Con algo de sol y mucho calor, la reapertura de La Florida cumplió con el protocolo de coronavirus. Desde las 8 llegaron los visitantes, que se instalaron en los círculos en la arena para dos y cuatro personas. Hacia el mediodía, había unas 4 mil personas en el balneario y se esperaba un recambio. “Estamos muy conformes, la gente respeta los círculos, es su pedazo de arena que no quiere perder, ni los chicos salen de los círculos, sólo para ir al agua”, indicó el encargado del balneario, Horacio Palavecino, en declaraciones a Radio 2. Rosario informó 282 diagnósticos positivos de covid-19, con un 72 por ciento de ocupación de las camas críticas en el sector público. En tanto, en la provincia hubo 1223 contagios confirmados y 21 fallecidos, de los cuales 13 fueron de Rosario, que suma 1047 muertos desde el comienzo de la pandemia. El viernes, la Asamblea de Trabajadorxs de la Salud por el Cuidado Colectivo publicó su segundo documento, en el que piden "Botón Rojo Intermitente y Planificado". 

Hacia el mediodía de este sábado había unos 1000 círculos ocupados en La Florida, lo que implica que llegaron unas 4 mil personas. “Podrían entrar más pero no queremos sobrepasar la infraestructura, es decir, los baños, la entrada y salida de la gente, las instalaciones”, sostuvo Palavecino y remarcó: “Cuatro mil es un número prudencial”. Con el levantamiento del paro de colectivos, desde la 0 de hoy, ese número subirá. El límite dispuesto es de 6000 personas en 1500 círculos. 

Para la Asamblea de Trabajadorxs por la Salud Colectiva "este momento en la evolución de la pandemia es clave para no seguir debilitando aún más las funciones de regulación y control por parte de quienes tienen responsabilidades de gobierno. Consideramos que es clave en el sentido de que la progresiva disminución de casos en el sur de la provincia --pero con un incremento preocupante de la mortalidad y la letalidad-- acentúa el riesgo de comportamientos sociales de negación de la situación, mientras que en otros sectores del territorio provincial los movimientos de la curva empiezan a ser preocupantes y hay que  interrogar esos mecanismos, interrogarlos para generar conciencia". 

En un exhaustivo análisis de seis páginas, también indican que "el negacionismo es fortalecido por discursos político-sanitarios que insisten en el mensaje de la responsabilidad individual del cuidado y en la exhortación a 'aprender a convivir con el virus'. Tal mensaje evidencia debilidad y desconfianza a la hora de aplicar los instrumentos normativos requeridos para el bienestar colectivo, frente a la presión de demandas sectoriales derivadas de la profunda crisis económica". 

La Asamblea volvió a enfatizar en "la necesidad de controles verdaderos y diferentes a los que se observan hoy. Dichos controles tendrían que apuntar al cumplimiento tanto de las medidas básicas como a la restricción de las reuniones no permitidas, que se constatan diariamente en cualquier edificio o en cualquier manzana de la ciudad".