les cantantes tienen la habilidad, desde la interpretación, de poder inventar otra historia, y eso es algo que noto en Joselina.