A partir de la gran cantidad de incendios que durante 2020 afectaron a las islas del Delta del Paraná, este año la palabra "humedales" logró meterse en la agenda pública. Sin embargo, los incendios en el Delta son una constante desde que las islas se vieron invadidas por la producción agropecuaria y desde hace años se multiplican los activistas que se organizan "en defensa de los humedales", ecosistema que abarca el 21,5 por ciento del territorio argentino. Ahora, los ambientalistas reclaman que el Congreso trate en sesiones extraordinarias la renombrada "Ley de Humedales", que el viernes pasado finalmente obtuvo dictamen de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano.

"Hay gente que cree que lo único que sirve es el sistema de producción pampeano y quieren transformar el humedal en eso. Piensan: 'Los humedales se inundan y son una porquería, hay que ganar tierra para el progreso y el desarrollo'. Con esa excusa queman, despejan el terreno y dicen 'ahora que se perdió la vegetación dejame hacer lo que quiera'", de esta manera graficó Roberto Bo, biólogo especialista en humedales, el pensamiento de quienes están detrás del llamado proceso de "pampeanización" de las islas del Delta, del que son víctima los humedales gracias a la expansión de la frontera productiva.

Por supuesto, los humedales no son una "porquería". Por el contrario, Bo explicó que se trata de "un tipo particular de ecosistema que se encuentra entre los más productivos y diversos biológicamente, con una gran variedad de seres vivos". Además, son un gran acumulador de agua, "cumplen una función de esponja para amortiguar la posibilidad de grandes inundaciones".

Según el biólogo, además de la "esponja", los humedales cumplen una función de "riñón": "Manejan la entrada y la salida de nutrientes y contaminantes. Con los nutrientes el humedal fertiliza su área de influencia y, por otro lado, retiene lo que está en exceso, como los contaminantes de origen humano", detalló. Los humedales también absorben y acumulan grandes cantidades de carbono que, al incendiarse, son liberadas a la atmósfera y profundizan el efecto invernadero.

"Los humedales ocupan el 21,5 por ciento de nuestro país, tenemos en forma de isla, delta, turbera, salares, humedales altoandinos, y las actividades que se realizan sobre ellos tienen un impacto muy fuerte", indicó Jackeline Ermini, integrante de Jóvenes por el Clima Argentina. En este sentido, el rosarino Lisandro Citta, de la Multisectorial por los Humedales, advirtió que "es un absurdo que no haya una ley que regule la actividad que se hace en un territorio que ocupa más del veinte por ciento del país".

"Agrícolo-ganaderos, inmobiliarios, mineros y portuarios", esa es la enumeración que hizo Bo de los intereses que se encuentran detrás de los incendios que buscan cambiar el uso de los suelos. Para Germán Mangione, habitante de la ciudad santafesina de San Lorenzo e integrante del Movimiento Regional en Defensa de los Humedales, sin una ley que los proteja, "la presión sobre estos territorios para avanzar en la explotación agropecuaria va a seguir existiendo".

El viernes pasado, la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado del Frente de Todos Leonardo Grosso, consiguió por fin dar dictamen a un texto unificado de Ley de Humedales que entre otras cosas busca regular las actividades que se realizan en esos territorios para preservar el ecosistema. Ahora, el proyecto deberá sortear otras difíciles cuatro comisiones: Agricultura y Ganadería; Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios; Presupuesto y Hacienda; Legislación Penal.

"Estamos exigiendo que se trate en sesiones extraordinarias, esto no se puede enfriar porque nos vamos a quedar sin ley", señaló en este sentido Mangione, cuya organización participó de una serie de acciones de protesta en el marco de la "semana de los humedales", que culminó el fin de semana pasado con un nuevo corte y acampe en el puente Rosario-Victoria. En Buenos Aires, Jóvenes por el Clima, junto a más de 60 organizaciones, presentaron en el Congreso un documento con cerca de 650 mil firmas que apoyan el pedido por la Ley de Humedales.

Desde el año 2012 hasta ahora, quince fueron los proyectos de protección de humedales presentados en el Congreso. En 2013 y 2016, dos iniciativas con este objetivo consiguieron media sanción del Senado pero nunca fueron tratados por la Cámara de Diputados, por lo que perdieron sus respectivos estados parlamentarios.

"Los incendios siguen, entre lunes y martes tuvimos unos focos terribles en lugares donde no queda nada y no hay ningún combustible, por lo que tienen que haber sido intencionales sí o sí", sostuvo Citta. Según el integrante de la Multisectorial, a los habitantes de Rosario los incendios les generaron "mucha tristeza": "Estar en el Monumento a la Bandera y ver cómo las llamas crecen y crecen en las islas causa mucha tristeza. Ahora, ir de Rosario a Victoria, en Entre Ríos, es impactante, no queda un solo árbol vivo en las islas", concluyó.