La liberación de Facundo Molares, el joven argentino que permanece detenido en Bolivia desde noviembre del año pasado, sería inminente. Este domingo su delicada situación experimentó un primer alivio cuando fue liberado de las esposas que lo mantenían atado desde que el gobierno de facto tomó el poder tras el derrocamiento del expresidente Evo Morales. Con la llegada al gobierno de Luis Arce, el escenario cambió drásticamente.
Fuentes del consulado argentino en el departamento de Santa Cruz confirmaron que Facundo se encuentra estable, algo que tranquilizó a su familia, preocupada por su frágil estado de salud. El canciller argentino Felipe Solá confirmó que estuvo en contacto con el flamante titular de Justicia de Bolivia, Iván Lima, y destacó que "el ministro reaccionó inmediatamente y se metió en el tema, leyó la acusación de la Fiscalía, hizo declaraciones, y dijo que no hay ninguna razón para la cual no cese el trato denigrante e inhumano con Facundo Molares y que debe ser puesto en libertad".
"Facundo dio positivo de covid-19 y está internado en una clínica en La Paz porque no puede estar en la cárcel", destacó Solá este domingo en declaraciones a Radio 10. En su cuenta de Twitter el canciller aseguró que Molares "fue detenido en noviembre de 2019 y en las 43 páginas que elaboró la fiscalía no hay un solo elemento que justifique esa detención".
El sábado en conferencia de prensa el ministro Iván Lima había dicho que el gobierno encabezado por Arce respeta la "independencia del órgano judicial", pero que "excepcionalmente" decidió referirse al caso de Molares a pedido del canciller argentino. Además explicó a los periodistas que Molares había sido trasladado de la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro a un hospital donde permanecía hasta ahora esposado a la cama. "Eso se entiende en derecho humanitario como un trato inhumano y degradante", manifestó Lima, e informó que su gobierno decidió invalidar esa vejación. El próximo paso sería, entonces, la ansiada libertad de Facundo.