La fiscala penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ana Inés Salinas Odorisio, informó que en el marco de la investigación que lleva adelante por el asesinato de la docente Rosa del Milagro Sulca, la adolescente que se encuentra imputada como autora del hecho, solicitó prestar declaración en sede fiscal y se responsabilizó del crimen.
El jueves Salinas Odorisio tomó declaración a la chica, quien estuvo acompañada por la madre, un defensor oficial de menores y una asesora de menores e incapaces.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, la adolescente se responsabilizó por el homicidio de la maestra de Villa Mitre, atribuyó la conducta desplegada al consumo problemático de sustancias estupefacientes y trató de desvincular a los otros imputados en la causa.
Hay otros dos acusados en esta causa judicial. Se trata de Pablo Exequiel Verón, de 18 años, acusado como coautor del delito de homicidio calificado por alevosía y criminis causa (cometido para ocultar otro delito) en perjuicio de Sulca, y Martín Oscar Laime acusado de encubrimiento agravado.
Verón y la adolescente no están detenidos y se encuentran con medidas sustitutivas. Laime permanece detenido.
La acusación sobre Laime se fundamenta en que la adolescente imputada se reunió con él luego del hecho en las inmediaciones. El hom bre la vio con la ropa ensangrentada y lesionada y le prestó un abrigo. Laime y la chica permanecieron juntos hasta el día siguiente y existen registros fílmicos de ambos en la vereda de la casa de la víctima.
Imputados por incumplimiento
La Unidad Especial conformada por la fiscala Verónica Simesen de Bielke y el fiscal Pablo Rivero imputó el 30 de abril a los policías Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, en relación al homicidio de Sulca. El Ministerio Público Fiscal informó que las imputaciones se mantienen de esta manera y se espera la elevación a juicio.
Conforme a las investigaciones realizadas por el personal del Departamento Investigaciones y Criminología, la Unidad Especial de Investigaciones, el informe del Servicio de Emergencia 911 y diferentes testimonios, Simesen de Bielke y Rivero entendieron que los policías incumplieron con sus obligaciones de cuidar a una persona que requirió ayuda.
La víctima llamó al 911 y alertó sobre la inminencia del ataque contra su vida. Los policías fueron a su casa, tocaron a la puerta y, al no obtener respuesta, se retiraron sin más trámite. Por esto, para la Fiscalía, omitieron cumplir la función que les fuera asignada, con la consecuencia de la muerte evitable de Sulca.
La Fiscalía viene recordando que ante el pedido de ayuda, Sanhueso y Visgarra fueron en el Móvil 1113 hasta la casa de la maestra, a la que llegaron a las 2.51 de la madrugada del 28 de abril y una vez ahí informaron: “Negativo moradores, no son alertados por persona alguna”. Al minuto siguiente, las 2.52, el móvil fue liberado por cierre del suceso, informado como “delito no constatado”.
Pero ese mismo día, a las 18.30, ingresó otra llamada al Sistema de Emergencias de una mujer que dijo que le resultaba extraño que su vecina no contestara llamadas ni mensajes. Otra vez se constituyó la Policía en la casa de Sulca y recién entonces descubrieron el cuerpo de la docente que había sido asesinada en la madrugada.