El ministro de Justicia boliviano Iván Lima Magne hizo suyo el caso de Facundo Molares Schoenfeld, el argentino arrestado por las fuerzas anticonstitucionales a comienzos del golpe contra Evo Morales y mantenido luego en prisión. Lo calificó como un hecho de violación de los derechos humanos. Lima Magne hizo declaraciones después de una conversación telefónica con el canciller argentino Felipe Solá, que le había señalado su preocupación por Molares.
Página/12 pudo saber que en su visita a La Paz para la asunción de Luis Arce tanto el Presidente Alberto Fernández como Solá conversaron del tema con el propio Arce y con su nuevo equipo. Lima Magne se convirtió así en la máxima autoridad política boliviana en tratar públicamente el caso Molares.
El viernes 20 el canciller argentino decidió llamar directamente al ministro de Justicia tras enterarse de que, además de las irregularidades jurídicas ya denunciadas por el Estado argentino, había empeorado la salud de Molares, contagiado además de Covid.
El 19 el Gobierno fue informado de que Molares había sido trasladado de la prisión a un hospital en La Paz. El 20 Solá hizo contacto con Lima Magne y emitió un comunicado en el que constataba la nueva internación, recordaba el delicado estado de salud de Molares e insistía en las irregularidades judiciales. “Sometido a un proceso judicial irregular y con acusaciones que el Ministerio Público Fiscal nunca acompañó de cargos concretos en su contra, durante su prolongada detención Molares fue transferido de penal y debió soportar que cuatro audiencias para el tratamiento de su caso fueran postergadas y dilataran aún más la situación”, decía el texto.
El sábado 21, en conferencia de prensa, Lima sostuvo que el Poder Ejecutivo boliviano respeta la "independencia del órgano judicial", pero que "excepcionalmente" decidió referirse al caso de Molares a pedido del canciller argentino.
"He leído la acusación de la Fiscalía de 43 páginas y le pido al fiscal general (Juan Lanchipa) que revise esa acusación, porque no encuentro ni un solo elemento de prueba para acusar penalmente a este ciudadano", manifestó. Explicó a los periodistas que Molares había sido trasladado de la cárcel de Choncororo a un hospital, donde, según relató, fue esposado a la cama. “Eso se entiende en derecho humanitario como un trato inhumano y degradante", dijo, e informó que las autoridades bolivianas habían resuelto invalidar esa vejación.
Lima Magne cuestionó lo que definió como “retardación de justicia" y criticó que “nadie le diga a Molares por qué se lo está acusando". Afirmó que "ninguna persona en Bolivia puede sufrir ningún trato cruel, inhumano o degradante".
El Gobierno argentino difundió este tuit después de las declaraciones del ministro: “La Cancillería argentina reconoce la preocupación del ministro de Justicia boliviano @IvánLimaMagne por el ciudadano argentino Facundo Molares, arrestado en 2019 por las fuerzas golpistas. Hoy declaró que no hay elementos para acusarlo y que deben cesar los tratos inhumanos y degradantes”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores a través de sus autoridades, de la embajada en La Paz y del consulado en Santa Cruz, y la Secretaría de Derechos Humanos que conduce Horacio Pietragalla, mantuvieron durante el régimen de Jeanine Añez el reclamo por Molares y estuvieron en permanente contacto con sus familiares.