El sector de madera, muebles y colchones vive un “veranito”. El aumento en las ventas llevó a un alza de la producción, que creció 21,1 por ciento interanual en septiembre, por segundo mes consecutivo. Sin embargo, la sobredemanda derivó en demoras de entregas de más de 2 meses y alzas en los precios, por encima de la inflación.
“Se está vendiendo como hacía tiempo que no se veía”, aseguró a PáginaI12 Román Queiroz, presidente de la Federación de la Industria de la madera (Faima). "Veníamos de una caída sostenida de 22 meses, se siente la recuperación", agregó Fabian Parada, presidente de la Cámara de Fabricantes de Muebles (Cafydma).
El aumento de las ventas se debe a diversos motivos: "La gente pasa más tiempo en sus casas, al no poder tomarse vacaciones o salir a comer afuera, comienza a mirar puertas adentro, por eso lo más vendido fueron los juegos de living, de comedor y los colchones", aseguró Parada. También por el teletrabajo aumentó el consumo de escritorios y sillas ergonómicas. Por otro lado, Queiroz resaltó: “El Ahora 12 suma mucho, y por la imposibilidad para comprar dólares, los ahorros se invierten en un bien durable”, explicó Queiroz. Las ventas del Ahora crecieron 80 por ciento con respecto a marzo.
La sobredemanda se tradujo a precios. Desde junio, el rubro “equipamiento y mantenimiento del hogar” supera el nivel general de la inflación. El mayor registro fue el de octubre, donde trepó 4,7 por ciento, según el Indec. Acumula en el año subas por 29,4 por ciento, por encima de la inflación (del 26,9 por ciento). Queiroz explicó que los aumentos de precios no se deben solo a la mayor demanda. “Muchos venían con precios atrasados. En 2019 se vendía a pérdida para mantener la mano de obra. El reacomode de precios tiene que ver con recuperar lo perdido y tener espalda económica para poder invertir”, explicó.
En sitios web como Historial.Com puede observarse la evolución de los precios. Una cama de dos plazas que en abril costaba 10.400 pesos en octubre llegó a 24.500 pesos. Un escritorio para PC que en abril estaba 2.240, trepó a 5.560 pesos. Una mesa ratona pasó de 12.890 pesos a 20.220 pesos. Y los ejemplos podrían seguir.
Con la demanda, aumentó la producción. En septiembre, entre los 80 sectores relevados, la industria del mueble y colchones se encuentró entre las primeros 15. Sin embargo, las ventas podrían ser todavía mayores y las demoras en entregas están en 60 días promedio. Consumidores van por la tercera cuota y no recibiben sus productos.
Ante la caída de ventas de los últimos dos años, fábricas y aserraderos disminuyeron el personal y la tecnología. Y ahora pese al aumento de ventas, trabajan con la misma gente. “Algunos no se animan a agregar otro turno porque temen que esto sea un veranito y pueda acabarse con la pospandemia”, aseguró Queiroz. Donde observa que se amplían los turnos de producción es en las industrias que trabajan para el mercado externo.
Otro motivo que frena la producción es el faltante de insumos. A nivel mundial falta el químico poliol que se utiliza para confeccionar espuma poliéster, por lo que las empresas de colchones tienen menos de la mitad del suministro habitual. Desde una colchonería de Avellaneda indicaron que tienen atrasadas entregas de 20 mil colchones. Además, Acindar demora en la entrega de alambre para la confección de resortes. También hay faltante de telas importadas para tapicería, según Parada.
Desde la Confederación de la Mediana Empresa (Came) relevaron demoras en las aprobaciones de licencias para importaciones de tornillería y herrajes. Queiroz aseguró que “los problemas fueron al principio de la cuarentena”, y luego “aceitaron el mecanismo” con la Secretaría de Comercio, donde se aprueban las SIMI para insumos de producción.