“Celebro que haya presentado el proyecto y que sea tan bueno. Es un proyecto excelente, respeta lo construido colectivamente por el movimiento feminista en el país”, dijo Marta Alanis, referente de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, en relación al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que presentó el Ejecutivo Nacional. Además, valoró que el proyecto fuera presentado por Alberto Fernández, el primer presidente en el mundo en tomar esa iniciativa, y que tenga un 95 por ciento de similitud con el de la Campaña. “Las leyes que se van a discutir son de muy buena calidad, de avanzada, donde se respetan los derechos humanos, todos los tratados internacionales, así que tenemos que entrar en una etapa de mucha esperanza”, dijo.
--¿Qué opina del proyecto del Ejecutivo?
--El proyecto de la Campaña, que es el que nosotras defendemos, va a estar en el debate, pero reconocemos que el proyecto que presenta el presidente está en consonancia en más del 90 por ciento con el proyecto que presentó la Campaña y hay un reconocimiento como actora de la sociedad civil a la Campaña. La Campaña está reconociendo el nivel de similitud entre los proyectos y las diferencias no van a ser problema. Vamos a dialogar.
--Incorpora la objeción de conciencia algo que no estaba en el de ustedes ¿cómo lo ve?
--Hay algunos puntos que corresponde al Ejecutivo ponerlos, en el de la Campaña no tenemos objeción de conciencia ni punibilidad de ningún tipo para las mujeres. El Ejecutivo en tanto Estado tiene que pensar en esas cosas. Nosotras no vamos a proponer punibilidad a las mujeres. Personalmente veo un texto razonable, no se puede caer en abandono de persona nunca, pero las expertas de la Campaña ven que tal vez el Protocolo de la Dirección de salud sexual y reproductiva tiene una definición de la objeción de conciencia más precisa.
--¿Como debería evitarse que la suma de objeciones de conciencia individuales se transformen en la práctica en objeciones institucionales?
--No se puede transformar en institucional porque hay una penalidad que se propone para los médicos que no cumplan, que dilaten la atención; van a tener una demanda penal.
--¿Cómo ve la cuestión de las semanas? A partir de la semana catorce, fuera de las causales, las mujeres pueden ser criminalizadas.
--Hay cosas que siempre están en tensión porque es algo muy delicado. Por ejemplo, dice que las mujeres serán penalizadas si buscan el aborto después de las catorce semanas, siempre y cuando no hubiera una situación que atenuara. Eso es muy vago, pero le abre la puerta a un juez a comprender una situación particular. Mi opinión personal es que es el primer presidente que presenta un proyecto de legalización del aborto en el mundo. Y tiene un 90 o 95 por ciento de similitud con el de la Campaña, inspirado en el movimiento feminista. No vamos a hacer hincapié en las diferencias sino en las coincidencias.
--Establece un plazo de diez días para la garantía de la práctica, ustedes decían que sean cinco. ¿Qué implican en la práctica esos cinco días de diferencia?
--En la media sanción había salido con cinco días de plazo, y algunas piensan que es lo correcto, pero diez días le da tiempo al médico para poner excusas y a los diez días actúan la denuncia penal y no creo que los médicos quieran eso.
--¿Cuáles son sus expectativas, cree que esta vez se aprobará?
---Sabemos que el debate va a ser breve y creemos que antes de fin de año el proyecto va a ser ley. Las expectativas y lo que se dice es que antes de fin de año tendríamos el proyecto y sino las (sesiones) extraordinarias siguen en enero y febrero. Pero eso puede generar mucha movilización, creo que sería razonable que se dé el debate concretamente, cuanto menos se demore menos exposición en las calles.
--¿La sociedad esta lista?
--Sí, está lista, lo demostró en el 2018: se habló de los abortos de las abuelas, de las madres, de las hijas, de las vecinas; la juventud salió a la calle, la gente grande apoyó. Lo que pasa que la gente está hoy preocupada por otras cosas pero adhiere a que haya un respeto a los derechos de las mujeres. En Europa y en muchos países el aborto legal tiene décadas. No es justo que las mujeres argentinas tengamos que obedecer a las creencias personales de senadores o de personas que no han reflexionado sobre este tema, que siguen anclados en el pasado. Creo que nos merecemos tener la oportunidad, las mujeres tienen que tener la opción de interrumpir un embarazo en las primeras semanas de gestación. Estamos generando una opción para las mujeres.
--¿Qué le diría a diputados/as y senadores/as que todavía tienen dudas?
--Yo respeto las dudas, las creencias de cada uno, pero creo que en Argentina estamos en un Estado laico y las creencias personales son para la vida personal, no para imponerlas a los otros. Son parte del Estado, que piensen que tienen capacidad de decidir por todos y todas y no pueden obligarnos a vivir del modo que a ellos les parece. Y que se pongan una mano en el corazón y piensen si su esposa, sus hermanas, sus hijas, no han pasado por la experiencia de un aborto porque en general pasa en todas las familias.
--¿Y a los católicos?
--Como referente de Católicas por el derecho a decidir, siendo católica... los temas que tienen que ver con la doctrina de la Iglesia no son dogmas, son discutibles, y no hay una posición homogénea en la Iglesia. Entonces, diría no hay posición monolítica en la Iglesia Católica con este tema, y que en la Iglesia hay posibilidad de discernir y hay libertad de conciencia y eso no lo dice nunca la jerarquía. Sin embargo, las mujeres católicas abortamos en la misma proporción que el resto, son cosas que pasan en la vida, que no tienen que ver con la fe. Uno puede adherir profundamente al núcleo central de los valores cristianos y puede tener una sexualidad libre diferente, puede recurrir a un aborto en algún momento, puede tener una identidad sexual diversa manteniendo su fe. Se ve cuando se observa cómo vive la gente católica.